Wednesday, June 30, 2010

LOCURA EN EL OESTE.

Como al parecer estamos inmersos en el lodo de las suposiciones, cada vez que no podemos tener la certeza de algo; entonces nadie me negará que podemos suponer que la expresión: “¡Locura en el Oeste!”, proviene de la fiebre del oro que se desató en los colonizadores europeos, llevándoles a hacer el desatino de desalojar de sus tierras a los aborígenes que eran, sin lugar a dudas,  los originales pobladores del continente americano. Algo así como si ahora mismo llega a su casa un lunático, y le ordena que saque de la casa que usted renta o paga una hipoteca, a toda su familia y que se larguen todos con sus bultos a otra parte. Bueno, eso de desalojar a los auténticos habitantes de sus tierras no lo hizo un  sólo desequilibrado mental, en realidad muchos dementes estuvieron elaborando el proyecto, le dieron el visto bueno y le dejaron a las bestias la parte de la carnicería de vidas humanas.

 De ahí en lo adelante y para doblegarse ante los poderosos del mundo,  ha habido que adaptarse a la idea de que son los desquiciados mentales los que tiene el derecho, a dictarle a la lucidez las pautas a seguir. Así es como ha llegado a parecer normal, que una madre le diga a su hija que lo único que tiene que hacer en su vida es buscarse un pendejo, con una billetera bien abultada. Y que si quiere saber lo que es el amor, entonces que se dedique a ver telenovelas de por vida, para que quede lo suficientemente tarada y no note como cambió sentir el verdadero amor por conseguir estabilidad financiera. Esa madre pasa por alto que con ese aparentemente inocuo consejo,  ayuda a la hija a morir en vida soñando con que está viviendo. Por no buscarme más líos de los que tengo encima, no voy a mencionar lo que hacen los padres que les muestran a los hijos que con billetes suficientes, pueden comprarse una barbie de carne y hueso y ponerla a parir. Ni a los que con el ejemplo, los invitan a morir en una guerra fratricida que no se trata de un juego con soldaditos de plomo, y que evidentemente satisface a mezquinos intereses.

 ¡Locura en el Oeste! Damas y caballeros. Los hijos pretendiendo que deben recibir honores de los que no se han hecho merecedores. Los hijos pretendiendo ser padres cuando todavía ni a hijos llegan. Los hijos dejando a sus padres en un asilo después de haberles sacado el jugo. Los hijos de la Vida que no bajan humildemente la cabeza, ante la nobleza de la Vida que los mantiene vivos, a pesar de que nunca se convierten en árboles grandes y fuertes capaces de dar dulces frutos, y brindar cobijo a todos los pájaros del monte. Hablan de gratitud y se limpian los mocos con una realidad creada para que gocen y no para ser usada como servilleta. Hablan de amor y sus corazones están tan helados, como el de la reina de las Nieves. Hablan de autoestima y se desprecian con toda el alma. Hablan como cotorras, pericos, cacatúas y papagayos, sin hallarle el sentido a una sola de sus palabras. Esas aves parlanchinas no lo notan, ¿por qué estas que sólo lo aparentan, tendrían que hacerlo?

 Con el valor sucede lo mismo, todos sabemos que provoca admiración pero no todos los que hablan de la valentía, saben lo que es darse el valor que uno mismo tiene simplemente porque algunos, han preferido a la cobardía como vestimenta. Aunque le quede muy mal semejantes harapos a un hijo de Rey, son muchos los que prefieren exteriorizar una mediocridad adquirida; en lugar de mostrar abiertamente la naturaleza extraordinaria de la esencia, que les permite existir. Entonces la cubren con el velo hipócrita de la falsa modestia. A esos que hablan del valor sin saber lo que es porque con esas mieles, sus labios aún no han sido tocados, les dejo las palabras de un hombre sencillo con una grandeza tal, que derriba todas las barreras habidas y por haber a su paso:

"Si tuvimos la fuerza para llegar a la situación que hemos llegado en esta tierra, seguramente tenemos la fuerza para lograr la paz. ¿Pero es algo que realmente queremos? Porque si es así, está dentro de todos nosotros. La paz no requiere de oraciones, sino de comprensión y determinación. No definiciones sino claridad. La determinación y la claridad son la base sobre la cual construir la paz. Incluye, no excluye a los demás. Mira las similitudes, no las diferencias. Creo firmemente que si queremos la paz, podemos alcanzarla. La prosperidad sin paz nos lleva al caos. Crea la paz y habrás creado un escenario en el que la prosperidad puede bailar. Si pudimos ir a la luna, podemos cubrir la distancia entre un corazón y el otro."
                                                                                                          MAHARAJI.

Tuesday, June 29, 2010

Y ESO A TI QUE TE IMPORTA

 Esta no será una oda al buen decir pero constituye una alabanza a la sinceridad. Ya que tratará sobre una frase típica del argot cubano, que sólo los cubanos muy hipócritas no utilizan para además de ser unos farsantes, poder aparentar que tienen una buena educación. Antes de proseguir debo advertir, que eso de que no hay cubano hipócrita es un mito, cualquiera sabe que la hipocresía no respeta fronteras geográficas y si un cubano no lo piensa dos veces, para subirse con toda la familia en una balsa y atravesar el estrecho de la Florida (que ni tan estrecho es); entonces la hipocresía  no va a ser menos.

 De hecho puedo afirmar que viviendo en una dictadura, tienes la posibilidad de volverte aún más hipócrita que lo que se acostumbra en las sociedades clasistas, porque el mismo tiranosaurio es quien la impone y a nadie le gusta poner la vida en peligro. Si no es cubano y no tiene una idea de a los extremos que puede llegar la doble moral, le diré que a un niñito cubano común sus padres le enseñaban en la casa a no decir groserías y luego esos mismos padres, cargaban con el niñito a un acto de repudio para gritar como verduleras y carretoneros cosas como: “Nixon, cabrón, hijo e puta y maricón”. Vea nada más ese botón como muestra. Que explica el motivo de que a los cubanos les cueste tanto florear las palabras. Pues esa dicotomía les provoca un trauma que les hace hablar muy claro. Nada de caritas pendejas hechas con signos de un teclado, ni un discurso demagogo como para insultarle la inteligencia a alguien que si la tiene, si un cubano necesita realmente hacerle saber a alguien que tiene serios problemas con sus hábitos alimenticios, simplemente le dice: eres un comemierda. Hasta ahora no me he encontrado, al menos en lengua castellana; un apelativo que lo deje todo tan claro.

 Pero gracias a un orangután con complejo napoleónico, a los cubanos nos ha ido mucho peor que a los judíos creo yo, que por ser ateos y venerar a los orishas, y no encontramos al cabrón profeta que nos divida las aguas que surcan por el estrecho de La Florida. De modos que en la diáspora que ya incluye algunos oasis en el desierto de Sahara, los cubanos han tenido que adaptarse al clima del lugar donde hayan caído. Y excepto en Cuba y Hialeah, no hay otro lugar del mundo donde el comemierda, se interprete correctamente. Eso ha hecho que el resto de los cubanos se vean obligados a innovar y aprender otros sinónimos que no se sientan tan agresivos. Como pendejo, boludo, pelotudo, repinche, etc; que significan más o menos lo mismo, pero sin el acento cubano que es el que definitivamente le pone el toque de ácido. Para que queme… Sin ese acento tan criollo,  ese claro y elocuente “comemierda” sería algo así como una yuca sin mojo, como un congrí sin chicharrones  de puerco, como un arroz a la chorrera sin tostones y como un pollo hervido sin sal y sin mole poblano; para que me entiendan los otros emigrantes que saben lo que es estar de ilegales.

  Otra frase que un niño cubano le escucha muy comúnmente, a la misma señora que le enseña buenos modales, es; “porque me da la gana, campana” como una respuesta enfática cuando el niño pregunta algo, que no le incumbe. Para que desde pequeñito sepa estar ubicado en tiempo y espacio. Lo que significa en el aquí y el ahora, donde él es el nené y no el abuelo del progenitor en cuestión. ¿No ha visto a ese gente lela que se le queda mirando a uno y luego le dice que cree en que la otra vida fue su madre? Si no lo ha visto, entonces rece para que no se lo diga una sicótica a la que acaba de hacerle el amor, totalmente ignorante de que se estaba acostando con el enemigo. Esa gente que puede haber sido tu abuela en una vida y en otra vida tu hermanastra, pero de lo que se ocupan en esta vida, sin importar el grado de parentesco que los una; es de desgraciarte la existencia. Al menos tanto o más de lo que se las desgracian a sí mismas.

