Thursday, March 25, 2010

TREMENDO DESENCHUCHE.


 Para poner un ejemplo de lo que es capaz de provocar el desenchuche mental o cortocircuito neuronal, provocado por sobrecargar de tareas una zona de la materia gris que tiene el tamaño de una alubia, traigo a colación una frase que se le adjudica a un tal Marcel Duchamp, reconocido artista y ajedrecista francés cuya obra, según mi amiga  Wikipedia;  ejerció una fuerte influencia en la evolución del arte de vanguardia del siglo XX, y que en un desliz metafórico de una mente obnubilada expresó : « Las palabras no tienen absolutamente ninguna posibilidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases, todo se va al traste. ». Al parecer en un  intento cagastrófico de dejar demostrado que el Creador, se equivocó de medio a medio al concedernos cuerdas vocales y,  ofrecernos además el soplo que sale y entra para poder sacarles al moverlas, las más bellas y novedosas melodías. Suponiendo que fuera un sordomudo, el tal Marcel y  que estuviera de acuerdo con que un ser humano lo mismo rebuznase; que diera coces al aire, me dirigí al internet para averiguar más sobre este señor que al parecer además de sordo mudo, tenía la lengua conectada con el recto y el cerebro viajando por la Nebulosa de Andrómeda.

  Por más increíble que parezca, este mamerto que le llamaba arte a la chapucería y que se dedicaba a jugar ajedrez,  mientras que no estaba haciendo alguna chambonada creyendo ser un Miguel Ángelo Buonarotti; me recordó una anécdota sobre unos discípulos de un gurú,  que interpretaban la invitación del Maestro a escuchar el silencio interno, como que el Maestro les había ordenado que mandaran a callar a cualquiera; que se expresara desde el corazón.  Un día, estos dizque devotos organizaron un evento para que el Maestro diera una charla, y antes de que el Maestro apareciera, se dedicaron a pedir, muy amablemente eso sí; a los asistentes que antes de sentarse apagaran los celulares y lo pusieran en una caja, para devolvérselos a la salida. Paradójico que siendo tan devotos de la claridad,  no hayan tenido claro que los que van a escuchar a un Maestro Perfecto no son retrasados mentales que creen que van a una subasta, en una Galería de Arte o a un Cinepolis para ver una película de estreno. No hay que decir que al árbol se le reconoce por sus frutos, entonces he aquí resumido y desglosado lo que encontré sobre el Sr. Marcel Duchamp, y cómo derrochó toda una vida poniéndola en manos de un garbanzo coprófago:

·         Asistió a clases de dibujo en un liceo que podía pagar un papi con dinero. Su hermano había alcanzado cierta fama como pintor de carteles en París, y Marcel, que admiraba a su hermano, trató de imitar su estilo en sus primeros dibujos. Obsesionado con una hermana, comenzó pintando cuadros sobre ella.

·         Era muchas veces contradictorio en sus afirmaciones, y en ocasiones rechazó la influencia de Cézanne, mientras que en otras reconoció haber permanecido una larga temporada bajo su influjo. Se dice que fue precisamente bajo la influencia de Cézanne  que pintaría “Retrato del padre del artista”, un retrato psicológico de su padre. Que seguramente no le haría un gran favor al padre pero algunos, no dan muchos elementos para pintar un cuadro que valga la pena; el gasto de lienzo, pintura,  mano de obra y tiempo.

·         Según Tomkins, estuvo influenciado por Jules Laforgue del que le atraían su humor cínico, el desapego de sus personajes y sus juegos verbales, y por Raymond Roussel del que alababa su obra a base de juegos de palabras, transliteraciones y retruécanos. Como más tarde reveló el propio Roussel, le atrajo la «locura de lo inesperado» y el descubrimiento de una obra que parte únicamente de la imaginación del autor, pues para Roussel las obras no debían contener; «nada salvo combinaciones de objetos totalmente imaginarios».

·         Al recurrir al dibujo técnico y mecanizar el trazo, intentaba eliminar la sensibilidad personal del artista. En sus notas preparatorias juega con la ironía y altera las leyes de la física y la química. Le gustaba hablar sobre la oscilación de la densidad, la inversión de la fricción y de la sexualidad, como motor de dos tiempos; en un coqueteo con la patafísica (?). Al menos hablaba sobre la sexualidad, algo muy original de su parte.

