Sunday, June 27, 2010

EL VERDADERO PROPÓSITO.

 Cuántos son los que se detienen al menos por un minuto para preguntarse, cuál es el verdadero propósito de sus vidas. Quiénes se lo cuestionen, definitivamente están a un paso de adentrarse en una realidad que supera en mucho, a lo que hemos tenido por realidad y que no es más que el lamentable espectáculo que desvergonzadamente exhiben las miserias humanas. Que desean hacer de la vida una mascarada porque algo, les impide tomar a la Vida como toman el agua cuando tienen sed, sin añadiduras. Y lo que les impide ver lo que merece ser apreciado, no es más que una suprema soberbia vestida con el traje de armiño del victimismo. Cuando semejante zorra, que nunca llegará en la forma animal a probar los maduros frutos de la vid; desee dejar de hacer el ridículo de creerse lo que no es entonces, y sólo entonces; es que podrá dar el paso que separa a la arpía de la princesa. Y al príncipe valiente del sapo baboso y agresivo.
 Sólo un minuto, se lo aseguro; una diminuta chispita de entendimiento humano separa a la bruja de, Blancanieves y la diferencia la hace tan sólo un beso del príncipe. El mágico beso que derrite de los corazones el hielo. El que salva de la indiferencia, la apatía y la bulimia por tratar de tragarse de alguna manera una bazofia, habiendo manjares servidos sobre la mesa que el Señor de Señores; pone a disposición de todos sin excepción. Si no fuera por ese fuego que me recorre las venas, ya sea que a mí me guste o no; hubiera quedado totalmente helada al escuchar a una persona que; se considera una devota sincera de la Verdad, diciéndome frescamente y sin vergüenza alguna que disfrutaba de inventarse un mundo de fantasías, donde poder refugiarse. Una pobre histérica creyendo ser lo mismo la reencarnación de Santa Teresita de Asís que una Mesalina. Alguien que sabe que si se sigue zafando tuercas se va a desarmar pero hace como que lo ignora. Es como si te estás helando y alguien te dice: “Mira, esa llama que todos te han dicho que quema tal vez queme y tal vez te haga otra cosa. Pero no lo sabrás hasta que lo compruebes por ti mismo”. Y en lugar de al menos darle una probadita a la llama, como hacemos para notar que del fuego de una vela lo superficial quema pero la llama azul es distinta, preferimos congelarnos.
 Pero eso pasa cuando usamos incorrectamente el libre albedrío y en lugar de elegir lo que más nos conviene, optamos ver sólo superficialmente el valor de las cosas y mantenernos lo más alejados unos de otros para no comprometernos. Pues con el compromiso viene la responsabilidad y ¿qué responsabilidad podría tener el que no está comprometido con su propia vida? Por eso hay tantos por ahí buscando no al que le jodió la autoestima, sino al que se la paga hasta con sangre. Y buscan hasta que encuentran a uno que confunden con un borrego negro, y lo llevan al altar de sacrificio. Le atraviesan un par de pinchos y lo ponen a ablandar hasta que puedan comérselo. La cosa caníbal vaya, que aunque coman seres humanos no se los comen crudo, sino guisados con papa y demás verduras. Pues lo bruto no quita los buenos modales. El caso es que los que confunden a un simple y sencillo ser humano, que reconoce su grandeza en Su esencia; con lo que no es, se llevan el gran chasco porque ese dizque cordero no vino al mundo para que le tiren encima la cruz del victimismo o el pesado fardo de la idolatría.
 Hay personas que leen esto y simplemente sonríen aunque sepan que me refiero a ellas y otras, hipócritas al fin;  que mal disimulan tras una ficticia sonrisa de silicona, una buena mentada de madres. Ficticias todas ellas hasta en el sentido en que consideran, la naturaleza misma del Espíritu Santo. Pero ahí las ves cual pericas y cotorros, cotorreando y repitiendo lo que le escuchan decir al Patrón. Nada de autenticidad, nada original que pueda tomarse como el regalo de un corazón a otro por su pureza de intención. Un pequeño detalle para que quien ofrece de su Paz, pueda percibir que sólo Amor recibe a cambio. No dinero, no idolatría, no el hedor de los que no tienen el más mínimo sentido del valor de la Existencia. Sino el amor real que brota de la gratitud verdadera. El amor que termina con eso de que Dos no pueden llegar a ser Uno. Como el de Romeo y Julieta que no precisa de firmar un contrato, que garantice mi manutención y la de mis crías.
