Saturday, October 30, 2010

DE GUSANO A MARIPOSA.

 Al llegar la cuarentena o sea, cumplidos unos 14 400 días de nacidas, algunas personas deciden finalmente escuchar el llamado de la Vida que les susurra en silencio que en cualquier momento, podría desear irse el espíritu que anima al cuerpo y que todavía es tiempo de disfrutar plenamente de la existencia. Los que se han dedicado a deleitarse con vivir incluyendo al inevitable sufrir, que es consecuencia de pretender luchar contra lo inevitable, y sienten que hay algo más por experimentar en esta existencia; intuyen que es tiempo de comprometerse con lo que les llevará de vuelta a Casa. Para ello solo necesitan sentirse hartos de repetir lo mismo, creyendo que usando el mismo método podrían obtener un resultado diferente.

 Estos ruegos del corazón que se suceden unos tras otros y que nos invitan a sentirnos plenamente satisfechos mientras que tengamos esa posibilidad a favor,  sólo los escuchan los que no se han dedicado a insensibilizarse hasta el cinismo y por tanto, conservan sus sentidos fielmente ecualizados. Supongo que cualquiera sepa lo que es ecualizar pero para estar segura, mejor anoto que ecualizar en equipos de alta fidelidad,  es ajustar dentro de determinados valores las frecuencias de reproducción de un sonido; con el fin de igualarlo a su emisión originaria. En el caso de los sentidos humanos que sirven para relacionarnos tanto con el entorno como con el universo interior, la fidelidad no es similar a la supuesta entre dos amantes que posiblemente no se aman más allá de sus genitales, sino que esta fidelidad está relacionada con la lealtad que siente uno hacía sí mismo.

 La fidelidad a uno mismo tiene mucho que ver con prestarle más atención a los dictados del corazón, que con guiarse con fe ciega por los mandatos de una mente que ha sido moldeada; para hacer de un individuo soberano un ser social que sea esclavo de los convencionalismos sociales y de los dogmas tanto políticos como religiosos. Es un compromiso con uno mismo que evita que entre uno y la dicha que uno tiene derecho a experimentar, no se interponga absolutamente nada ni nadie. Dicha fidelidad es la que garantiza que por sobre todas las cosas de este mundo, nuestro más caro anhelo sea el de estar en paz con nosotros mismos y una vez que esa paz sea sentida, usar esa luz para reconocer que la prosperidad tiene más que ver con los divinos tesoros que cada ser humano posee en su interior, que con los bienes gananciales acumulados que se perderán en un abrir y cerrar de ojos. 

 No recuerdo haber conocido a un niño que dudara de su valor y que dedicara preciosos segundos de su existencia, a preocuparse por obtener prebendas que le garantizaran una estimación afectada por la acumulación de cosas materiales. Tiene un niño que renunciar al carácter extraordinario que le caracteriza desde que le penetra un hálito de vida, para convertirse en un adulto inseguro de sí mismo que deba hacer depender su autoestima de recursos externos. Estos que reniegan de su naturaleza sublime y tienen que suponer una grandeza que está dada por ostentar una mezquindad sin límites, lo único que le pueden proporcionar a otro ser humano  es un nicho para moverse  dentro de un círculo vicioso entre trabajo y riqueza imaginaria; que constituye una estafa.

 Así como sólo puede amar al prójimo el que se ama a sí mismo, nadie puede estafar a otro sin antes engañarse a sí mismo. Y cuando la conciencia está mugrosa por el rechazo a percibir su invaluable utilidad, es natural que al contemplarnos en ella nos devuelva una imagen distorsionada de lo que realmente somos, por eso me gustaría decir que aunque el tiempo es una ilusión en la que cualquiera queda atrapado fácilmente; en este transitar por la eternidad hay un reclamo que se repite sin cesar, recordándonos que no hay absolutamente nada que sea tan preciado y exquisito como esta vida que nos ocupa, y que se nos da única y exclusivamente para vivirla intensamente.

  Hasta los que se conforman con creer, debido a que han olvidado un saber innato; no le imputarían a la Divinidad ninguna cualidad mezquina y por eso los creyentes, independientemente del credo que acepten en sus mentes con fe ciega, admiten que Dios es, entre otras cosas;  Todopoderoso y Omnisciente. Y si algún intermediario les asegura que todos los seres humanos están hechos a Su imagen y semejanza, no tienen dudas en aceptarlo sin cuestionarlo siquiera. Por eso no me explico que en este mundo existan personas que, lejos de actuar como si la esencia divina morara en ellas, elijen desechar la posibilidad de ser simplemente divinos con tal de poder convertirse; en pobres esclavos de las miserias humanas. Ignorando así que el poder creador obra a través de ellos y por consiguiente, en lugar de favorecer en este mundo un clima de armonía entre todos los seres vivos, se dedican a crear unas condiciones que hacen que lejos de sentirse la vida como una dulce y maravillosa fantasía hecha realidad, más parezca una pesadilla infernal puesta en marcha por una mente desquiciada.

 Si gusta llamarle Dios a la Vida está bien, de cualquier modo la Vida seguirá siendo independientemente del nombre que un ser humano le dé, simplemente porque la Vida o Dios o la Divinidad, por fortuna no le debe a los seres humanos Su existencia. Hasta los que se sienten endiosados saben que no pueden estar por encima de la Divinidad, y aunque parecen pasarlo por alto, también ponen en evidencia que el precio a pagar por pretender ser superior a otro ser vivo es caer en un profundo abismo, del que no es tan fácil salir. Esclavos de la codicia que no tiene piedad con sus sirvientes, a esos pobres usureros que se sienten vacíos por dentro, se les puede ver hasta en sus últimos días de vida reclutando esclavos cuya mano de obra abaratan; con tal de poder obtener más dinero del que ya tienen. Como si antes de nacer en este maravilloso planeta, trajeran la encomienda de usar a sus hermanos como bestias, y como si no supieran que de este mundo no podrán llevarse ni siquiera una pestaña.

 Aunque la persona que valore mas al dinero que a sí misma, no pueda ni siquiera  admitir que el dinero y lo que se obtiene a través de este; no fue lo que garantizó la vida que le proporcionó el primer aliento cuando no poseía absolutamente nada de este mundo, aprovecho para comentar que el dinero no garantiza la llegada de un aliento vital y los multimillonarios que ya han fallecido, para beneplácito de sus herederos, aunque hayan inutilizado sus existencias al menos sirven como una prueba irrebatible de ello. Mi mejor amigo siempre me recuerda que, antes de que el ser humano eligiera andar en penumbras durante una fugaz existencia, la fórmula para garantizar una vida plenamente satisfecha era: PAZ Y PROSPERIDAD.

 Y siendo que la paz mora en el corazón de cada ser humano, sólo se necesita echar mano a la claridad que la chispa de inteligencia divina nos proporciona; para desear contactar con ella. Una vez en paz consigo mismo, el ser humano puede percibir notoriamente que es el depositario de un tesoro del que puede disponer a su gusto, y cuya abundancia le permite ser en verdad generoso. Nada tengo en contra de los que eligen ser marionetas de la avaricia ni de los que aceptan sin chistar,  ser víctimas de un ruin usurero, comprendo que ya bastante tienen ambas partes con ir en contra de la esencia que les permite respirar por un breve plazo, pero como con dinero o sin escrúpulos humanos siguen siendo como yo, simples seres humanos; me gustaría recomendarles que se tomen unos instantes de una vida que dura un promedio de 25 550 días, para reflexionar sobre lo que  están haciéndose a sí mismos. 