 Esas son las que nos obligan a florear el lenguaje, y hacer  como esto que le sucedió a esa pareja de lesbianas, una de las cuales; no salía del closet ni a palos. Resulta que la closetera, todo lo que tenía de bella lo tenía de fantasiosa y la belleza declinaba pero lo de fantasiosa, crecía de manera ilimitada. Hasta llegar a fantasear con que ella era Catherine Zeta Jones y su pareja, a la que cariñosamente le llamaba loca; era Antonio Banderas. El supuesto Banderas que a diferencia del verdadero, no tenía ahorrado ni un chavito cubano (0.96 us), trató de mantener más o menos el tren de vida que merece una Catherine Zeta Jones pero ya estaba pariendo chayotes porque para colmo, este Zorro no sabía robar y se estaba endeudando más que los países tercermundistas. Le daba vergüenza robarle a otro ladrón, que para hacerlo se estaba echando mucha porquería encima. Otro error de las madres cubanas, que nos deberían enseñar que la deshonestidad genera pingües ganancias. De manera que un día, después de pasarla bien, salió la fantasiosa con el tema de Antonio Banderas y la aludida tuvo que decirle:

-         Mira mamita, ya mejor vamos a pararle al cuentecito este que entre las idas a Cuba, para mantener los pocos afectos que el dinero me puede comprar y los caprichitos de la Catherine; me voy a convertir en Papillón y tú sí que no vas a querer asistir a las visitas conyugales.-

  Este tipo de respuesta que tanto puede perjudicar a uno porque es más que sabido que a los locos, hay que seguirles la corriente; únicamente la pueden dar esas personas que aman tan intensamente que pueden arriesgarlo todo y que saben perfectamente, que sólo están aquí de visita. Por eso cuando alguien viene y le pregunta a una persona de esas algo que se le parezca a: - “Oye y tú, ¿por qué eres así?”-, en lugar de deshacerse en explicaciones absurdas y disculpas pendejas prefieren responder muy simple y llanamente con un: -“Y eso a ti que te importa”-.

http://www.youtube.com/watch?v=3QY9Ytpa7Es&feature=related

LOS PÁJAROS TIRANDOLE A LA ESCOPETA.

De nueva cuenta y muy a mi pesar porque esta vez se tratan de personas con mi misma preferencia sexual, constaté como el extremismo, la intolerancia, la ordinariez, la vulgaridad, la estupidez  y el fanatismo, no respeta ningún límite cuando de comportarnos como simples seres humanos se trata. Resulta que un simple comentario chistoso con el que si insultaba a alguien, era a mí misma, por estarle proponiendo matrimonio a una perra chihuahua que le heredó sus millones a una vieja excéntrica; se alteraron ciertos elementos de un incierto movimiento gay hasta el punto de calificarme de: fascista, homofóbica, sicótica, y hasta mi perfil salió a relucir. Como en una típica cacería de brujas del Medioevo, instada por la Santa Inquisición. Y esas son las personas que están abogando por la tolerancia y la igualdad de derechos.

 Siempre me he preguntado cómo siendo que todas las religiones, admiten que hay un solo Dios; hayan tantas religiones distintas pero me quedó muy claro, cuando leí en una página del Facebook una cantidad de insultos vulgares e injustos, que podría leer mi hijo y otros familiares, tan sólo por haber hecho un comentario jocoso en el que no insultaba a la madre de ninguno; de los que me atacó como si fueran fieras. Y claro, con cosas como estas no es de extrañar que los heterosexuales no nos respeten (con sus excepciones), puesto que ni siquiera entre nosotros mismos lo hacemos. Los comentarios siguen en esa página y yo invito al que esté leyendo esto a que compare el estilo, con el de los que escriben los homofóbicos en contra de nosotros.

 No quiero extenderme en el tema, porque en verdad ya cansa ver como los seres humanos olvidan que en la unión está la fuerza. Y por más que digo que las personas verdaderamente felices  no pueden ser vulgares y soeces, nadie me lo cree. Tan sólo me gustaría dejar aquí la sugerencia de, antes de hacer las cosas sin pensar y sin saber lo que hacen y, antes de dar el paso que separa a lo sublime de lo ridículo, recuerden que los pájaros no le pueden tirar a la escopeta y que si exigen respeto e igualdad de derechos, entonces empiecen por dar el ejemplo en lugar de dar una lastimosa exhibición de miserias humanas. No soy de las personas que necesita aprobación legal o verbal, para hacer con mi vida lo que me dé mi reverendísima gana y si a alguien le interesa saber algo más sobre mí, entonces que escuche esta canción de Marisela Verena que lo resume perfectamente. Por si a la que sacó mi biografía a relucir no le bastó.

“Dios nos dio como regalo la capacidad para pensar. Lo que pensemos es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos”.

LLORARÁS, LLORARÁS…

Meneándome hoy en esa tela de araña en la que la inmensa mayoría, nos hemos visto obligados a caer y enredarnos, algunos  por aquello de que si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña y otros porque prefieren comer catibía en lugar de sentirse y comportarse como seres plenamente realizados; encontré una serie de canciones y poemas que lograron tocar la herida y me sacaron las lágrimas. Entonces recordé a mi madre cuando me dijo;  un día que me decidí a esconder mis sentimientos desde ese día en lo adelante, que de nada me valdría hacerme la dura porque en mis ojos cualquiera podría leer, que me derretiría como mantequilla al ponerme en contacto con un mínimo rayito de sol. A veces me mortificaba que me conociera tanto pero siempre acababa, por darle la razón. A lo que ella siempre respondía con una sonrisa que lo iluminaba todo y diciendo: -“Lo sé. Yo no estoy loca”.- Y me causaba una profunda admiración notar  con la seguridad con la que ella decía esto, mientras sabía perfectamente que los supuestos cuerdos y aparentes seres queridos; la tomaban a ella por una lunática.

 Incluso cuando le prometí que no lloraría cuando ella ya no estuviera conmigo, con tal de tranquilizarla… me dijo que no se promete lo que no se podrá cumplir y que aunque en el fondo yo era una guerrera nata gracias a sus enseñanzas; también sabía de manera innata, que sin sensibilidad humana ganaría muchas batallas pero perdería la guerra. Siempre me arrancaba las lágrimas, ella tenía ese don. Y nunca me permitió que me avergonzara de ellas pues eso, me repetía; era precisamente lo que nos unía a ambas en un lazo que no rompería ni el tiempo ni la distancia. Si les contara a mis buenas amistades (las sinceras y las falsas), que ser sensible es el arte más mal pagado del mundo tal vez lo entenderían, pero no sería necesario siendo que son tantos, los que han podido sufrirlo en carne propia.

 Y tan es así que puede uno salir a la calle y encontrarse a los humanoides que te miran sin ver y que con algunos ajustes en los chips de las artes escénicas; hasta parecería que te escuchan. Pues para no sufrir heridas de amor prefieren metalizarse. Y ahí los ves, creyendo que el amor es una mercancía y vendiendo el alma por dinero para poder comprarlo. Y están los que llevan el corazón a flor de piel, esos locos bajitos pero gigantes que aman por amor al arte y no les importa besar al ogro o al sapo, ni plancharse a la bruja si eso fuese necesario. Estos son los que son, porque con el corazón hecho jirones por las garras de las hienas, siguen adelante confiados en que saldrán vencedores. A estos no se les compra ni subyuga, ni con todo el oro del mundo pero en cambio… basta con una simple mirada de amor para hacerlos caer de rodillas…

Monday, June 28, 2010

ESTÁ EN TÍ.

