Si nos limitáramos a vivir en el mundo de las apariencias donde se simulan los sentimientos y hasta la riqueza es ficticia, entonces podíamos usar los conceptos para entender la existencia pero la vida, no se limita a nacer y morir por lo cual la realidad se impone y esta no se puede describir mediante palabras. Pues la vida es puro feeling y cuando el sentimiento es real, las palabras salen sobrando. Por ser observadores que innatamente aprecian lo bello, podríamos describir con bellas palabras un atardecer pero sabemos perfectamente, que la belleza de un atardecer no puede ser traducida en palabras.
Lo que no sabemos o parece que evitamos tan siquiera concebir, es que ese mismo Poder que nos regala la belleza de un atardecer y que nos permite apreciarla; es el que según los grandes Maestros, creó a los seres humanos a Su imagen y semejanza. Y supongo que nadie en su sano juicio sea capaz de tomar a un Hitler, un Mussolini, un Stalin, un Fidel Castro, un Hugo Chávez o un Bush por Maestro. De manera que, ¿cómo es posible que un ser magnífico pueda apreciar la magnificencia externa y sin embargo, no pueda apreciarla en sí mismo y por tanto se minimice? Me pasé tantos años rompiéndome la cabeza con semejante pregunta, que creo que finalmente me trituré los sesos y quedé descerebrada. Pues lo único que pude concluir es que para algunos, supuestamente razonables seres humanos; la mediocridad es un signo de excelencia. Si, lo sé; eso parece a todas luces un disparate pero a mí me enseñaron; que a los locos hay que seguirles la corriente.
Los mismos psicólogos han admitido su derrota para eliminar las neurosis. Muchos valientes especialistas en desequilibrios mentales, incluso han llegado a afirmar que el mayor éxito obtenido con cualquier método empleado, es llevar a un infeliz neurótico a un estado de dichosa aceptación de la neurosis. Por la sencilla razón de que la facultad de disfrutar la vida a plenitud, no le corresponde al terreno de la mente sino que pertenece al reino del corazón; donde la Vida se siente sin necesidad de pensarse. Para que no se malinterprete, lo que quiero decir con esto es que para celebrar la vida, no ayuda de nada unirse a un grupo de neuróticos anónimos que, dicho sea de paso; está integrado por los más reconocidos psicópatas. Y lo mismo sucede con los que integran esos grupos que se etiquetan, con la misma manía de la que pretenden liberarse. Gracias a Dios que eso no es la Vida pues de serlo antes de morir, me tendría que arrepentir de cada acto de lucidez cometido.
Aunque lo indescriptible en esencia, es algo de lo que las palabras no pueden dar más que una vaga idea; pongo a juicio del lector este video que expresa lo que trato de decir pero, con una claridad indescriptible. Permite que tu corazón lo juzgue.
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