 Pues si bien es cierto que en su vulnerabilidad, el ser humano puede estar expuesto a ser afectado por quien se perjudique a sí mismo, en su infinita grandeza  dada por el incalculable valor de cada aliento vital, también puede evitar llegar a convertirse en un gusano ruin y despreciable; que nunca conocerá el poder contenido en el mágico aleteo de una mariposa.  

Saturday, September 11, 2010

CUANDO LA CLARIDAD LLEGA, CHILLAN LAS RATAS.

Esto de ser todo lo claro que uno pueda no es una tarea fácil. Sobre todo si uno deseara que los demás, le quisieran tanto como uno pueda llegar a quererse a sí mismo. De ahí que a los niños se les haga tan difícil establecer una comunicación abierta y real, con los adultos que se han realizado la lobotomía parcial; sin necesidad de una intervención quirúrgica. Es de todos sabido, porque hasta las cacatúas y los pericos lo repiten continuamente; que los niños y los borrachos son capaces de sincerarse cuando la ocasión de demostrar el valor de la sencillez, lo propicia. Aunque debo aclarar que los niños lo hacen con la inocencia de la infancia y los borrachos con la astucia de una zorra.

 De modos que queda claro que a los niños la verdad no les pica ni les mortifica. Por eso no chillan cobardemente cuando la madre les dice no lo que quieren oír, sino lo que necesitan escuchar y no se traumatizan, cuando reciben unas nalgadas de uno u otro progenitor destinada a bajarle los humos que a los niños, a veces también se les suben. Estos humos se forman cuando la llama del amor se cubre con el tapete de la ignorancia, y el niño se confunde hasta llegar a creerse que puede tratar a algún ser humano, como si fuera una bestia que vino a este mundo a soportar a un bufón engreído, y reírle lo que no son “divinas gracias” sino “grotescas payasadas”. Si a los niños no se les bajan los humos, es por rendirse ante las evidencia al ver a sus parientes creyendo ser las últimas coca colas del desierto, o portándose como si fuesen los “elegidos” por la Diosa de la Fortuna. A estos niños  se les presenta un dilema y es el de dejar de ser servidores de la Verdad que llevan adentro, para convertirse en sumisos sirvientes del autoengaño que de la mentira es, el mejor de los aliados. Y entonces eligen ser hipócritamente educados, antes que seguir siendo indómitamente espontáneos y sinceros hasta con ellos mismos.

  Si algo de cierto hay en este mundo es que la Verdad nunca ha sido bienvenida. Lo supe cuando de muy pequeñita leí acerca de los animales mitológicos y pude ver que las características de estos; casualmente, coincidían con las “cualidades” de algunos de mis seres queridos. Y les llamo seres queridos no irónicamente porque yo si los quería, era una niña y comprendía perfectamente que ellos a mí; no podían quererme  un poco más de lo poco que se amaban a sí mismos y por otro lado, yo los quería como me amaba a mi misma. Sin esperar de ellos nada de lo que a mí misma me daba simplemente porque los que a sí mismo no se quieren, nada útil de sí mismos pueden dar. De ahí que se hayan inventado los cumpleaños, que para el alma no tienen significado alguno puesto que un alma encarnada puede tener en verdad millones de eones de creada. Pero los cumpleaños sirven para reunir a los que “normalmente” no se pueden ver ni en pintura y para que el presunto homenajeado, pueda recibir un regalo o una limosna de amor de los que no se sienten cómodos estando únicamente; en sus propia compañías.

 Como los tiempos de la mitología habían quedado atrás cuando nací, hace aproximadamente 18 250 días, de niña no vi la necesidad de decirle Medusa a una abuelita cuando podía decirle viejita chismosa, o Minotauro a un tío cuando podía decirle gorila vestido de verdeolivo, ni Arpía a alguna “amiguita” de mi madre cuando podía decirle víbora envidiosa; de manera que cuando alguna de estas cosas mitad humana y mitad bestia me buscaban la lengua, esta siempre encontraba la manera de decirles exactamente lo que mi innata visión era capaz de ver. Cuando uno es niño y no está contaminado por el deseo de agradarle a los disfuncionales, siempre expresa lo que el corazón tenga para decir porque ese niño sabe, que no se ve bien sino con el corazón y que lo esencial es invisible para la vista aunque uno tenga de visibilidad: 20-20.

 Siendo así, está de más decir que cuando no me llovían los insultos entonces era peor, porque los que se creían mayores a pesar de no tener ni una gota de madurez; me embarraban con esa baba melosa, engañosa y  repugnante que los hipócritas usan para  cegar al corazón y engatusarlo como si este fuera una miserable rata. Luego a mi madre, mejor amiga y dueña de mi corazón (sin complejo Edípico que manchara la relación), le costaba algo de trabajo limpiarme con sus palabras llenas de compasión y sabiduría, para  quitarme de encima lo que me tiraban  esas desequilibradas criaturitas que decían quererme obviamente; sin sentirlo. Con el tiempo pude confirmarlo pero como guerra avisada, no mata soldado…

 Tuve la fortuna de tener una madre que sólo en ella confiaba y que me repetía continuamente que había que ser en verdad muy malagradecido, para pedirle a la Vida algo más que la posibilidad de Ser o Existir que esta nos había dado. Era una mujer tan excepcional mi mejor amiga, que nunca me hizo sentir la ausencia de un padre, muerto en vida; nunca le escuché una queja a pesar de tener dos aneurismas cerebrales de nacimiento, nunca se lamentó por la falta de dinero o de cualquier otra cosa y hasta me hizo testigo de cómo cada quincena durante ochos años, le regalaba su sobre con el salario a mi padrastro. Por eso nunca he podido entender a esas mujeres que soportan que les pisoteen la dignidad, con tal de permanecer con el mismo tipo durante toda la vida. Me cuesta creer que haya personas que prefieran hacer ostentación de sus enfermedades, siendo que la posibilidad de sentirse saludables la tiene al alcance del corazón. Y  no comulgo con esas mujeres con complejo de garrapatas que tratan a su pareja, ya sea hombre o mujer; como si esta fuera el perro al que hay que desangrar para que ellas y sus crías, puedan sobrevivir. A los hombres que hacen esto con una mujer los califico de cobardes abusivos que seguramente, trataron a sus madres como si estas fueran unas perras llenas de garrapatas entre las que el hijo, era el rey.

 En resumen que nunca tuve que buscar a una amiga porque en casa, ya tenía en mi madre a la mejor de todas. No tuve que mendigar el falso cariño de los que no se amaban a sí mismos, porque mi madre me confirmó con su presencia que yo no había nacido para ser una pobre menesterosa. Y aunque no me salvé de las garrapatas, tuve la suerte de encontrar en un Maestro Perfecto  al mejor amigo y además, el mejor garrapaticida  del mundo. De manera que ya están advertidas esas ratas de cloaca, que en cuanto ven un rayito de luz se espantan y que se burlan de los cerdos con complejo de alcancía; esos que pisotean las perlas de la sabiduría de los siglos, pero con ellos se restriegan el hocico creyendo que nadie las mira. Sepan que no vine a este mundo con el propósito de recibir alguna muestra de afecto ficticio, proveniente de una rata chillona o de un cerdo usurero.

 No coincido ni comulgo  como esos que dicen: -“Más merezco pero con sentirme poca cosa me conformo”-. Es que mi madre me enseñó y mi mejor amigo me recuerda constantemente, que los seres humanos somos magníficos por naturaleza y por tanto, si vamos a ser conformistas; no debemos conformarnos con algo que sea menos que la excelencia. Y esto obviamente es algo que, los que han aceptado a la mediocridad en sus míseras existencias,  puedan digerir fácilmente. Soy de esas niñas que al ver a un Maestro Perfecto en una cruz, como ejemplo del escarmiento que  en este mundo se le ofrece a los que se atreven a alzar su voz en contra de la Mentira, no sintió miedo alguno y en lugar de idolatrar a un mártir de la ignorancia cual hacen los fanáticos; como hiciera ese Ser Humano realizado sabiendo a lo que se exponía; decidió dar de su luz al mundo. Y si a las ratas les molesta la luz, pues que chillen tanto y tan alto como quieran, total que mis trompas de Eustaquio son muy selectivas y no captan la frecuencia de sonido, en la que vibran los aullidos de las humanas miserias. 