·         Alguna vez expresó que buscó acercarse a la ciencia, pero no por amor a la misma, sino para «desacreditarla ligeramente, de una manera leve y sin importancia». Gertrude Stein dice de Duchamp tras conocerle que: «parece un joven inglés y habla con vehemencia acerca de la cuarta dimensión». Seguramente hablaba mucha más porquería en inglés porque así las sandeces, suenan más chic. Y si no lo cree entonces venga a Miami, a escuchar a las cubanas y a los cubanos hablando spanglish

·         Tras eliminar el talento en la manufactura recurriendo al dibujo técnico,  atacó a la intención consciente recurriendo al azar. Se le ocurrió cortar tres hilos de un metro de longitud y dejarlos caer al azar sobre tres lienzos.  Creyó que esa era  una forma nueva de tirar hilos sobre un lienzo, pues consideraba que, dado que la suerte de cada ser humano es distinta, el resultado del azar al tirar los hilos era entonces: una expresión de su subconsciente. Para Duchamp el número tres representaba a la multitud. El tres y múltiplos de tres aparecen con frecuencia en su obra. No sabía si lo de la Santísima Trinidad era algo sagrado o más bien se refería a un trío sexual o,  a un sándwich de queso jamón y chorizo

·         Una vez compró un portabotellas, artículo frecuente en los hogares franceses de la época, y como su nombre indica, destinado para colocar las botellas de vino pero sin la intención de usarlo para llenarlo de botellas, sino para exhibirlo como una escultura ya hecha. En una nota de 1913, Duchamp anota la pregunta: « ¿Se pueden hacer obras que no sean de arte?». Al parecer nunca se detuvo a mirar sus deposiciones fecales.

·         Estuvo buscando la manera de hacer arte con el vidrio pero tras unos meses, en los que estuvo probando a corroer el vidrio con ácido fluorhídrico, abandonó la idea porque le resultaba demasiado engorroso y peligroso dado que la reacción química emitía gases tóxicos. Entonces se le ocurrió utilizar hilo de alambre que pegaría al vidrio, con gotas de barniz.

·         En franca contradicción con su cita o citándose a sí mismo con ella, colaboró con la literatura escribiendo poesía abstracta en francés, para una revista especializada en temas abstractos. Y demostrando no conocer en lo absoluto a los argentinos, cuando estuvo en Buenos Aires le escribió a Ettie Stettheimer: «Buenos Aires no existe. No es más que una gran población provinciana con gente muy rica sin pizca de gusto y que todo lo compra en Europa». Al menos de los argentinos no podrá esperar más que histórica una rechifla.

·         El primer ready-made completamente auténtico que hizo, fue una pala quitanieves que colgó del techo mediante un hilo y tituló In Advance of the Broken Arm. Una semana más tarde compró un ventilador de chimenea y lo llamó Pulled at 4 Pins, que en inglés no tiene significado, pero cuya traducción al francés es tiré a quatre èpingles, que se puede traducir como «de punta en blanco». A excepción de la rueda de bicicleta y el portabotellas, que como se ha indicado no son ready-mades propiamente dichos, estas obras suelen tener nombres que no guardan aparentemente ninguna relación con el objeto. Ni con un miligramo de cordura.

·         En 1916 eligió tres nuevos ready-mades. Uno fue Peigne, que era un peine canino firmado con las iniciales M.D. y acompañado de la inscripción: «3 o 4 gotas de altura no tienen nada que ver con el salvajismo» Como escribió él mismo, con la inscripción pretendía transformar el acto en un acontecimiento para el futuro. El segundo fue Pliant de voyage que consistía en una funda de máquina de escribir, que consideró como su primera escultura blanda. La tercera “obra de arte” la tituló À bruit secret y se trató de un ovillo de cordel entre dos láminas cuadradas de latón, sujetas por cuatro tornillos. En las chapas de latón hay una inscripción ininteligible con palabras en inglés y francés que están incompletas y solapadas.

·          Durante una exposición de la Sociedad de Artistas Independientes  sin premios ni jurado, expuso un urinario que  había comprado. Lo tumbó y pintó el nombre R. MUTT en él. Envió su obra a los organizadores del evento con los dos dólares de la inscripción y el título: Fuente. Este fue su ready-made más famoso y con el cual hace énfasis en que no tenía importancia si el autor lo había fabricado él mismo o no, si no que era el acto de la elección lo que podía transformar un artículo de fontanería en una obra artística,  creando así un pensamiento nuevo para el objeto. Y otra bazofia más para exhibir en este mundo.

·         En 1917 modificó algunas letras en un anuncio de pintura haciendo que Sapolin se transformara en Apolinère Enameled, creando según él un ready-made rectificado pues es un anuncio, que está modificado por él supuesto artista. Luego firmó un cuadro de una escena de: Batalla del Café des Artistes convirtiéndolo así en otro  ready-made. Más tarde también dijo que se podría firmar el rascacielos Woolworth Building para convertirlo en un ready-made o, que estaría muy bien usar un  cuadro de Rembrandt como tabla de planchar.

 No dudo que un chiflado de esta categoría que más que artista, lo que  tenía era tremenda cara de palo y más poca vergüenza que una gorda en un campo nudista; haya quedado para la posteridad como una figura célebre. Eso me da una vez más una medida, de lo poco valorada que está la lucidez en este mundo. Para compensarlo dejo aquí otro video que al que no le guste,  puede consolarse con que al menos no sea uno de los  ready-made del atarantado de Marcel Duchamp. Este video clip le va a mostrar un lugar mágico donde escuchar es un arte, y reír un acto lúcido que sacramenta al Verbo.

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