 Cuando llegamos a este mundo, somos la mejor representación de Dios que jamás haya existido. Lo siento por los tarados que no saben nada pero creen hasta que un viejito chocho, inmaduro, insatisfecho, frustrado y saturado de ego mundano, rezando la misma cantinela de siempre; pueda ser el mejor representante del Supremo Hacedor. Pero a estos les doy como pista el que mientras que en el Home del Vaticano un viejo le pasa el bastón al otro, hay habitantes del globo terráqueo muriendo de hambre, de sed, de miedo, de desesperanza, de desolación, de ignorancia y de descontento. Y si esa es la opinión que Dios merece de ustedes, entonces síganse parando debajo de un balcón como pendejos Romeos para que una Julieta decrépita y achacosa, les regale escupitajos a diestra y siniestra. Total que cada cual es libre de apreciar cada minuto que tenga de vida o simplemente desperdiciarlos, con la pendeja creencia de que luego, podrán robarles esos minutos a la Vida. Los primeros, siendo igual que los otros unos seres de luz encarnados; usan la sabiduría que siempre tuvieron y por eso los que saben; les llaman sabios. Y los segundos son los miserable pobrecitos que ignoran que la Vida o Dios, si así prefieren llamarlo; es la que los hizo a ellos y no viceversa.

 No puedo decir que hoy alguien me hizo recordar a mi madre, porque mi madre y su recuerdo, no se han apartado de ni un solo instante mi tal y como ella me solía prometer, cuando yo era la niña; que por siempre seré por más vieja que me haga. Pero hoy establecí contacto con dos seres humanos bendecidos con un hijo que no se avergüenza de admitir, que es un ser extraordinario porque aceptar ser lo contrario o, menos que eso damas y caballeros, es sencilla y llanamente una blasfemia. Algo que se han encargado de inculcar los que no celebran a la Vida ni de juego. Los que predican no juzgar al prójimo, mientras que sueltan sapos y culebras por la boca en discursos homofóbicos. Que viendo la infinita tristeza en los ojos de una mujer, que sabe que se ha casado con una máquina calculadora;  son incapaces de decirle a esa flor que se marchita sin ser tocada por un beso de amor, que huya en sentido contrario y busque a quien la estreche entre sus brazos; antes de que el último aliento se lo impida.

 Cómo estos gañanes pueden hacer algo tan ruin y cobarde se explica por sí solo,  cuando se ven a esos padres ordenándoles silencio a sus hijos pequeños, cuando estos se sinceran pues; siendo la hipocresía la regla con que la sociedad los mide a ellos, temen los padres que sus retoños no se ajusten a sus medidas. Le llamo gañanes a los que en lugar de hablar sinceramente, como hacemos los seres humanos a los que Dios otorgó el don de la palabra; lo que hacen realmente es gañir que es como se conoce al aullar del perro y de otros animales con gritos agudos y repetidos; como cuando los maltratan. Y son esas mismas las personas que, sin importar el credo, la raza, la clase social o cualquier otra pendejada que sólo un tarado que quiere sentirse importante; podría  tomar en cuenta, procuran disminuir  el divino potencial del ser humano al mínimo para elevar el oscurantismo y la superchería, a su máxima expresión. Y...¿me van a decir que no saben lo que hacen? Y qué pasa con las guerras fratricidas, con los gobernantes corruptos, con los miles de pulmones de la Madre Tierra indiscriminadamente extirpados, con el hogar de millones de especies marinas teñido de negro, con esta Joya del Universo que el Creador ha puesto en manos de sus divinas criaturas y unos cerdos están empeñados en manchar de lodo. ¿Nadie lo ve? Porque ese cuento mejor lo hacen en el país de los ciegos y sordomudos, donde el tuerto es rey y se cree que le están escuchando.

 No estaría nada mal, si lo que anhelamos es realmente ser tan divinos como el Divino Hacedor, que nos detuviéramos a ver lo que hacemos con esta vasija de arcilla que se nos entregó con suprema confianza,  para llenarla de maravillas. Porque llevo cincuenta años viendo a personas que como yo,  nacieron un día y un día dejarán de respirar; que la llenan de cuanta porquería encuentran y como las ausencias no son nada, creen que la vasija pesa por llevar algo cuando en realidad  lo que lleva adentro la vasija de barro; es un gran pedo existencial. Y por eso apestan los corruptos, apestan los ignorantes, apestan los ingratos, apestan los envidiosos, apestan los ilusos que viven en un mundo de fantasías, porque comparan a la realidad con el chiquero donde mismo se revuelcan. Por eso yo sólo divido a los seres humanos en dos: los sabios que utilizan a favor la sabiduría que Dios colocó en la vasija de barro para que se multiplicara y los necios que llevan la semilla en la vasija pero no la riegan con agua ni le ofrecen amorosos cuidados.

 Esto me recuerda este cuento con el que concluyo, antes de poner a disposición del lector un video que le invita a la refexión profunda que para darle a la superficialidad por la vena del gusto, ya existen la revista “Vanidades” y las demás banalidades que trasmiten los medios de difusión masiva:

Llega una mujer con su esposo a ver al rabino de la comunidad y le dice:

-         Verá usted rabino. Mi padre era un sabio y el suyo un ladrón de caballos. ¿Cómo voy a permitir que mi hijo se llame igual que un hombre como ese?

El rabino de puso a pensar en el asunto muy seriamente, porque se trataba de un problema verdaderamente delicado. No quería que una de las partes se sintiera vencedora y la otra perdedora, como en una competencia. Al fin dijo:

-         Les sugiero que llaman el niño Abiatar. Luego esperen a ver si llega a ser un sabio o un ladrón de caballos y entonces, sabrán si le han puesto el nombre de uno o del otro abuelo.

Sunday, June 27, 2010

NO VENGO A MEZCLAR SINO A SEPARAR.