Wednesday, September 8, 2010

ACLAREMOS LO DEL TAMAÑO.

 Cuando uno se vuelve intemporal, suele suceder que la revisión de los tiempos de antes y de después de nuestra Era se hace  tan fácil, como el tragarse toda la historia de la Humanidad contada y escrita; a través de la cegata visión de los miopes mentales. Debe ser por eso que hoy pude revivir una escena de mi niñez. Y entonces pude notar los cambios aparentes y lo que al parecer nunca cambia. De los cambios aparentes no voy a hablar porque, de saber que se cumpliría mi deseo de que en el futuro; hubiese unas máquinas que lavaran la ropa por mí, entonces cuando era niña habría deseado algo así como que en el futuro todo fuera como en la Edad de Piedra. Simplemente porque es mucho más práctico, más eficiente y más barato golpearle el cráneo con una maza a una sicópata insatisfecha de sí misma, que ni vive ni deja te vivir; que trabajar como una bestia para pagar la factura del psicoanalista. Y hasta te ahorras los cuernos que te pondría la neurótica con el idiota del psicoanalista.

 Me gustaría comentar sobre aquello que no cambia, y sin importar que se haya inventando en la época de las quimbambas. Como eso de tratar a un niño como si el niño, fuera el mismo minusválido mental que sólo le pregunta tonterías. Entre esas idioteces está la famosa preguntita capciosa: -“Y ahora a ver mi cuchi, cuchi de su abuelita…y ¿de qué tamaño quiere el nené a su abuelita?”-. La abuelita, además de que está más fea que una mala palabra con falta de ortografía y que huele a rayos, con dicha pregunta le hace ver al niño que ella no sabe que el tamaño no importa. Por eso el niño le mete a la anciana una mentira del tamaño del mundo, diciéndole que la quiere de aquí hasta la luna y como algunos niños no son tan buenos que digamos; con la doble intención de llamarle lunática a la madre de su madre. A estos se les llama niños precoces pero no porque sean especiales, sino porque en un mundo donde la minusvalidez mental es el pan nuestro de cada día; el ingenio natural de un ser divino en esencia, se tiene que tomar como algo del otro mundo.

 Ahora deja ver cómo le hago para echarle una manita, a esos hombres que se sienten inferiores a los que tienen los genitales más parecidos a los de un burro; simplemente por la gracia de la abuelita babosa que le introdujo la duda, sobre la importancia del tamaño. Hay tantos idiotas intelectualizados y teóricos en este mundo, que nunca falta el que, para aparentar que es todo lo profundo que está tan lejos de ser; se pone a alabar a la duda como si a través de la duda, en verdad uno pudiera llegar alguna vez a obtener una respuesta certera. Como si nadando en el océano de las preguntas pudiéramos hallar una respuesta. Algo así como creer que un pájaro puede obtener la libertad, quedándose dentro de la jaula aún teniendo la puerta de la jaula abierta. De cualquier modo si no era la abuelita preguntando babosadas, era cualquier otro pariente midiéndonos la talla como advirtiéndonos sutilmente que si nos quedábamos enanos, ya estábamos jodidos.

  A las que serán mujeres no les importa mayormente ese asunto del tamaño, a menos que lleven a un niño atrapado en un cuerpo de mujer y sueñen con ser el macho de la película. Y está visto que para que el aspecto físico le importe a una mujer, es simplemente porque; por ahorrativa, sólo usa un porciento de su capacidad neuronal comparable con el espacio que ocuparía un garbanzo, dentro de la bóveda craneana. Pero  los hombres, a partir de que notan que pueden pasar una parte de la masa encefálica a un lugar situado en la zona pélvica; se les disminuye notoriamente la capacidad de pensar usando todo su potencial y por tanto, comienzan a preocuparse por ese asunto del tamaño. Esto no les sucede, claro está; a los hombres que no dejan de ser niños para ser hombres, porque un niño sí sabe que el tamaño no importa y además, lo puede dejar demostrado de múltiples maneras.

  Este tema que para los puritanos pudiera resultar escabroso, lo toco simplemente porque es muy común y popular en nuestros días, en los que más importa la masturbación de un cantante en el asiento de una aeronave, que el hecho de que todos los gobernantes y líderes religiosos que nos prometen la paz, estén invirtiendo casualmente sus “ahorritos” en la industria armamentista. Y luego tenemos el cinismo de preguntarnos a nosotros mismos, que por qué el mundo parece tan loco…Volviendo a lo del tamaño, dilema que ha llevado a seres humanos del género masculino al extremo de meterse a pederastas o  de meterse algo que es mucho peor y más doloroso, me gustaría dejar bien claro que si lo del tamaño importara entonces, ¿qué les garantiza el éxito a algunas  lesbianas? Una vez aclarada la duda, posiblemente la porción de masa encefálica instalada en la otra cabeza pueda regresar a su posición anterior y entonces, ya libres del peso de la duda;  puedan estos hombres tener una idea de que si el tamaño no es lo que importa, tal vez amar con algo que está situado algo más hacia el centro podría hacer la diferencia. 

Es tan sencillo que hasta un niño podría entenderlo muy fácilmente pero como dijo el Pequeño Príncipe: “No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible para los ojos”.

Thursday, August 12, 2010

“El plano de los creyentes”.

 Tal vez seas tú de esas personas tan creyentes, tan creyentes, que prefieren ignorar que poseen en su interior y a su entera disposición a la sabiduría de los siglos. Y quizás ya hayas percibido toda la claridad que habita en ti y haces pleno uso de ella, en cual caso lo que voy a escribir te resultará simplemente interesante.

 Lo que voy a transcribir a continuación es un extracto de un libro titulado "El Libro Blanco" de Ramtha. Como todo lo que se lee, esto también precisa de cierto nivel de entendimiento que debe estar precedido por la lucidez. Como no sé si quien lea esto está lúcido o deslucido, advierto que en cuanto se sienta aludido detenga la lectura porque ya no escucho reclamos, ni quejas, ni sugerencias, La ventanilla está cerrada por falta de personal. He aquí las palabras de Ramtha:

 "Te voy a decir algo sobre un plano de existencia, que si alguna vez lo llegas a ver, te entristecerá enormemente en tu ser. Es un plano habitado por muchas entidades que se están expresando en el primer y segundo nivel de conciencia. Es como una planicie, un lugar que es llano. ¿Y qué encontrarás ahí? No verás ríos y montañas, ni hierbas, ni flores, ni cielo en sus formas de luz. Vas a encontrar billones de entidades en sus cuerpos de luz, en filas infinitas. Yacen allí dormidos en su ilusión de que están muertos, porque ellos creyeron firmemente que la vida no existía más allá de la tumba. Y aunque su pensamiento aún vive compulsivo, volátil y magnético, ellos piensan que está muerto en su energía, aunque en realidad aún esté vivo. Recuerda: cualquier cosa en la que creamos firmemente, nos convenceremos a nosotros mismos de que es verdad; y cualquier cosa que reconozcamos como verdad, se transformará a sí misma en un realidad. Así de poderosa es nuestra creatividad y nuestros deseos.

