Monday, March 22, 2010

LA META ES LA MISMA.

 Si tenemos en cuenta que la satisfacción externa es temporal por naturaleza, inmediatamente nos hacemos conscientes de que alcanzar la cima del éxito; es similar a escalar y llegar a la punta del Monte Everest. Se siente el mismo viento helado golpeando el rostro y allí está uno; más sólo que alma en pena, completamente exhausto y más hambriento que una cabra montañesa, y lo único que puede hacer es ver hielo y nubes, sin notar que más arriba está el cielo y para llegar a tocarlo; se necesitan alas.

 Es cierto que el inconsciente colectivo nos hala, y nos hace cometer una ridiculez tras otra pero, hay un Ser consciente que nos llama y ese merece el honor de ser escuchado. Gracias a ese Ser respiramos, existimos, nos movemos e incluso, escogemos ser ruines cuando podemos mostrarnos magníficos. Es quien nos anima a disfrutar, aún en los momentos grises con pespuntes negros en que el corazón; más parece una uva pasa que un fruto maduro de la vid. Por eso puedo decir que a pesar de las aparentes diferencias y de la indiferencia solapada tras el velo de la hipocresía; nuestra meta es siempre la misma: ser plenamente dichosos. Y como hay cosas que el dinero no compra, saber cuál Meta (para los amantes del fútbol es Goal en inglés) es la que merece ser alcanzada, es algo que no puedo decidir por ti pero te lo dejo de tarea.

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