 Por razones que ahora no vienen al caso, pasados los treinta años de vida me dispuse a tomarme la Biblia en serio y me la leí de punta a rabo. Y no como alguna gente lee los libros, por encimita y para no meter la pata cuando le mencionen el tema. Sino tratando de encontrar algo en esos textos, que me explicara el motivo de que cumplir con rituales sustituyera al propósito de celebrar la existencia como si a esta, la pudiera perder uno en cualquier momento y en el instante menos esperado.
 Si hubiera leído dichos textos sin usar un mínimo de lucidez, al terminar de leer la obra habría quedado más confusa que al principio. Pues si alguna obra literaria puede ganar el premio Guiness al disparate es esa. Primero especulan con el inicio de los tiempos como si hubieran sido mudos testigos presenciales. Luego desprecian el Poder Creador de Dios, que no teniendo material para hacer una mujer, le tiene que quitar una parte al hombre para hacer a la que un día, llevaría al hombre en sus mismísimas entrañas. Más tarde culpan a la mujer de entrar en contubernio con una víbora, para desgraciarle al hombre la existencia. Lo cual es más parecido a la confabulación entre mujer y suegra, para sacarle a un devoto marido hasta el último céntimo ahorrado. Para que te acabes de deschavetar, te describen a un Dios que es lo más parecido a un padre déspota y egoísta, cuyo hijo tiene que sacrificarse para que Él se sienta complacido. Como un homofóbico progenitor cuyo hijo prefiere vivir ahogándose en el closet, antes que declararse gay aunque el padre se infarte.
 Mezclando un Testamento Antiguo con uno Nuevo, algo que no haría ni tan siquiera un simple notario que asista a misa todos los domingos; ya dan la pauta para darle rienda suelta al sinsentido. Pero esto sería muy poco, si la intención es la de confundir de a de veras,  así que ponen al supuesto representado como un ser humano que viene a mezclar la paja con el trigo, cuando unos capítulos más adelante sale que Él dijo que había venido, para separarla. Lo cual es más sensato porque se sabe que con el trigo se hace el pan y que la paja no sirve nada más que para los burros. Del mismo modo que cualquiera conoce esa fábula tan famosa,  en la que la zorra salta y salta pretendiendo alcanzar unas uvas  maduras y al no poder conseguirlas, se consuela a sí misma afirmando que los frutos de la vid estaban verdes.
 De manera que es evidente que si alguien deseara confrontar un saber interno, con esos dizque sagrados textos, es imprescindible hacerlo sintiendo uno que la claridad la lleva consigo. De la otra manera sería algo parecido a tratar de leer un texto escrito en Braille, teniendo 20-20 de visión y sin saber leer utilizando el sistema Braille. Por eso tantas veces se ha escuchado brotar de labios de la sabiduría, que la Verdad no se puede hallar en un libro si antes no la hallado uno en sí mismo. Con el amor sucede lo mismo. Hay amantes que se quitan la vida, en un gesto desesperado por no soportar el dolor de no poder poner algo de pasión, en un corazón metido dentro de una cámara criogénica. Lo cual se podría evitar simplemente si el amante notara lo antes posible, que no se puede obtener agua de un pozo seco. Así se limitaría a brindar amor simplemente porque es de lo que lleva en abundancia, sin esperar que alguien miserable que no tiene nada que dar; le ofrezca amor a cambio. Pero para hacer esto, primero  tiene uno que estar muy claro de que la Vida es el don más preciado que tiene. Por si acaso Julieta se hace la mosca muerta, Romeo de pendejo, tenga que envenenarse.
 Así como no es lo mismo imaginar que uno está de vacaciones en Hawái, mientras camina por el desierto de Sahara, que estar vacacionando en Hawái sin tener que imaginarse en el desierto de Sahara, tampoco es lo mismo estar lúcido que suponer que uno está cuerdo cuando en verdad, lo que tiene es un nivel de neurastenia espeluznante. Por eso existen personas que no le ponen peros a vivir en un mundo de fantasía, aunque esto implique que más veces de las que desearían, tengan que estrellarse contra lo que destruye a las apariencias que es la realidad, sin lugar a dudas. Esta gente que insiste en vivir en un mundo imaginario  lo imaginan todo. Imaginan que aman a la madre o al padre cuando en verdad, los detestan. Imaginan que pueden agarrar al amante de su pendejo o pendeja. Imaginan que tienen derecho a que otro  haga lo que se les ofrezca, a sus santísimas voluntades. Imaginan que nunca envejecerán y lo que es que un día van a morir, eso ni se lo quieren imaginar. En más de veinte años no han encontrado a nadie que las soporte así, tal y como se muestran; pero siguen insistiendo en cerrarse al amor y en no ponerse al corriente con la Vida y en simplemente fluir con ella.
 ¿Amarlas? Bueno, se puede hacer únicamente si uno se ama a si mismo lo suficiente, como para poder darle agua al sediento y luego indicarle donde está la Fuente, para que el sediento en el futuro no dependa del vaso de agua que uno le ofreció sólo; con tal de que no muriera de sed. ¿Preocuparse por quitárselas de encima, cuando se percibe que no quieren ir por agua al Pozo? Sería inútil porque ellas se van solas. Sucede que cuando uno es capaz de amar de manera incondicional a alguien que al amor, le pone un montón de condiciones; para el que condiciona al amor esto resulta inconcebible y teniendo tan pobre opinión de su propia divinidad, acabará creyendo que el que se entrega de manera tan total; debe ser el anticristo.  El amor verdadero tiene sobre el mísero cariño, el mismo efecto que la luz en las cucarachas.
 Por eso los Maestros Prefectos  que los son, porque se conocen a sí mismos perfectamente y comparten ese conocimiento con otros, no vienen a mostrarnos como mezclar la pestilencia con el perfume de Dios puesto que ellos saben, perfectamente,  que esto  más que inútil es imposible. Vienen a llamarle a cada cosa por su nombre. A llamarle hipocresía a la ausencia de sinceridad, a decirle oscurantismo a la ausencia de claridad, a especificar la diferencia entre lucidez y demencia, a definir a la idolatría como el amor en su más mínima expresión y en resumidas cuentas, a separar la paja del trigo porque lo que desean estos seres de luz  que llevan a las personas de las lobreguez a la iluminación es multiplicar los panes, no dar de comer paja a toda una recua de cuadrúpedos vegetarianos. 

EL VERDADERO PROPÓSITO.

 Cuántos son los que se detienen al menos por un minuto para preguntarse, cuál es el verdadero propósito de sus vidas. Quiénes se lo cuestionen, definitivamente están a un paso de adentrarse en una realidad que supera en mucho, a lo que hemos tenido por realidad y que no es más que el lamentable espectáculo que desvergonzadamente exhiben las miserias humanas. Que desean hacer de la vida una mascarada porque algo, les impide tomar a la Vida como toman el agua cuando tienen sed, sin añadiduras. Y lo que les impide ver lo que merece ser apreciado, no es más que una suprema soberbia vestida con el traje de armiño del victimismo. Cuando semejante zorra, que nunca llegará en la forma animal a probar los maduros frutos de la vid; desee dejar de hacer el ridículo de creerse lo que no es entonces, y sólo entonces; es que podrá dar el paso que separa a la arpía de la princesa. Y al príncipe valiente del sapo baboso y agresivo.