 A muchas de las entidades que habitan en ese plano, se les enseñó que permanecerían muertas hasta que el Mesías volviera por ellas. Y debido al miedo, y al sentimiento de ser alejados del amor divino, aceptaron esa enseñanza como una verdad. Y así, en los últimos momentos antes de su muerte, creyeron que irían a un lugar a esperar su resurrección. Así que en este nivel hay filas y filas de entidades esperando ser resucitadas por alguien, que creen que es más grande que ellas. Aunque hemos intentado despertarlas, y hay algunos que han despertado y se han levantado; a la mayoría también se les enseñó que un diablo de algún tipo aparecería e intentaría tentarlos para que se levantaran. Por lo tanto, ellos también aceptaron esto como verdad. Y sin importar quien trate de despertarlos, ellos rehúsan despertar. Y pueden pasar miles de años hasta que se den cuenta de que están vivos y despierten de su sueño. Una enseñanza muy desafortunada”.

 Si desea polemizar al respecto, espero que esté enterado de que no soy Ramtha ni lo canalizo. De manera que si desea comentar respecto a este extracto, puede hacerlo con usted mismo o en su defecto, busque una oreja desocupada de esas que le dan a todo el visto bueno, porque no están dispuestas a escuchar ni media palabra de lo que usted le diga. A mí me parece conocido ese plano y sólo por eso decidí escribir este artículo. Al que le sirva de algo pues qué bien y al que no, pues no me interesa en lo absoluto. Por fin es que al que por su gusto muere, la muerte le sabe a gloria…

Thursday, July 8, 2010

LOS MISMOS TARUGOS DE SIEMPRE.

Por cuestiones idiomáticas tal vez no todos conozcan lo que es un tarugo, por eso aclaro que según los académicos de la lengua española tarugo, es como se le llama tanto a un pedazo de madera corto y grueso, como a un persona ignorante que no sabe quién es y por tanto, sin importar cuantos títulos universitarios ostente ni lo bien vestido que esté; cuando menos se lo piense comienza a dar coces a lo bruto y a prorrumpir en rebuznancias sin ton ni son. La historia recoge reseñas bibliográficas completas de tarugos famosos, cuyas limitaciones humanas les impidieron proyectar la condición divina y por no detectar a lo sublime que habitaba  en ellos, no pudieron hacer otra cosa que el más absoluto ridículo. Los nombraría pero no tiene caso siendo que en la actualidad hay más tarugos que seres humanos por la sencilla razón de que es más fácil mantenerse en un seguro estado de inmadurez que aceptar el reto que supone crecer y madurar. Por razones idiosincráticas a los tarugos los cubanos les decimos: comemierdas. Y ese nivel de claridad en el lenguaje es lo que hace realmente que a los tarugos, los cubanos les resultemos insufribles, supongo que por ingobernables e irreverentes que somos. Si no lo cree mire a Cuba, una perla del Caribe a la que un orangután le quiso plantar las patas encima y los cubanos en respuesta le jodimos toda la economía a un país que antes ostentaba un panorama diametralmente opuesto, solamente para hacerle ver al mundo que el gorila además de ser un miserable dictador también es un cerdo gobernante de un chiquero, y que ni para alcancía sirve.

  Los avances tecnológicos han ayudado mucho a que la simulación se convierta en un arte y que los antes ordinarios hipócritas, pasen a ser considerados unos artistas del simulacro.  De ahí que ahora parezcan más reales de lo que realmente son, esas amistades que antes, aunque las aceptaras tal cual aceptas a los animales de sangre fría; podías notarle la falsedad a la legua pues al simular que te ayudaban, lo que en verdad hacían era ponérsete encima para procurar hundirte. Atrás quedaron esos tiempos en los que podías sincerarte con cualquiera y al que no le gustara, más valía que saliera huyendo con el rabo entre las patas porque si con algo liga la hipocresía es con la cobardía, y ambas encuentran en un tarugo a un sincero devoto. En mi humilde opinión los avances tecnológicos sólo han servido para que el tarugo cobarde pueda darle zarpazos al aire, que es lo que ha aprendido a hacer porque es sabido que los cobardes y las ratas, nunca dan la cara a los que saben su verdadero valor. Más ya que está a mi disposición los uso para lo mismo que hacía antes, meterle a los tarugos el dedo en la llaga y así mostrarles que si no se ocupan de curársela, entonces sólo les quedará aferrarse al lastimoso patrón del victimismo que aparte de patético; no les ofrecerá una manera para saltar la línea sutil que divide a lo ridículo de lo sublime.

  Así como lo que usan el derecho a expresarse libremente, nunca claudicaran ante los que se tragan la lengua con tal de no tener que rebuznar en público y pretenden que los demás hagan lo mismo, tampoco un tarugo se rinde fácilmente ante las evidencias que le indican continuamente sus ambigüedades y desatinos. Un tarugo puede llegar a ser tan tarugo como para alzar la voz para defender a todos los tarugos del mundo, lo cual si lo eleva a algo, es al nivel de Tarugo Supremo, que es algo similar a que siendo un cura de pueblo lo sienten en el trono Papal para cuidar a un rebaño de cuadrúpedos herbívoros; que balan en lugar de hablar. Y al menos a mi no me molestan los tarugos en lo absoluto porque lo que se hacen a sí mismos, a mi no me lo pueden hacer ni en sus más alocados sueños. A menos que incida a favor de ese acelerado proceso de bestialismo, en el que los seres humanos intervenimos para llevar a la ruina total al Planeta Tierra; para nada me puede importar que una niña haga esfuerzos sobrehumanos, con tal de llegar a convertirse en una muñeca plástica rellena de silicona. Y como no los parí, comprendo que ni una sola de mis lágrimas pueda conmover a los que juegan a los soldaditos, pero con jóvenes de carne y hueso que al parecer desprecian tanto a la Vida; que prefieren ofrendarla para que mezquinos intereses puedan alcanzar sus atroces fines.

  Espero que con esto sea suficiente para que los tarugos que lean esto, se den por aludidos y se ofendan porque de otra manera no sabrían que a la sensibilidad auténtica, la han transformado en lastimosa susceptibilidad que, independientemente de lo que deseen presumir; los hace ver como patéticas víctimas de la estupidez que asume como divinos dones, a lo que a todas luces corresponde a las miserias humanas.  Pero si quieren actuar como un chimpancé que por estar vestido de verde y llevar un escalpelo en una pata superior, ya se cree cirujanos, allá ellos con su condena. En cuanto a mí sólo me corresponde actuar de otra manera y de acuerdo con mi descendencia. Pues si la opinión que los demás tengan de mi no cuenta, la que tenga yo de mi misma sí que me importa.

VERDADERA TOLERANCIA.

Estamos viviendo una época en la que lo verdadero está demasiado empañado por el auge de lo ficticio y por consiguiente, sentimientos naturalmente sublimes como el de la tolerancia, se pueden confundir con la lastimosa tendencia a soportarles malacrianzas a los intolerantes. Los intolerantes se reconocen al probarlos pues por fuera, pueden parecer maduros pero por dentro son como esos mangos que madurados artificialmente, al lado de uno maduro de manera natural suelen resultar insípidos. A un intolerante por más que trate de esconder sus patas de lobo debajo de la piel de carnero, se le puede reconocer enseguida porque se parecen mucho a esos revolucionarios que luchan por la libertad de expresión, y cuando toman el poder eliminan la libertad de expresión. Y también a esos pobres viejitos dogmáticos, reprimidos y dizque representantes de Dios, del Hijo y del espíritu Santo, que van rezando pero con el mazo dando y promueven la tolerancia hacia curas pederastas mientras con el dedo acusador, señalan como pecadores que  arderán en las llamas del infierno, a los homosexuales que lo único que hacen, es amar más allá de las diferencias en los genitales.

