Para nadie es una noticia que la falsedad que adoptamos como nuestra, para poder ser aceptados como otro más del montón, aunque requiere que prescindamos de la sinceridad que traemos insertadas desde el más allá; nos sirve para que los demás nos acepten, no como realmente somos; sino como aparentamos ser. Y esto de dejar de ser uno mismo quien mismo era al nacer, para convertirse en lo que otro u otros necesitan que uno sea; es de todos los crímenes, pecados, yerros, herejías, errores, imprudencias y perversiones la peor. Porque si tomamos por sacras las palabras de los profetas que afirmaban y afirman, que el ser humano es la obra perfecta del Creador por estar hecho; a imagen y semejanza de lo Divino, entonces ¿cómo puede alguien atreverse a convertir en algo miserable, insignificante y mediocre a semejante Obra de Arte, concebida ni más ni menos que por el Supremo Artífice?
No sé cómo habrá sido la vida del que lea esto, ni tampoco puedo comprobar si se beneficia del entendimiento humano para hacerlo o, pretende entenderlo empleando a un garbanzo cerebral; pero lo que si sé es que si se la pasó esperando a que le dieran permiso para ser feliz o peor todavía, cometió el desliz de esperar a que alguien o algo le ofreciera felicidad estable, es mejor que no siga leyendo. Más le valdría obviar cualquier tipo de lectura, pues mientras que esté haciendo algo distinto a procurar sentir la dicha, que no depende de la opinión pública; está perdiendo miserablemente un tiempo irrecuperable, irreversible y, determinado por un principio y un final. Y se lo advierto no por decirlo yo, sino porque según los que saben de la Vida mucho más que yo, lo cierto es que: HASTA DONDE PUEDAN VER TUS OJOS, ES TODO ILUSION.
Por no comprender esto en verdad, los jumentos que cargan de ilusiones sus alforjas envían a niños a matar y a morir, por una causa que, aunque no la ventilan públicamente; para nadie es un misterio que es una causa perdida por estar encaminada a que un grupúsculo insignificante (en cantidad y calidad), pueda tener mucho más de lo mucho que ya tiene para poder aparentar que son reyes; mientras que evidencian no ser más que unas pobre ratas miserables de cloaca, que olvidaron; por codicia, la auténtica naturaleza del Ser Humano. A estas alimañas, que no aceptan la humanidad que Dios les regaló desde que eran apenas un feto, y que consideran natural hacer del ser humano un cuadrúpedo que las ayude a sobrellevar sus culpabilidades, esa madre adoptiva que dice representar a un Maestro Perfecto no sólo las bendice, sino que las apoya porque dicha madrastra; necesita que la sostenga un poder que sea de este mundo. Cobrando dicho sostén muchísimo más caro de lo que cobra una mujer cualquiera, por vender sus favores sexuales Y poniendo de este modo en evidencia, que le resulta fácil predicar del Gran Poder que puso Dios en su Unigénito mientras que en la practica; demuestra que desconfía totalmente de lo mismo que pretende hacer ostensible.
Ni que señalar tengo a la multitud formada por hijastras e hijastros, que prefieren golpearse el pecho y sentirse miserables para seguidamente; ir a relacionarse con el próximo (como sucede con México se pronuncia prójimo) tratándolo tan hipócrita y mezquinamente como se tratan a sí mismos. Y dicho sea de paso, precisamente como esa fue la multitud que le gritó a Poncio Pilatos, que crucificara al peor entre todos los dos judíos. Uno rebelde con una causa divina y el otro tan revolucionario, como se declaró un tipejo que luego de 50 años, aún desgobierna lo que queda de lo que fuera la Perla de las Antillas. Uno de estos hombres considerado desposeído, sin nada que perder y con un inmenso corazón firmemente decidido, a afrontar las consecuencias de enfrentarse al poder mundano que pretendía, ilusamente; superar al Supremo Poder y el otro un zelota, empeñado en cambiar a este mundo por la fuerza y justificando el derramamiento de sangre divina. La multitud azuzada por las víboras del Sanedrín y enardecida por la ignorancia, según cuentan los textos; eligió crucificar de los dos, al que podía liberarla de la ignorancia y del sometimiento a las culebras que hicieron su nido en un Templo, dizque dedicado a la Divinidad.
Será un misterio el que una oblea de harina sin levadura, se pueda convertir en el cuerpo de un Iluminado, y no encuentro explicación alguna a que el producto fermentado del jugo de la vid; se transforme en la sangre de un Maestro Perfecto, pero lo que no es un secreto de Estado es que TODOS somos seres humanos y siendo CRIATURAS DE DIOS, no podemos ser ni más ni menos que ÚNICOS, DIVINOS, Y MAGNÍFICOS. Por eso no me explico cómo esa Santa Madre, que apoyó la masacre de cultos indios americanos, la esclavitud de bellos seres de ébano, la conversión de la mujer en sirvienta y la degradación de una criatura divina a bestia irracional, no hace nada por revelar que ha metido la pata más allá de lo que está permitido. En lugar de continuar por los siglos de los siglos predicando sin poner el ejemplo, ¿qué hace el Vaticano con tantas obras de arte en su poder, tanta influencia corporativa, tanta autoridad sobre las multitudes y tanta opulencia en la que viven sus siervos; sin hacer algo radical para eliminar la diferencia abismal entre Primer y Tercer Mundo? ¿Será que con tantos misterios habrá olvidado que su Representado era Jesús y no Barrabás? ¿Habrá tomado a Herodes, Poncio Pilatos y al César, como homólogos del llamado rey de los judíos? Nada de esto se sabe, pero lo que sí se distingue es que muchos son, los llamados a cuestionar los fundamentos apolillados y frágiles de las creencias y pocos serán los que se decidan a usar un conocimiento que ya tienen, para hacerlo.
No me tengo que imaginar que todo esto escandalizará, ¡Gracias a Dios!, a más de uno, porque sé lo fácil que le resulta al burro darle vueltas a la noria y al buey dejarse enyuntar, para que lo pongan a trabajar la tierra sin esperar a que chiste (de chistar u objetar). Pero mi vida ha sido un escándalo de principio a fin y a estas alturas del partido, no me voy a preocupar porque un cuadrúpedo ponga el grito en el cielo. Me basta con saber que de juntar a las cobras del Sanedrín con: Poncio Pilatos, Herodes, los Césares y Barrabás, no se hace ni un solo Maestro Perfecto como el Cristo, Jesús. Y por eso en lugar de inclinarme ante la opinión de los creyentes, prefiero disfrutar del honor de escuchar a alguien que, sabiendo perfectamente que no es de este mundo; a este mundo se entrega por entero sin pedir nada a cambio. Si no lo conoces, me da tremendo gusto volver a presentártelo en este video. Él es mi amigo, el único que tengo y de cuya amistad no dudo. Más a un amigo sólo lo puede reconocer aquel que, pase lo que pase; es incapaz de traicionarse a sí mismo.
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