 Sólo un minuto, se lo aseguro; una diminuta chispita de entendimiento humano separa a la bruja de, Blancanieves y la diferencia la hace tan sólo un beso del príncipe. El mágico beso que derrite de los corazones el hielo. El que salva de la indiferencia, la apatía y la bulimia por tratar de tragarse de alguna manera una bazofia, habiendo manjares servidos sobre la mesa que el Señor de Señores; pone a disposición de todos sin excepción. Si no fuera por ese fuego que me recorre las venas, ya sea que a mí me guste o no; hubiera quedado totalmente helada al escuchar a una persona que; se considera una devota sincera de la Verdad, diciéndome frescamente y sin vergüenza alguna que disfrutaba de inventarse un mundo de fantasías, donde poder refugiarse. Una pobre histérica creyendo ser lo mismo la reencarnación de Santa Teresita de Asís que una Mesalina. Alguien que sabe que si se sigue zafando tuercas se va a desarmar pero hace como que lo ignora. Es como si te estás helando y alguien te dice: “Mira, esa llama que todos te han dicho que quema tal vez queme y tal vez te haga otra cosa. Pero no lo sabrás hasta que lo compruebes por ti mismo”. Y en lugar de al menos darle una probadita a la llama, como hacemos para notar que del fuego de una vela lo superficial quema pero la llama azul es distinta, preferimos congelarnos.
 Pero eso pasa cuando usamos incorrectamente el libre albedrío y en lugar de elegir lo que más nos conviene, optamos ver sólo superficialmente el valor de las cosas y mantenernos lo más alejados unos de otros para no comprometernos. Pues con el compromiso viene la responsabilidad y ¿qué responsabilidad podría tener el que no está comprometido con su propia vida? Por eso hay tantos por ahí buscando no al que le jodió la autoestima, sino al que se la paga hasta con sangre. Y buscan hasta que encuentran a uno que confunden con un borrego negro, y lo llevan al altar de sacrificio. Le atraviesan un par de pinchos y lo ponen a ablandar hasta que puedan comérselo. La cosa caníbal vaya, que aunque coman seres humanos no se los comen crudo, sino guisados con papa y demás verduras. Pues lo bruto no quita los buenos modales. El caso es que los que confunden a un simple y sencillo ser humano, que reconoce su grandeza en Su esencia; con lo que no es, se llevan el gran chasco porque ese dizque cordero no vino al mundo para que le tiren encima la cruz del victimismo o el pesado fardo de la idolatría.
 Hay personas que leen esto y simplemente sonríen aunque sepan que me refiero a ellas y otras, hipócritas al fin;  que mal disimulan tras una ficticia sonrisa de silicona, una buena mentada de madres. Ficticias todas ellas hasta en el sentido en que consideran, la naturaleza misma del Espíritu Santo. Pero ahí las ves cual pericas y cotorros, cotorreando y repitiendo lo que le escuchan decir al Patrón. Nada de autenticidad, nada original que pueda tomarse como el regalo de un corazón a otro por su pureza de intención. Un pequeño detalle para que quien ofrece de su Paz, pueda percibir que sólo Amor recibe a cambio. No dinero, no idolatría, no el hedor de los que no tienen el más mínimo sentido del valor de la Existencia. Sino el amor real que brota de la gratitud verdadera. El amor que termina con eso de que Dos no pueden llegar a ser Uno. Como el de Romeo y Julieta que no precisa de firmar un contrato, que garantice mi manutención y la de mis crías.
 Esas personas que se engañan a sí mismas, pueden llevar toda la vida soñando con un amor como ese. Pero como no encuentran al amor en sí mismas, cuando el amor toca a sus puertas no le reconocen. Simplemente por quedarse atascadas en las apariencias, que les hacen confundirse hasta el punto de que se casan con el Sapo o con la Bruja y le dan una patada por el trasero al príncipe o la princesa. A mí me parece que lo que de niño no se entiende, ya luego se complica. Pues el cuento del sapo y la princesa y cualquiera de ellos, se refieren a eso que cualquiera hace cuando se mira en un espejo. Si una persona ha estado en paz con la vida, la vida le devuelve aceptación a cambio de manera que una persona así; podrá aceptar lo que se le viene encima una vez pasada la cuarentena. No será esa adolescente que se levanta radiante en la mañana, porque soñó con el príncipe y toda la magia y al mirarse al espejo ve el rostro de la bruja. Poniéndome en sus chancletas, puedo saber que sería espeluznante. Y eso también lo saben los magnates de la moda, y los que comercializan los spa rejuvenecedores, y los cirujanos plásticos, y los psicoanalistas y todo el que se beneficie metálicamente de ello. Bueno más bien, plastificadamente, porque ya el vil metal pasó a la historia. Ahora dice Máster Card y uno cree que puede comprar el Paraíso y poner a Dios a hacerle los waffles en la mañana. Después de haber dormido con Él toda la noche.   
 Y estas son las que escuchas repetir como cacatúas y papagayos: ¡Maya! ¡Ilusión! ¡Satgurú! ¡Jaysatchitaanad!, mientras que viven en un submundo de mentiritas y ni siquiera lo han notado. Y lo digo porque puede que en un momento de distracción, uno pise una bosta de caballo mientras va de paseo por el campo pero, una vez sucedido esto; seguramente que pondrá más cuidado de ir viendo por dónde camina. Pues el llevar los zapatos llenos de porquería mientras usted supone que los lleva limpios, no va a evitar que otros sientan el hedor al que usted ya se acostumbró, por no fijarse por dónde camina. Esto me recuerda un ejemplo muy sencillo, de cómo hacer para notar la diferencia entre el que sabe que lleva los zapatos limpios y el que cree que no hay pisado ni una bosta de caballo.
 Cualquiera puede notar que la caballerosidad que, en alguna época fue natural y necesaria en el cortejo amoroso, ha ido siendo desplazada por el primitivo método del garrote. Lo que sucede es que el garrote se ha ido sofisticando hasta tomar la forma de una inofensiva tarjeta de débito. Y siendo así, las damas han ido escogiendo sus sueños hasta llegar a vendérselos a un precio ruin, al mejor postor: el idolatrado egocentrismo que ensombrece, a la Llama del Amor que el Aliento Divino vivifica. Todo esto para complacer a niñas y niños que se han negado a crecer y madurar y por consiguiente, han llegado a creer que el resto de los seres humanos son sus monigotes. Y tan profunda y arraigada está esa creencia en este mundo,  que ya nadie se cuestiona si es o no es, el esclavo de sí mismo.
 Si en plena tormenta no sabes mantener la calma para que el barco no encalle o zozobre, eso significa que necesitas a alguien que pueda tomar el timón y pueda cruzar esta nave a través del océano de confusión. Es una señal de que precisas de quien te muestre la manera de ir hacia dentro y descubrir tu universo. Ese lugar donde no eres el patito feo que creíste ser, sino un hermoso cisne cuya belleza es indescriptible. Cualquiera puede decir estas palabras pero sólo uno las hace realidad: el Maestro Perfecto. Termina con las fantasías que el que vive de ilusiones muere de desengaño. Y deja de darle a tu corazón atole con el dedo. Hazte el favor de permitirle que satisfaga su hambre ahora, que está cayendo maná del cielo. Y cuando ofrezcas las gracias asegúrate de saber de dónde proceden, porque el Maestro Perfecto no merece que le tiren confetis. Merece algo más verdadero y tú lo sabes perfectamente.