  Aunque parezca increíble, siendo lesbiana de nacimiento y porque me da mi reverendísima gana, ya que nunca me ha importado más la opinión que otro tenga de mí que la que yo tenga de mi misma; hoy recibí de parte de un pobre infeliz que a lo mejor su madre no le enseñó a maquillarse correctamente, un comentario que pretendió ser un insulto y que, acostumbrada a convertir los reveses en victorias, tomé como punto de partida para escribir este artículo que dicho sea de paso, no aspira a estar en una quinta columna sino en la columna final por eso de que los últimos; serán los primeros. Por esa compasión natural que sentimos todos los seres humanos incluso, hacia los bichos que son vulnerables a los insecticidas, me gustaría que los que se sienten infelices víctimas de la ignorancia  no se sintieran ofendidos por lo que escribo, pues mis escritos no están dirigidos directamente a ellos. A mí con quienes me gusta meterme es con los pejes gordos; esos zánganos que se creen superiores al resto de la Humanidad y que sí saben lo que están haciendo, pero pretenden navegar con bandera de pendejos.

  Aquellos desequilibrados mentales  y anorgásmicas neurasténicas que a pesar de tener canas en salvas sean las partes, todavía están culpando a sus progenitores de haberles desgraciado la existencia, lo único que me inspiran es lástima pero sucede que la lástima, es un sentimiento demasiado indigno para un ser humano; que es en esencia divino. Así que debo decir que no siento por ellos absolutamente nada simplemente porque la nada, nada inspira. Disfruto más de explicarles a los que como joya falsa, sólo tienen un ligero baño de oro; que Dios no es un avaro cicatero y tramposo como ellos, y que constantemente les está arañando la superficie para obligarlos a sacar el cobre. No teniendo más que hacer como no sea disfrutar plenamente de mi existencia, me deleito señalándole a los sinvergüenzas demagogos, que al engañar a los demás también se están engañando a sí mismos y para colmo de males, cuando ya no abran más sus párpados a la realidad de este mundo; ese ridículo bestial lo tendrán que ver una y otra vez porque sus bellacadas, aunque insistan en ignorarlo, se están imprimiendo en la magnética cinta de video que les regaló la Suprema Conciencia, que muchos conocen como Dios aún sin tener plena conciencia de la presencia divina, en ellos mismos.

 Mi mejor amigo y el único que me ha demostrado serlo, pues a los otros parece atraerles mi amistad tan sólo cuando pueden ser excelentemente retribuidos; a cambio de dar lo mínimo que puedan ofrecer de sí mismos, me recordó hoy algo que constantemente me repetía mi mejor amiga y madre: “Mantén el equilibrio, nunca sacrifiques tu esencia por nada ni por nadie”.  Y supe que de alguna manera mi madre seguía conmigo porque el amor es algo tan real, que traspasa las barreras del tiempo, las distancias y cualquier otro elemento que sirva tan sólo para sostener la ilusión de un sueño. Como prueba de gratitud por ese momento mágico que hoy me regaló la Vida, para recordarme exactamente quien yo era, soy y seré,  me gustaría aprovechar para recordarles a esos  intolerantes que se disfrazan de compasivos hijos pródigos, mientras que no le agradecen a Dios ni un hálito de vida del montón que reciben y que les permiten estar vivos;  que lo más invaluable ya está cayendo sobre ellos en lo que ellos, se exceden de malagradecidos pidiéndole a Dios insignificancias.

 Solicitarle a un intolerante que vea las semejanzas que existen debajo de las aparentes diferencias, sería tan inútil como pedirle peras al olmo, además es característico de la gente de estrechas miras; pasarle por alto a las cosas esenciales que hacen de este fugaz paso por la Existencia, un paseo verdaderamente disfrutable. No obstante como la esperanza es lo último que se pierde y la claridad siempre le ha ganado la guerra al Oscurantismo, para los que creen que tienen que reducir a la masa encefálica al tamaño de un garbanzo o que un chorizo instalado dentro de la bóveda craneana, se puede generar algún pensamiento valioso y coherente; dejo aquí este sitio web que puede ayudarles a despertar de un sueño que no tardará en convertirse, en la peor de las pesadillas. Y siento mucho que sus ataques pueriles, no obtengan la respuesta que puede esperar tal nivel de bajeza. Prefiero responder con la clásica bofetada con guante blanco simplemente porque NOBLESSE OBLIGUE.

  Este es el sitio Web que puede contribuir a transformar en ser humano, a cualquier persona que crea ser una humana sabandija. Así de mágica es esta página: http://www.wopg.org/    

Wednesday, July 7, 2010

VIVE Y VACILA

 Antes y al menos en Cuba, recuerdo que para ubicar a un niño que se desubicara las madres recurrían al método más auténtico: la espontaneidad. Nada de ir a consultar a un librito titulado: “Como criar a mi hijo”, algo que a todas luces resulta tan estúpido como ir a consultar el “Kamasutra”; cuando uno está sintiendo placer en la práctica. Claro que como en cualquier otro país, también estaban esas madres supuestamente buenas, tratando de emplear técnicas más sofisticadas. Esas que cuando las veo, siempre me recuerdan el dicho que afirma que: la gente feliz siempre es buena pero la gente que pretende ser buena, por lo general es infeliz. Aunque se les puede tolerar en realidad resultan intolerables porque, sin que la madre espontánea se los pida; ahí se dejan ir con una retahíla de consejos para que usted los siga al pie de la letra y también asuma las consecuencias si al llevarlos a la práctica; hace de sus hijos unos pobres pendejos.

  Esa precisamente es la gente que no desea vivir y vacilar de la vida todo su encanto. Al parecer con tener la Vida no les es suficiente y estas personas  desgraciadas por cuenta propia, entonces se ocupan de ponerle zancadillas al que va encantado de la vida y arrollando en una carnavalesca conga; en lugar de llevar cargando en los hombros al miedo y a la culpa mientras arrastra los pies por el peso de esa cruz. La diferencia entre las personas de ambos grupos estriba en que unos, viven y vacilan la vida en el Paraíso Encontrado mientras que los otros; sueñan y dudan mientras que van en busca del Paraíso Perdido peregrinando a través de un Valle de Lágrimas. En Cuba vacilar no significa titubear, dudar, desconfiar, preocuparse o cualquier otra cosa que indique falta de determinación, sino que más bien se entiende como tener la firme resolución de sacarle a la Vida todo el jugo y disfrutarla a la manera de cada quién.

  No quiero extenderme más en el tema pues he comprobado que a los que viven y vacilan la vida, les gusta todo lo que yo escribo pero los que saben que de la vida han probado solo los buches amargos y eso, porque no están chupándola por el lado correcto; se sienten heridos en lo más profundo de la importancia personal y luego me los echo de enemigos. Y luego de leer esto pruebe a bailar para que compruebe por sí mismo, si se le coló alguna piedrecilla en el calzado. A veces nos hacemos tan expertos en lo que practicamos que lo que mejor se nos da, es engañarnos a nosotros mismos.  

http://www.youtube.com/watch?v=zSKVCYtiHzE&feature=related

Tuesday, July 6, 2010

CÓGELO SUAVE.

 Si esta simple frase la leyera un ciudadano del Universo, que hubiera nacido en cualquier estado del territorio mexiquense; bien podría darle un sentido erótico pero en Cuba es tan solo una expresión para calmar los ánimos cuando están caldeados. Como a los cubanos cuando son sinceros, no se les da eso de poner al mal tiempo buena cara porque les parece muy hipócrita, cuando les dan un motivo para encabronarse simplemente se encabronan. No se andan reprimiendo el encabronamiento para propiciar que en otra ocasión,  el resentimiento se disponga a dar la puñalada trapera. Y como la ira es tan mala consejera aún siendo justificada, cuando a alguien  se le calienta el coraje nunca falta el pacifista;  que le pasa la mano sobre los hombros al encabronado  y le dice:- “Cógelo suave, mi hermano”-. 