 Esas personas que se engañan a sí mismas, pueden llevar toda la vida soñando con un amor como ese. Pero como no encuentran al amor en sí mismas, cuando el amor toca a sus puertas no le reconocen. Simplemente por quedarse atascadas en las apariencias, que les hacen confundirse hasta el punto de que se casan con el Sapo o con la Bruja y le dan una patada por el trasero al príncipe o la princesa. A mí me parece que lo que de niño no se entiende, ya luego se complica. Pues el cuento del sapo y la princesa y cualquiera de ellos, se refieren a eso que cualquiera hace cuando se mira en un espejo. Si una persona ha estado en paz con la vida, la vida le devuelve aceptación a cambio de manera que una persona así; podrá aceptar lo que se le viene encima una vez pasada la cuarentena. No será esa adolescente que se levanta radiante en la mañana, porque soñó con el príncipe y toda la magia y al mirarse al espejo ve el rostro de la bruja. Poniéndome en sus chancletas, puedo saber que sería espeluznante. Y eso también lo saben los magnates de la moda, y los que comercializan los spa rejuvenecedores, y los cirujanos plásticos, y los psicoanalistas y todo el que se beneficie metálicamente de ello. Bueno más bien, plastificadamente, porque ya el vil metal pasó a la historia. Ahora dice Máster Card y uno cree que puede comprar el Paraíso y poner a Dios a hacerle los waffles en la mañana. Después de haber dormido con Él toda la noche.   
 Y estas son las que escuchas repetir como cacatúas y papagayos: ¡Maya! ¡Ilusión! ¡Satgurú! ¡Jaysatchitaanad!, mientras que viven en un submundo de mentiritas y ni siquiera lo han notado. Y lo digo porque puede que en un momento de distracción, uno pise una bosta de caballo mientras va de paseo por el campo pero, una vez sucedido esto; seguramente que pondrá más cuidado de ir viendo por dónde camina. Pues el llevar los zapatos llenos de porquería mientras usted supone que los lleva limpios, no va a evitar que otros sientan el hedor al que usted ya se acostumbró, por no fijarse por dónde camina. Esto me recuerda un ejemplo muy sencillo, de cómo hacer para notar la diferencia entre el que sabe que lleva los zapatos limpios y el que cree que no hay pisado ni una bosta de caballo.
 Cualquiera puede notar que la caballerosidad que, en alguna época fue natural y necesaria en el cortejo amoroso, ha ido siendo desplazada por el primitivo método del garrote. Lo que sucede es que el garrote se ha ido sofisticando hasta tomar la forma de una inofensiva tarjeta de débito. Y siendo así, las damas han ido escogiendo sus sueños hasta llegar a vendérselos a un precio ruin, al mejor postor: el idolatrado egocentrismo que ensombrece, a la Llama del Amor que el Aliento Divino vivifica. Todo esto para complacer a niñas y niños que se han negado a crecer y madurar y por consiguiente, han llegado a creer que el resto de los seres humanos son sus monigotes. Y tan profunda y arraigada está esa creencia en este mundo,  que ya nadie se cuestiona si es o no es, el esclavo de sí mismo.
 Si en plena tormenta no sabes mantener la calma para que el barco no encalle o zozobre, eso significa que necesitas a alguien que pueda tomar el timón y pueda cruzar esta nave a través del océano de confusión. Es una señal de que precisas de quien te muestre la manera de ir hacia dentro y descubrir tu universo. Ese lugar donde no eres el patito feo que creíste ser, sino un hermoso cisne cuya belleza es indescriptible. Cualquiera puede decir estas palabras pero sólo uno las hace realidad: el Maestro Perfecto. Termina con las fantasías que el que vive de ilusiones muere de desengaño. Y deja de darle a tu corazón atole con el dedo. Hazte el favor de permitirle que satisfaga su hambre ahora, que está cayendo maná del cielo. Y cuando ofrezcas las gracias asegúrate de saber de dónde proceden, porque el Maestro Perfecto no merece que le tiren confetis. Merece algo más verdadero y tú lo sabes perfectamente.

http://www.youtube.com/user/satchitanand55#p/c/4E85DF78745D83DC/38/ysRH44_0QT0

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