http://www.youtube.com/user/satchitanand55#p/c/4E85DF78745D83DC/38/ysRH44_0QT0

Saturday, June 26, 2010

SIN TRAMPAS NI ENGAÑOS.

 Cuando mi Maestro les habla a las personas de corazones sinceros pero mentes lelas, les advierte que si quieren conocerse a sí mismas, él puede ayudarlas con sumo gusto pero sólo si reciben el Conocimiento que él regala; sin trampas ni engaños. Como él, también yo he tenido que ver los rostros de aquellos que no entienden de lo que él está hablando, pero igual quieren de lo que él está dando. Por eso en sus mismas caras de idólatras necios, este hombre sencillo que me honra con su sincera amistad, hace esta historia sobre un hombre que iba caminando y ve esta fila de personas recibiendo Darshan. Ignorante de lo que era eso y creyendo que le vendría bien cualquier cosa que le regalaran, se puso en la fila y al llegar frente al gurú (Ser que te lleva de la oscuridad a la luz) puso sus manos como un cuenco para recibir lo que fuera que el Maestro Perfecto estuviera dando.
 Sorprendido el Maestro al notar que era un idiota que coge las cosas por cogerlas, agarró un mango que alguien le había regalado y se lo ofreció. El tipo salió contento con su mango e iba en dirección a su casa, cuando escuchó decir a alguien, que el hombre que le había dado el mango era un santo. Lo que en la India no indica a una persona canonizada por el Sumo Pontífice, de la Sinagoga Católica; sino a una persona que ha realizado el estado consciente en sí misma. Alguien que no se cree eso de que Dios está en el corazón de cada ser humano y luego cuando le reza a Dios mira para los celajes, sino aquel que se decide por buscar a Dios y encontrarlo en el lugar que le queda más cerca y está mejor localizado. Este idiota creyó que con ese mango, ya tendría asegurada la santidad y corrió feliz, al menos tan feliz como podía el infeliz tonto llegarse a creer.
 Al llegar a su casa preparó un altar con tela de encaje blanco, velas, inciensos y flores, y en el centro y en la parte superior colocó el mango. No tardó en asomarse el primer curioso y el idiota del mango le explicó todo el asunto del mango. El curioso que era igual de tarado, se postró ante el mango y empezó a correr la voz por el pueblo. Pronto había un montón de gente que iba a postrarse ante el mango y a escucharle la historia del mango al baboso. Hasta que un día el mango empezó a atraer a los bichos y comenzaron a verse los primeros indicios del deterioro natural. El tipo se desesperó porque, una vez que aquel mango se pudriera, su importancia personal se estrellaría contra el piso. Y trató de maquillar al mango pero finalmente ocurrió lo inevitable  y para los curiosos la historia del santo sin el mango con poderes mágicos, no tenía sentido. Los que se han sentido importantes alguna vez, gracias a dejarse llevar por opiniones que no parten de sí mismos; se ponen reacios a abandonar semejante pedo existencial. De manera que se lanzó a buscar al gurú, con la firme determinación de pedirle otro mango.
 Obviamente que a este pedazo de seboruco no lo guiaba en su empeño,  el sincero anhelo de un corazón hambriento que busca maná del cielo, sino saciar su deseo de recibir aprobación ajena a toda costa. Pues cualquiera sabe que la droga más poderosa no es la caspa del diablo, sino la fama. Una vez que el ser humano deja de sentirse atraído por su propia esencia que de más está decir, es divina; es lógico que precise hasta lo indecible de que los demás se enfoquen en él o en ella, en dependencia de si se tratan a sí mismos como los machos o como las hembras del rebaño bobino. Los lobos disfrazados de carneros que lo saben, enseguida los reclutan por eso de que el diablo sabe más por viejo; que por haber crecido y madurado. Pero este idiota no buscaba a esos pastores sino más bien a una persona, que no necesitaba rebaño y por tanto, podía salvarlo de caer en las fauces del lobo feroz.
 En su bendita estupidez tuvo la suerte de encontrarse con el gurú nuevamente y le hizo la historia del mango. A la gente ordinaria que hace de la vulgaridad un arte y de la hipocresía una norma de conducta, no les cuesta ningún trabajo establecer contacto entre sí porque se guían por las mismas pendejadas y tienen el mismo grado de superficialidad. Pero para alguien acostumbrado a oler el perfume de Dios, estos pomos vacíos de esencia apestan. Más la Suprema Conciencia, tiene también la soberana gracia de la compasión infinita y el gurú después de escucharle al idiota toda la babosada le dijo:
-         “Mira, si hubieras sabido lo que hacer con un mango te lo hubieras comido y luego habrías aprovechado la semilla, para sembrarla en tu patio y un día, habrías tenido el placer de disfrutar no de uno, sino de muchos mangos. Así que si no sabes lo que hacer con un mango, tampoco yo tengo absolutamente nada que hacer contigo”.
 Esta historia mi Maestro la hace una y otra vez ante personas tan tontas, como este tipo del mango y él las puede ver sonreír como si no fuera con ellas siendo que es a ellas mismas , a quienes va dirigida la historia. Es como si usted le estuviera diciendo a su hijo en la cara: - - “Mira hijo, ya sé que me reconoces, que estás agradecido y que sabes exactamente quien soy; pero tú no quieres seguir mi ejemplo porque prefieres ser un pobre neurasténico. Y yo en eso no puedo ayudarte porque sobre mi mente mando yo, y se supone que seas tú, el que deba decidirse al respecto. Así que con todo mi amor te aconsejaría que vayas a verle la cara de pendejo, a cualquiera de tus amistades que te conocen  a ti tanto; como se conocen a sí mismas”. Y luego de hablarle con tanta claridad le escucharas decir al chamaco: -“Gracias apá, a partir de ahora lo voy a hacer mejor para que me sigas queriendo”-. No soy tan buena calculando pero calculo que para soportar tanta babosada, se requiere de una paciencia infinita.
 En mi vida el único problema ha sido la paciencia. Y desde pequeña para ayudarme con eso, mi madre me dio increíbles pruebas de paciencia. Yo siempre le decía que no iba a poder emularla porque yo era muy mula, pero ella me recordaba que paciente era cuando me quedaba sentada escuchando con atención,  todas las babosadas de mi padre biológico y también cuando soportaba a mi abuela materna enseñándome toda la mitología yoruba con rituales incluidos. Siendo que yo no tenía el más mínimo interés ni en lo uno, ni en lo otro. Pero de alguna manera me fui practicando sin saberlo, hasta lograr que la que antes perdía los estribos repentinamente, fuera capaz de alternar con toda clase de hipócritas. Los hipócritas todos son de la misma calaña pero se dividen en: clase baja, clase media y clase suprema hipócritamente hablando.
 Si tenemos en cuenta de que mi madre me usaba como medidor, cuando tenía dudas respecto al grado de sinceridad de alguna supuesta amistad, entonces no es difícil suponer el esfuerzo que me llevó aprender a controlar el píloro que antes, se descomponía inevitablemente ante la fetidez que emite lo que no es auténtico. Sucede que cuando la amistad era falsa, inmediatamente le devolvía el contenido de mi estómago en sus zapatos. Mi madre me decía después que ese había sido un viaje ácido, porque me había hecho devolver el jugo gástrico que como cualquiera sabe, es un líquido claro segregado en abundancia por numerosas glándulas microscópicas diseminadas por la mucosa del estómago y que contiene: agua, ácido clorhídrico y enzimas. Ella todo me lo explicaba en detalles porque de niña, ella era una superdotada de esas que con tres años ya saben leer, escribir y le dicen la verdad en la cara a cualquiera, sin medir las consecuencias. Más tarde supe que lo que me sucedía era simplemente que hacía alergia a la hipocresía. Pero decirme eso habría sido para ella una vulgaridad, de manera que me lo puso todo como si fuera un viaje de ácido clorhídrico. Algo muy propio de su ingenio que era incalculable.
 Como hacen las personas para adaptarse a la fetidez de un chiquero, que tengan cerca de sus casas, también yo pude adaptar a mi píloro a la regla de urbanidad socialmente establecida pero resulta, que no puedo controlar a mi sistema digestivo. A no ser a la entrada y a la salida que es donde tengo el mando a menos, hasta tanto pueda controlar los esfínteres. Por eso me he tenido que retirar de ciertos lugares a pesar de que si no es bien como la he estado pasando, al menos me he podido sentir mínimamente apreciada. Es una pena porque me encanta intercambiar impresiones pero en ese intercambio y dado mi problema con el píloro; puede ser que caiga en un viaje ácido y le taladre a alguien la falsa modestia. Y mi mamá me enseñó buenos modales al insistirme en que a los locos, lo mejor era seguirles la corriente mientras que uno se ocupa de mantenerse lúcido. Pero también me advirtió que si no iba a graduarme como Psiquiatra, entonces no tenía que ponerme la bata y lo mejor era que dijera: “Guajacones pa la orilla” o “Atrás fariseos”, antes de que los neurasténicos le pusieran un precio a mi cabeza.
 Como sólo le brindo honores a quien honor merece, me hice a mi misma el favor de entender profundamente lo que quería decir el Maestro Perfecto, cuando repetía que debía acercarme a Él libre de trampas y engaños. Y me lo agradezco profundamente porque así cuando le estoy escuchando y Él pueda verme; tendrá la satisfacción de ver a alguien que no tiene dibujada en el rostro esa tonta sonrisa del tonto, que no necesita conocerse a sí mismo porque, sabe el puerco donde se unta y sabe cada cual que hacerse pendejo no reditúa. Si estos que lo miran sin verle con el tercer ojo y le escuchan sin comprometer a sus trompas de Eustaquio en ello,  supieran realmente el supremo esfuerzo que hace el Maestro Perfecto, al menos en verdad prestarían atención a sus palabras. Yo que sigo teniendo el mismo problema con mi píloro que tuve de chica, lo sé y por eso desde el fondo del corazón me sale decir: ¡Gracias Maharaji!  Si no fuera por ti no sabría cómo quitarme ese fardo de encima.

Friday, June 25, 2010

LAS TORRES QUE EN CIELO SE CREYERON.

Hay gente que cree estar sintiendo paz en sus vidas hasta que aparece alguien, que ha usado a los convencionalismos sociales y sus hipócritas normas para hacer palomitas de maíz tan imaginarias, como todo lo que sale de una mente totalmente desquiciada que prefiere imaginar al amor; antes que hacer del amor toda una celebración. Más no hay que culpar a la herramienta sino al que no la usa exactamente para lo que fue diseñada. Seguramente que el lector se habrá tropezado con alguien que se precia de estar en contacto con la realidad, mientras que con sus actos demuestra estar más perdido que una vaca, en el Mall de Las Américas. Me ha pasado más veces de las que desearía pero recuerdo a una de ellas, que fue mi jefa cuando fui contratada como limpiapisos en un lujoso condominio del Downtown en Miami.
Se trataba de una señora ya entrada y pasada la cuarentena, que hacía esfuerzos sobrehumanos para mantenerse con el aspecto externo de una adolescente y el mismo grado de inmadurez que una adolescente que todavía siga en pañales. Para poder mantener el empleo y los $8.50 la hora que percibía como esclava asalariada, traté de evitarla todo lo más que pude. Pero por lo general esa gente necesita de alabanzas y que las tengan muy en cuenta. De manera que casualmente nos encontrábamos mientras que yo pasaba el mapo por el piso y ella esperaba que yo le dijera lo espectacular que lucía. Procuré comportarme a la altura de las circunstancias, tratando de que no confundiera los cumplidos con otra cosa. Pero fue inútil porque la persona que está a mil años luz de la realidad, no le queda más que estar equivocada. Y es evidente que en una habitación a oscuras, no puede encontrar uno el entendimiento claro, digo…si es eso lo que está dando por perdido.
Con métodos muy pueriles, trató de ir ganándose mi confianza hasta que un día me llevó a su oficina para preguntarme, en confianza y como si yo no le viera el colmillo; sobre mi preferencia sexual. Si no hubiera visto a tantas personas que no tienen una vida propia y plenamente satisfecha, meterse en lo que no les importa; me habría quedado estupefacta pues mi preferencia sexual ni a mi madre le importaba. Afortunadamente, pues a mí me parece que esa pregunta se hace, únicamente si se está interesado en tener relaciones sexuales con la persona a la que se le hace la pregunta. Y eso fue precisamente lo que le contesté pero muy diplomáticamente, porque estaba en juego mi empleo de limpiapisos. Lo que es decir que le dejé claro que yo sólo era una limpiapisos que no ganaba lo suficiente, como para correr con gastos elevados como son los de cirugías plásticas, ropas de marca, perfumes caros y otras boberías por el estilo, por lo que si fuera lesbiana ni me pasaría por la mente declararle mi amor. Pareció quedar satisfecha con mi respuesta pero a la semana, fui cortésmente despedida.