  En el caso de no haber perdido de vista el delgado hilo que divide a la lucidez de la demencia, ese simple enunciado puede tener el poder de bajar los humos y hacerle reconocer al que se dejó provocar, que no tiene que caer tan bajo como para desgraciarse preciosos instantes de una vida que no se ofreció  a sí mismo, sino que es más bien un regalo que se le ofrece a uno como mismo uno puede ofrecer el amor, cuando está lleno de ese sentimiento que se reconoce de inmediato porque unifica los que aparentaba estar distante. Nótese que en esta locución de “cógelo suave”, no hay nada que huela a pensamiento filosófico ni que sepa tan repugnante; como ese consejo no pedido que a menudo ofrecen esas personas que presumen de lo que carecen y además predican sin dar el ejemplo. Sólo se trata de una simple sugerencia, como esa que le ofreció un médico a una paciente neurasténica cuando le dijo: -“Señora no debería tomarse la vida tan en serio. Recuerde que no saldrá viva de ella”.-

  El cogerlo suave más que una visión filosófica, revela un modo de vida dirigido a extraerle a la vida todo su jugo; para poder salirnos de ella plenamente satisfechos de haberla vivido. Trata sobre permanecer en contacto estrecho con esa realidad que nos recuerda, que mientras el presente está garantizado, el pasado y el futuro nada importan. Sobre estar informado que la vida es en sí misma el propósito y que para disfrutarla plenamente; fue precisamente para lo que fuimos creados todos los seres vivos. Se refiere a tener claro que si no es aquí y ahora donde se puede experimentar el reino de los Cielos, entonces tendría que ser el Creador una bestia inmunda y desnaturalizada echando hijos al mundo, sólo por el placer de ofrecerles una existencia desgraciada y miserable. Y en un profundo lugar de nosotros mismos, sabemos perfectamente que de esa Divinidad habla en silencio cada sentimiento que nos eleva y que nos permite brillar desde adentro hacia afuera.

  Cualquiera que no estuviera de acuerdo con que todas las personas, tengan el mismo derecho a expresarse como mejor les parezca; pudiera cuestionarme el trabajo que me tomo para escribir este tipo de recordatorios. Nunca falta el inconforme que prefiere señalar sus propias fallas a través de otro, que ni siquiera le ha tirado un hollejo de naranja. Más si le interesara podría responderle que no me resulta trabajoso en lo absoluto, porque es tan sólo un servicio que hago para de algún modo, compensar un regalo de valor inconmensurable que recibí gratis. Y si esta explicación le resultara insuficiente entonces tendría que decirle cubanamente:- “Cógelo suave mi hermano. Que la solución a tus fallas no está en sufrir con lo que yo gozo”-.

   

Sunday, July 4, 2010

Un hijo, un árbol y un libro.

 Dicen que hemos cumplido el propósito de una vida cuando hemos tenido un hijo, hemos sembrado un árbol y hemos escrito un libro. Yo digo que eso es fácil de hacer pero sabrás que has  cumplido el propósito de la vida, cuando hayas comprendido profundamente que el único responsable de tu felicidad es esa persona que ves; cuando te miras al espejo. Y sabrás que tu vida tiene un sentido insondable e incuestionable, cuando tengas la valentía suficiente como para no dejar que nadie se interponga entre tú y la dicha que brota de tu interior, ya sea que la sientas o la desprecies por ir tras gentes o cosas que te la prometen pero nunca te la podrán ofrecer simplemente, porque ser feliz es un asunto particular que corresponde a quien reconoce que es a la Existencia; a la que le debe su vida.

 En lo referente al hijo lo difícil no es concebirlo y aunque duela un poco, tampoco lo es traerlo al mundo, lo difícil es darle el mejor de los ejemplos y mostrarle que a menos que lo desee, no tiene que ser víctima de la estupidez humana porque por cortesía de la vida, cuenta con una sabiduría que le permitirá mantener claras las ideas y puros los sentimientos. Para el árbol sembrar, basta con conseguir una semilla y plantarla ofreciéndole los mismos cuidados y el tiempo, que todo en esta vida requiere, si reconocemos que la Vida es sagrada desde sus propios cimientos. Y para el libro, se necesita haberse ocupado uno de nutrir a su mente con las ideas más sublimes y haber usado cada aliento para acometer con confianza y entereza los actos más nobles. Sin estos ingredientes también se puede escribir un libro, pero este será como una hostia y su lectura resultará igual de desabrida. Para escribir algo que merezca ser leído, es necesario primeramente cortar las ataduras que nos encadenan a los conceptos. Algo que sólo se logra cuando es más importante el peregrinaje al santuario interno, que proclamar a los cuatro vientos una creencia que al lado de un saber, resulta insignificante.

 Un hijo, un árbol y un libro son fáciles de conseguir, pero no te los podrás llevar contigo cuando las alas del último aliento, te abracen para llevarte con él. Te lo puede asegurar alguien que después de haber cumplido con estos tres requisitos, seguiría  sintiéndose igual de incompleta que si no lo hubiera realizado, si no fuera por haber descubierto un universo interno que seguirá conmigo, mientras la respiración me acompañe y que me llevaré conmigo, cuando tenga que dejar aquí al hijo, al árbol y al libro. 

Thursday, July 1, 2010

ENTRE EL AMOR Y EL MIEDO.

Si en lugar de andar husmeando en las vidas de los demás y de invertir nuestra energía aparentando lo que no somos, nos dedicásemos a observar nuestras propias vidas; además de poner más interés en hacerla plena también notaríamos, cómo es que nos movemos constantemente entre el amor y el miedo. El movimiento que nos eleva, favorece el  aceptarnos tal cual somos y el otro nos envilece; ya que nos obliga a desconfiar incluso de nosotros mismos. Cuando amamos a alguien, podemos ver todo su potencial aunque esa persona tenga un comportamiento miserable, simplemente porque el amor reconoce al ser sublime que se ha subestimado a sí mismo. Pero el amor es consciente y por tanto, de ninguna manera podría sentir lástima por un ser extraordinario en esencia. La lástima es un sentimiento indigno que siente un ser humano por sí mismo, cuando cambia el poder del amor por el amor al poder. Ese poder empleado para subestimarse a sí mismo, hace lo mismo que el poder del aprecio por la Vida, pero en sentido contrario. Porque contrae la grandeza innata del Ser, hasta dejarla nula o vacía de significado divino.

 A costa de lo que sea y sin usar una milésima de sentido común con un miligramo de sentimiento,  tratan de imponer su opinión una caterva de desequilibrados mentales que en posesión de un delirium tremens; creen que están endulzando el té que pretenden tomar, con cuadritos de azúcar imaginarios y agregándole leche imaginaria, sacada de una vaca imaginaria. Y la cosa se pone tan tremenda, que aquello que se podría considerar como natural pasa a ser una aberración y las aberraciones se convierten en las cosas más naturales del mundo. Vea nada más con la esclavitud, antes para un espíritu libre era inadmisible  convertirse en el esclavo de otro y ahora, lo más habitual es coger de criada hasta a la madre que te parió y se considera a un vil negrero como un respetable padre de familia. Hubo un tiempo en que la amistad, era como una planta que se cultivaba entre dos y ahora lo que se usa es que una; sea la garrapata de la que considera su perra. No veo qué necesidad pueden tener dos seres de luz, viviendo una experiencia fugaz en la carne; de sentirse uno por encima del otro o tomar ventaja de la natural necesidad de dar que tiene un niño, que crece y madura sin dejar de ser el mismo. Simplemente cuando veo que todos nacemos, vivimos y morimos, eso es más que suficiente para ubicarme en que no soy mejor ni peor que nadie.

 Y como existen personas que han hecho de la lucidez un mito, cuando alguien comprende en verdad algo tan simple de percibir, entonces lo llevan al cadalso o lo elevan a la categoría de imagen religiosa. Todo por no tomar la vida por lo que es: un viaje. En el que te suceden miles de aventuras y unas veces celebras las victorias que tendrás que recordar, en los instantes en que te sentirás derrotado. Pero si por mantenerse a salvo, alguien prefiere evitar que la vida guíe sus pasos también esa opción está disponible. Y si no que lo digan esas mujeres que han visto como se marchitan, cual flores colocadas en un jarrón al que no se le cambian el agua. Esperando inútilmente por una caricia que en verdad las haga sentir vivas, pero sin saber que cuando el amor va por agua, se vuelve a ir al ver que está seco el abrevadero. Saben todo eso de que el amor es la fuerza que mueve a la Tierra, pero no sienten cuando esa energía las penetra y las pone en movimiento. No saben que son seres sublimes inmersos en recipientes temporales, que vienen a disfrutar de la intemporalidad y sentir a la divinidad encarnada. Para luego partir llevando consigo el conocimiento que la experiencia trae consigo.

 Cuando el amor no está, es lógico que el cinismo penetre y que no importe en lo absoluto convertir un edén en un chiquero. Y cuando la indiferencia cual hiedra, se va pegando en el alma; puede suceder el inconveniente de sustituir la experiencia por la imaginación  haciendo de la insatisfacción lo más corriente y de las lamentaciones el único consuelo. Así es como una criatura divina destinada para la satisfacción plena, languidece esperando un milagro o viendo en la muerte la mejor de las salidas. Cómo si eso tuviera algo que ver con el Plan Divino para cuyo cumplimiento fue creada. Este ha sido el patrón que nos ha sido impuesto, por personas que han preferido amar el transitorio poder mundano; antes que amarse a sí mismas. Seres que han envilecido sus almas hasta el punto de obligarlas a transformar una verdad en mentiras y un paraíso en un nido de culebras donde el ser humano común apenas puede tratar de sobrevivir unas veces intentando amar y la mar de veces hundido en el miedo a ser tragado por la mediocridad que insiste en las imperfecciones humanas con el fin de ocultar la naturaleza divina que el Creador le imprime a su obra maestra.

 Ignorar quienes somos es lo que propicia la labor mezquina de los que abogan por el oscurantismo que sigue siendo el mismo del Medioevo a pesar de que lo quieren disfrazar con adelantos tecnológicos que nos separan de nuestra esencia y nos hace ser más falsos en nuestras relaciones personales. Porque no me van a hacer creer que esos regalitos virtuales y los mensajes electrónicos que la mayoría de las veces, no proceden del corazón; sustituyen a una mirada, un abrazo y el auténtico intercambio de aprecio entre dos seres que en realidad hacen UNO. Esos que en sus insaciables ansias de poder se han dedicado a transformar la vida en un cuento fantástico, donde las guerreas fratricidas no son cosas de película y la ruina de todo un planeta es más que evidente; gracias a los gerentes de Dormimundo que prefieren el ronquido profundo a disfrutar la magia estando despiertos; están logrando sus objetivos.

 Estos lacayos del amor por el poder transitorio, cuentan con que la mayoría tiene un miedo que les encoge y paraliza, cuentan con que los mediocres se ocuparan de echarle porquería a los que no se crean el cuento; de que los seres humanos son unos pobres esperpentos pecadores, cuentan con una jauría de fanáticos que pueden inmolar a los que se atrevan a alzar la voz para proclamar la verdad, cuentan con una horda de ignorantes que prefieren matar, antes que estar verdaderamente informados. Pero con lo que no han contado es con que la Paz, siempre será la que diga la última palabra. Porque este Planeta con todo lo que lleva encima, no lo crearon los seres humanos ni fue concebido para que el hombre se convirtiera en el lobo del hombre y arrasara con todo lo que pudiera a su paso. Es cierto que no se puede acabar en pocos años con el hondo mal en muchos años hechos pero también es verdad que la luz de una pequeña vela puede eliminar siglos de oscurantismo. Busquemos adentro de nosotros mismos esa chispa de conciencia, que puede salvar a la Madre Tierra de la ruina y  elevar al ser humano hacia la realización del potencial para el que fue creado. Nada estará perdido, mientras que existan seres humanos dispuestos a poner sus corazones en el intento.      

http://www.youtube.com/watch?v=orsktN9Q_BI&feature=related

Wednesday, June 30, 2010

LOCURA EN EL OESTE.

Como al parecer estamos inmersos en el lodo de las suposiciones, cada vez que no podemos tener la certeza de algo; entonces nadie me negará que podemos suponer que la expresión: “¡Locura en el Oeste!”, proviene de la fiebre del oro que se desató en los colonizadores europeos, llevándoles a hacer el desatino de desalojar de sus tierras a los aborígenes que eran, sin lugar a dudas,  los originales pobladores del continente americano. Algo así como si ahora mismo llega a su casa un lunático, y le ordena que saque de la casa que usted renta o paga una hipoteca, a toda su familia y que se larguen todos con sus bultos a otra parte. Bueno, eso de desalojar a los auténticos habitantes de sus tierras no lo hizo un  sólo desequilibrado mental, en realidad muchos dementes estuvieron elaborando el proyecto, le dieron el visto bueno y le dejaron a las bestias la parte de la carnicería de vidas humanas.

 De ahí en lo adelante y para doblegarse ante los poderosos del mundo,  ha habido que adaptarse a la idea de que son los desquiciados mentales los que tiene el derecho, a dictarle a la lucidez las pautas a seguir. Así es como ha llegado a parecer normal, que una madre le diga a su hija que lo único que tiene que hacer en su vida es buscarse un pendejo, con una billetera bien abultada. Y que si quiere saber lo que es el amor, entonces que se dedique a ver telenovelas de por vida, para que quede lo suficientemente tarada y no note como cambió sentir el verdadero amor por conseguir estabilidad financiera. Esa madre pasa por alto que con ese aparentemente inocuo consejo,  ayuda a la hija a morir en vida soñando con que está viviendo. Por no buscarme más líos de los que tengo encima, no voy a mencionar lo que hacen los padres que les muestran a los hijos que con billetes suficientes, pueden comprarse una barbie de carne y hueso y ponerla a parir. Ni a los que con el ejemplo, los invitan a morir en una guerra fratricida que no se trata de un juego con soldaditos de plomo, y que evidentemente satisface a mezquinos intereses.

 ¡Locura en el Oeste! Damas y caballeros. Los hijos pretendiendo que deben recibir honores de los que no se han hecho merecedores. Los hijos pretendiendo ser padres cuando todavía ni a hijos llegan. Los hijos dejando a sus padres en un asilo después de haberles sacado el jugo. Los hijos de la Vida que no bajan humildemente la cabeza, ante la nobleza de la Vida que los mantiene vivos, a pesar de que nunca se convierten en árboles grandes y fuertes capaces de dar dulces frutos, y brindar cobijo a todos los pájaros del monte. Hablan de gratitud y se limpian los mocos con una realidad creada para que gocen y no para ser usada como servilleta. Hablan de amor y sus corazones están tan helados, como el de la reina de las Nieves. Hablan de autoestima y se desprecian con toda el alma. Hablan como cotorras, pericos, cacatúas y papagayos, sin hallarle el sentido a una sola de sus palabras. Esas aves parlanchinas no lo notan, ¿por qué estas que sólo lo aparentan, tendrían que hacerlo?