Parece ser que la pobre señora que deseaba aparentar lo que ya no era, no comprendió que en el carnaval de la Vida algunos usan caretas bien pegadas al rostro y otros se dedican a arrancarlas. Comprendo que también pude aclararle la duda dándole una respuesta más concreta y para ponerme a su altura, hacerle un comentario banal con el que ella se hubiera sentido identificada como este; de que Salma Hayek come insectos para mantener la línea. Más hubiera sido a costa de perder la espontaneidad que no me sirve para mantener un empleo, pero me hace sentir muy cómoda conmigo misma. Además cuando el destino me enfrenta con este tipo de cabezas de chorlito, recuerdo la letra de ese bolero que dice: “Las torres que en el cielo se creyeron… un día cayeron en la humillación”.
Desde muy pequeña comprendí que teniendo a la Vida de mi lado, nunca tendría nada que perder que me hiciera perder el sentido de mi vida. Una madre magistral y en verdad impecable como amiga, le dio alas a esa manera de ser y el resultado es que a los que buscan mi aprobación sin aprobarse a sí mismos, esto es lo más diplomático que les tengo que decir: “Dentro de mi toca una orquesta cuyos adagios y arpegios pueden mezclarse con los tuyos cuando quieras, pero cuando te vayas de mí recuerda que mi orquesta seguirá tocando para mí, las melodías más bellas. Y en eso tú, no tienes absolutamente nada que ver”.

http://www.youtube.com/watch?v=m2CjmJw4L0M&NR=1

Thursday, June 24, 2010

PECADOS DEL CUBANO.

El primer pecado del cubano fue su aprecio desmedido por el estándar de vida y el progreso.
El segundo pecado fue que antes de 1959 su moneda nacional valía más que el dólar.
El tercer pecado fue hacerle la música al mundo...
Pero el peor pecado de los cubanos, fue levantar una ciudad de lo que fuera un terreno pantanoso en Florida para convertirla en el puerto estadounidense; hacia las Américas y un punto obligado del turismo mundial. Quien les niegue este pecado a los industriosos cubanos, está divagando o es un acomplejado.
Entonces, ¿los cubanos son malos, regulares o simplemente muy buenos?
Jesucristo dio una pauta para la conducta humana cuando dijo: "Por sus obras los conoceréis". Así que ya tienen en Miami una regla para medir a los cubanos.
Yo no soy de ascendencia cubana. Tampoco creo que los cubanos lo sean, pues los verdaderos cubanos fueron los indios Taínos, Siboneyes y Guanahatabeyes que poblaban la hermosa isla, pero fueron exterminados por quienes luego dieron origen al nuevo pueblo cubano.
Creo que la expresión "cubano" viene siendo como un título de nobleza. No se puede decir siquiera que cubano sea una raza. En el pueblo cubano hay de todo: blancos europeos, negros, mulatos y hasta asiáticos.
A mi entender, el cubano no es más que un proyecto genético bien concebido en un lugar llamado Cuba. Creo realmente que el cubano es distinto a todos los demás latinoamericanos. Tal vez sea su posición geográfica o su herencia euro-africana la que los hace tan especiales.
Los cubanos hablan alto, gesticulan con las manos, son prepotentes y se ríen de todo el mundo, pero también de ellos mismos y de sus desgracias. De su dolor sacan arte y de su alegría hacen verdaderas zarzuelas.
El cubano no suele ser racista, pero sí es clasista. "Lo bueno que tiene Miami, es que aquí todas las aguas cogen su nivel", me dijo una vez un amigo cubano refiriéndose a las castas sociales, supuestamente eliminadas en Cuba para que la chusma se mezcle con las capas altas y educadas.

Sin embargo, el cubano liberó al negro mucho antes de que los negros estadounidenses fueran libres. En Cuba nunca se les llamó afrocubanos sino, simplemente, cubanos. El negro de Cuba es tan cubano como el blanco o el mestizo.
No obstante, los cubanos, en especial los de Miami, son uno de los pueblos más vilipendiados en el mundo. Creo sinceramente que hay mucha envidia en esas críticas. Molesta mucho su éxito extraordinario, sus cinco congresistas en el Congreso de EE.UU, su enorme poder económico, su influencia política, su afán de trabajo y progreso, la imposición de su idioma, sus costumbres, y mucho más.
El cubano por su ingenio y laboriosidad nunca podrá escapar a su destino. Siempre tendrá a su lado al hermano Caín y al amigo Caín a todas esas razas y etnias que no soportan el éxito de los demás y quieren aplastar a los triunfadores.
Yo vivía en Miami en los 60s, cuando los cubanos empezaron a llegar en grandes cantidades. No tenían nada, sólo un gran orgullo y un inmenso dolor de haber tenido que dejar a su bella isla detrás. Pronto me di cuenta de que esta gente no había llegado a Estados Unidos en busca de un plato de comida. Venían con alma de colonizadores, en busca de progreso y libertad de ideas y expresión; y conquistaron estas tierras, para luego levantar a la gran urbe cosmopolita que es el Miami de hoy.
¿Qué habría sido de la isla de Cuba si a su pueblo no le hubieran truncado la creatividad y el espíritu empresarial?
Probablemente sería la verdadera "Perla de las Antillas", envidia de América Latina y de muchos pueblos más.
Los cubanos son comparables con la comunidad judía e italiana en Estados Unidos, que se levantaron triunfantes después de años de vicisitudes.
¿Qué sería de Miami si algún día se marchan los cubanos?
Ningún otro pueblo lograría imprimirle tanto sabor y alegría a la ciudad de Miami. Por eso me gusta tanto la letra de la canción de la cantante cubana Marisela Verena...Nosotros los cubanos y el resto de la humanidad.......

Firma: Andy Bergen. Un orgulloso estadounidense que admira a los cubanos

http://www.youtube.com/watch?v=Lj0cUinCeRU

Wednesday, June 23, 2010

¡MAESTRO, MAESTRO!