 Con el valor sucede lo mismo, todos sabemos que provoca admiración pero no todos los que hablan de la valentía, saben lo que es darse el valor que uno mismo tiene simplemente porque algunos, han preferido a la cobardía como vestimenta. Aunque le quede muy mal semejantes harapos a un hijo de Rey, son muchos los que prefieren exteriorizar una mediocridad adquirida; en lugar de mostrar abiertamente la naturaleza extraordinaria de la esencia, que les permite existir. Entonces la cubren con el velo hipócrita de la falsa modestia. A esos que hablan del valor sin saber lo que es porque con esas mieles, sus labios aún no han sido tocados, les dejo las palabras de un hombre sencillo con una grandeza tal, que derriba todas las barreras habidas y por haber a su paso:

"Si tuvimos la fuerza para llegar a la situación que hemos llegado en esta tierra, seguramente tenemos la fuerza para lograr la paz. ¿Pero es algo que realmente queremos? Porque si es así, está dentro de todos nosotros. La paz no requiere de oraciones, sino de comprensión y determinación. No definiciones sino claridad. La determinación y la claridad son la base sobre la cual construir la paz. Incluye, no excluye a los demás. Mira las similitudes, no las diferencias. Creo firmemente que si queremos la paz, podemos alcanzarla. La prosperidad sin paz nos lleva al caos. Crea la paz y habrás creado un escenario en el que la prosperidad puede bailar. Si pudimos ir a la luna, podemos cubrir la distancia entre un corazón y el otro."
                                                                                                          MAHARAJI.

Tuesday, June 29, 2010

Y ESO A TI QUE TE IMPORTA

 Esta no será una oda al buen decir pero constituye una alabanza a la sinceridad. Ya que tratará sobre una frase típica del argot cubano, que sólo los cubanos muy hipócritas no utilizan para además de ser unos farsantes, poder aparentar que tienen una buena educación. Antes de proseguir debo advertir, que eso de que no hay cubano hipócrita es un mito, cualquiera sabe que la hipocresía no respeta fronteras geográficas y si un cubano no lo piensa dos veces, para subirse con toda la familia en una balsa y atravesar el estrecho de la Florida (que ni tan estrecho es); entonces la hipocresía  no va a ser menos.

 De hecho puedo afirmar que viviendo en una dictadura, tienes la posibilidad de volverte aún más hipócrita que lo que se acostumbra en las sociedades clasistas, porque el mismo tiranosaurio es quien la impone y a nadie le gusta poner la vida en peligro. Si no es cubano y no tiene una idea de a los extremos que puede llegar la doble moral, le diré que a un niñito cubano común sus padres le enseñaban en la casa a no decir groserías y luego esos mismos padres, cargaban con el niñito a un acto de repudio para gritar como verduleras y carretoneros cosas como: “Nixon, cabrón, hijo e puta y maricón”. Vea nada más ese botón como muestra. Que explica el motivo de que a los cubanos les cueste tanto florear las palabras. Pues esa dicotomía les provoca un trauma que les hace hablar muy claro. Nada de caritas pendejas hechas con signos de un teclado, ni un discurso demagogo como para insultarle la inteligencia a alguien que si la tiene, si un cubano necesita realmente hacerle saber a alguien que tiene serios problemas con sus hábitos alimenticios, simplemente le dice: eres un comemierda. Hasta ahora no me he encontrado, al menos en lengua castellana; un apelativo que lo deje todo tan claro.

 Pero gracias a un orangután con complejo napoleónico, a los cubanos nos ha ido mucho peor que a los judíos creo yo, que por ser ateos y venerar a los orishas, y no encontramos al cabrón profeta que nos divida las aguas que surcan por el estrecho de La Florida. De modos que en la diáspora que ya incluye algunos oasis en el desierto de Sahara, los cubanos han tenido que adaptarse al clima del lugar donde hayan caído. Y excepto en Cuba y Hialeah, no hay otro lugar del mundo donde el comemierda, se interprete correctamente. Eso ha hecho que el resto de los cubanos se vean obligados a innovar y aprender otros sinónimos que no se sientan tan agresivos. Como pendejo, boludo, pelotudo, repinche, etc; que significan más o menos lo mismo, pero sin el acento cubano que es el que definitivamente le pone el toque de ácido. Para que queme… Sin ese acento tan criollo,  ese claro y elocuente “comemierda” sería algo así como una yuca sin mojo, como un congrí sin chicharrones  de puerco, como un arroz a la chorrera sin tostones y como un pollo hervido sin sal y sin mole poblano; para que me entiendan los otros emigrantes que saben lo que es estar de ilegales.

  Otra frase que un niño cubano le escucha muy comúnmente, a la misma señora que le enseña buenos modales, es; “porque me da la gana, campana” como una respuesta enfática cuando el niño pregunta algo, que no le incumbe. Para que desde pequeñito sepa estar ubicado en tiempo y espacio. Lo que significa en el aquí y el ahora, donde él es el nené y no el abuelo del progenitor en cuestión. ¿No ha visto a ese gente lela que se le queda mirando a uno y luego le dice que cree en que la otra vida fue su madre? Si no lo ha visto, entonces rece para que no se lo diga una sicótica a la que acaba de hacerle el amor, totalmente ignorante de que se estaba acostando con el enemigo. Esa gente que puede haber sido tu abuela en una vida y en otra vida tu hermanastra, pero de lo que se ocupan en esta vida, sin importar el grado de parentesco que los una; es de desgraciarte la existencia. Al menos tanto o más de lo que se las desgracian a sí mismas.

 Esas son las que nos obligan a florear el lenguaje, y hacer  como esto que le sucedió a esa pareja de lesbianas, una de las cuales; no salía del closet ni a palos. Resulta que la closetera, todo lo que tenía de bella lo tenía de fantasiosa y la belleza declinaba pero lo de fantasiosa, crecía de manera ilimitada. Hasta llegar a fantasear con que ella era Catherine Zeta Jones y su pareja, a la que cariñosamente le llamaba loca; era Antonio Banderas. El supuesto Banderas que a diferencia del verdadero, no tenía ahorrado ni un chavito cubano (0.96 us), trató de mantener más o menos el tren de vida que merece una Catherine Zeta Jones pero ya estaba pariendo chayotes porque para colmo, este Zorro no sabía robar y se estaba endeudando más que los países tercermundistas. Le daba vergüenza robarle a otro ladrón, que para hacerlo se estaba echando mucha porquería encima. Otro error de las madres cubanas, que nos deberían enseñar que la deshonestidad genera pingües ganancias. De manera que un día, después de pasarla bien, salió la fantasiosa con el tema de Antonio Banderas y la aludida tuvo que decirle:

-         Mira mamita, ya mejor vamos a pararle al cuentecito este que entre las idas a Cuba, para mantener los pocos afectos que el dinero me puede comprar y los caprichitos de la Catherine; me voy a convertir en Papillón y tú sí que no vas a querer asistir a las visitas conyugales.-

  Este tipo de respuesta que tanto puede perjudicar a uno porque es más que sabido que a los locos, hay que seguirles la corriente; únicamente la pueden dar esas personas que aman tan intensamente que pueden arriesgarlo todo y que saben perfectamente, que sólo están aquí de visita. Por eso cuando alguien viene y le pregunta a una persona de esas algo que se le parezca a: - “Oye y tú, ¿por qué eres así?”-, en lugar de deshacerse en explicaciones absurdas y disculpas pendejas prefieren responder muy simple y llanamente con un: -“Y eso a ti que te importa”-.

http://www.youtube.com/watch?v=3QY9Ytpa7Es&feature=related