Antes de reconocer en mi madre a un ser humano íntegro y extraordinario, tuve que aceptar que ella era prácticamente la única persona que me aceptaba tal cual yo era y encima de eso, era capaz de hacer por mí hasta lo que por ella misma no haría. Nunca le dije mamá, me parecía muy seco para alguien que como ella destilaba dulzura; mezclada con una firmeza total y muy convincente. Le decía mami, aunque ella se merecía que le dijera: Maestra. Más yo no sabía aún que todo lo que soy, se lo debo en gran parte a ella. Y no por lo que conversara conmigo, siendo que ella era alguien que cuando hablaba;  merecía  ser con mucha atención escuchada, sino porque siempre respaldaba sus palabras con sus acciones. Sólo los que no estaban claros con respecto a ellos mismos y sus verdaderas intenciones, podían advertir alguna contradicción o incongruencia en ella, pero ¿quién necesita saber la opinión de los que no tienen criterio propio? Que suelen ser los mismos que prefieren vivir de las apariencias y por ausencia de autoestima, pretenden inflar sus egos, con las variables corrientes de la opinión ajena. Mendigando  artificiales palmaditas de aprobación y ofreciendo falsas lisonjas.
 Cualquiera puede enseñar letras, ciencias y cálculos pero no cualquiera, tiene la gracia para enseñar sobre la vida y es a una persona que pueda hacerlo convenientemente, a la que le llamo: Maestro Perfecto. Pues puede que en nuestra negación de nosotros mismos lleguemos a considerarnos imperfectos pero de la Vida como tal,  no creo que nadie se atreva a decir semejante blasfemia. Porque lo que nos permite a todos existir y admirar las maravillas de la Creación, ya sea que sepamos quienes somos o nos creamos más rastreros que una cucaracha; tiene que ser lo más perfecto que existe. Si alguien no lo entiende, puede entonces hacernos el favor a los demás de quitarse la vida, porque como bien dice mi mejor y único amigo: “las víctimas todo lo apestan”. Y resulta  este planeta y la Humanidad que lo habita lo que necesitan es embriagarse con el perfume de Dios.
   Y esto me lleva a remontarme más de dos mil años atrás, hacia una historia que ha superado el olvido de los siglos. En la que se habla de un Maestro Perfecto que predicaba la Paz entre los hombres y mujeres de buena voluntad, viviendo bajo el yugo de un Imperio que declaraba la guerra siempre que esta sirviera a sus ambiciosos intereses y por consiguiente terminó siendo crucificado. Pues la hipocresía y su compañera la demagogia; tienen mucho más de dos mil años. Surgió exactamente desde que el ser humano opinó, que con las palabras podría convencer mucho más que con los hechos. Y eso fue lo que llevó a ese Maestro Perfecto, a señalarle a los que le decían: ¡Maestro, maestro!, que se necesitaba algo más que la idolatría para ayudarle en su ministerio y apoyarlo en la labor de darle luz al mundo. No sabe Jesús cómo puedo entender su dolor que ya existía, desde antes del episodio del calvario porque me ha tocado ver a otros discípulos, igual de cerrados que los que le siguieron para luego dejarlo abandonado a su suerte.
 Mi único y verdadero Amigo también ha tenido durante más de cuarenta años que soportar a esos eternos parvulitos que de la cintura para abajo funcionan como adultos humanos  y de la cintura hacia arriba actúan como sabandijas. Aunque una y otra vez les diga que sabe que muchos de ellos le oyen sin escucharle y echan por tierra lo que a Él tanto le cuesta levantar, ellos siguen en la misma tónica tibia y desabrida como si del chaparrón que de labios de un Maestro Perfecto sale, no hayan podido absorber ni una sola gota. Amado amigo mío, sólo tú sabes cuánto te comprendo y si esto le llegara a la niña de tus ojos, sólo me gustaría que supieras que uno de tus soldados rasos está listo para combatir contigo; donde quiera que lo ubiques. Mi corazón que ya es tuyo, se pone a tus órdenes y que seas tú quien diga dónde puedo ser más útil.
Tan acostumbrados estamos a desconfiar de nosotros mismos, desde que admitimos que no somos parte del plan divino y nos acogemos a los convencionalismos sociales; que cuando el Maestro Perfecto aparece en nuestras vidas en lugar de estar listos para darle nuestro amor a cambio de Su Paz, lo que nos atrevemos a hacer es descargar sobre sus hombros todo el peso que la ciega idolatría representa. En un acto de victimismo y ausencia de elemental consideración supremos. Si no saben lo que representa para un ser extraordinario, tener que convivir entre personas que pretender hacer de la mediocridad un arte, es porque no lo han tenido que sentirlo en carne propia. Y si no saben diferenciar a la peste del olor, es  definitivamente una prueba de que perdieron el sentido del olfato interno. E imaginar que pueden sentir el perfume de Dios no les llevará la paz a sus almas. Porque la imaginación puede servirnos por un rato pero… ¿quién no sabe la diferencia entre un beso real y uno imaginario?
No es que quiera asustarlos aunque sé que tener la autoestima por el piso, lo hace a uno sentirse muy cobarde, pero según mi particular punto de vista me parece que  el deseo del discípulo Pedro de que lo crucificaran como el anticristo, o sea en posición invertida, no es más que la prueba de que nunca se perdonó el haber dicho alguna vez: ¡Maestro, maestro!, para luego no sólo negarlo tres veces sino además esconderse, mientras que su sagrado Maestro se las arreglaba sólo y con el favor de Dios; en medio de un nido de víboras. Y es verdad que eso pertenece a un pasado que se nos recuerda con la Basílica de San Pedro, pero lo que tiene actualidad es que como se hace aún en el Vaticano; ir a Dios rezando pero con el mazo dando. Y nadie se escapa de la filosofía de los adoradores de la argucia, que poseen fe ciega en que mil palabras dicen mucho más; que un solo hecho. Que mueven su lengua sin mirar el techo de vidrio, para llamarle traidor a Judas, pero se la pasan dando puñaladas traperas y poseen un Máster en Ciencia-Ficción. Además de que recibirían  un diagnostico de mitomanía que cualquier siquiatra estaría pronto a darles, si es que estuvieran dispuestos a someterse a un psicoanálisis porque me consta; que a nadie le gusta que le confirmen que no tiene la razón. Y eso incluye  a los que necesitan camisa de fuerza y celda acolchonada aunque lo disimulen tras una fachada mística  iluminada con un fuego fatuo.

POR TAMBIÉN HABER SIDO VÍCTIMA DE MI PROPIO EGOÍSMO Y HABER SUFRIDO HASTA LO INDECIBLE, POR NO APARTARME DE LO QUE NO ME DEJABA VIVIR EN SANTA PAZ, LES DIGO: “DEJEN YA DE HACERSE PENDEJOS Y… ¡MIRENSE EN EL ESPEJO!”. EN EL QUE MEJOR PUEDA REFLEJARLES EL ALMA, QUE TAL VEZ PODRÍA ESTAR PRISIONERA HABIENDO SIDO CREADA LIBRE POR ANTONOMASIA. LOS QUE ESTÉN HARTOS DE AFERRARSE AL VICTIMISMO Y DE DAR SOLAMENTE LÁSTIMA PORQUE SÓLO ESO LLEVAN ENCIMA, QUE VISITEN LA PÁGINA: www.wopg.org . Y LOS QUE QUIERAN SEGUIR DANDO GRIMA EN LUGAR DE IR EN POS DE LA EXCELENCIA, MEJOR HAGAN CLICK EN EL ENLACE QUE ESTÁ MÁS ABAJO A VER SI SE ANIMAN…

Friday, June 4, 2010

UNA IDEA BRILLANTE.

   En un intento desesperado por encontrar a las personas más sumisas y ponerlas a trabajar para ellos, los grandes zánganos de la colmena han descubierto que pueden usar la prueba grafológica para elegir únicamente; a los que están más dispuestos a hacer cualquier cosa por dinero. No desean arriesgarse a contratar a un disidente laboral. El disidente laboral es una persona común y corriente, a la que no le importa limpiar letrinas por 1000 us anuales pero dejando claro que está vendiendo su fuerza de trabajo, no su alma al amo capitalista o comunista que para el caso; son sólo las dos caras de una misma moneda. Esta prueba grafológica les sirve a los que apoyan la teoría de que el hombre, sea el lobo del hombre. Pues con ella pueden discriminar más sutilmente aún,  a los que no cambian la integridad por dinero, cualquiera que sea la cantidad. Y si quien lea esto no tiene una idea de lo que es la grafología, permítame informarle que:


“La grafología es una técnica proyectiva y descriptiva que pretende analizar la escritura, con el fin de identificar o describir la personalidad de un individuo e intentar determinar características generales del carácter, acerca de su equilibrio mental (e incluso fisiológico), la naturaleza de sus emociones, su tipo de inteligencia y aptitudes profesionales y, para algunos grafólogos, sirve para diagnosticar el grado de salud o enfermedad física y mental. Aunque sus defensores se apoyan en evidencias anecdóticas, la mayoría de los estudios empíricos realizados no han sido capaces de confirmar la validez de sus afirmaciones. Por ello es generalmente considerada una pseudociencia. No debe confundirse grafología con la caligrafía forense o, más apropiadamente, peritaje caligráfico, una disciplina utilizada en criminología con el propósito de comparar escritos y determinar, por ejemplo, si un documento fue firmado por la persona que se supone que lo hizo”.

  Contando con que entre la masa laboral, siempre les será factible encontrar carneros que desean ser pastoreados, los colosos del billete que pastorean grandes rebaños de ovejas; listas para ser trasquiladas, pretenden hacer de los artistas que legendariamente han sido reconocidos como espíritus libres; unos pobres indigentes que tengan que mendigar un mendrugo de pan, tal como ellos tienen que  suplicar para poder perdonarse a sí mismos el haber perdido los escrúpulos humanos, por todo lo que perderan irremediablemente al exhalar el último aliento. Ganancias que en fracciones de segundo, se les convertirán en pérdidas irreparables.

  Para no seguir haciéndole el juego a estos ilustrísimos pendejos, al menos admitamos que esta es una brillante idea con la que los cuervos que Dios cría creyéndolos seres divinos, tratan de encandilarle la vista  para dejarlo ciego y que no vea lo que hacen. Este es tan sólo un aviso a los espíritus libres, para que se enteren de que ya existe una nueva técnica para poder detectarlos. Así que si quieren obtener un empleo para poder subsistir, teniendo claro que la vida se la ganaron con el primer aliento, mejor será que no vayan a buscarlo usando el ingenio que los hace divinos. Mejor practiquen cómo pasar por retardados y cuando les den un papel, escriban puros garabatos. Les dejo a su elección si dejan o no correr la baba por una comisura de los labios, para ser más convincentes.  No creo que con esa actuación  logren conseguir un puesto de supervisor, pero al menos podrán limpiar letrinas manteniendo las manos tan limpias, como las tenían cuando llegaron al mundo.

NOTICIA EXTRAIDA DEL Atlas EN YAHOO  hace 11 horas 15 mins

En busca del trabajador perfecto

Cada vez son más las empresas que utilizan una prueba grafológica para elegir al candidato ideal. Una nueva técnica que las empresas utilizan para saber si los aspirantes son aptos para el puesto...