Me cuesta creer que alguien no sepa lo que son las miserias humanas, cuando hasta un niño las puede distinguir fácilmente y sin tener que darles cabida en su noble corazón. Pero a lo largo de esta y de la vida anterior, he visto a tanta gente exhibir las miserias humanas con tanta desfachatez o, total ausencia del más mínimo recato, que a veces dudo de que todas esas gentuzas sepan que lo que muestran con orgullo; es más repugnante y mugroso que el discurso de un dictador y la demagógica oratoria de un político supuestamente democrático e ilusamente liberal. Y lo peor es que, siendo divinos los dones que el Creador nos regala; sus supuestos representantes son los más interesados en minimizarlos a costa de engrandecer; a todo aquello que bestializa a la naturaleza humana.
Para ponerlo más masticadito, no sea que se atragante alguien que todavía no sepa que lo que se da, se recibe con creces; voy a decir que las miserias humanas aparecen cuando un ser humano, renuncia a comportarse como tal para dedicarse a alcanzar el ideal supremo de una bestia que es: llegar a convertirse en un ser humano bestial. Tal cosa solamente precisa de: perder los escrúpulos humanos, obviar la regla de oro, insensibilizarse emocionalmente, ponerse una careta de palo con un disfraz de cordero y procurar que las apariencias sean lo menos grotescas posible, para no hacer el ridículo tan escandalosamente.
Teniendo en cuenta con la facilidad que un ser humano, puede rechazar los dones benditos que lleva adentro para convertirse en un engendro ruin y artero, no es justo criticar a los pobres miserables que usan tan inconvenientemente y EN CONTRA DE ELLOS MISMOS; el libre albedrío que la Divinidad con cada divino aliento les otorga sin pedirles, algo como la nada a cambio. A mi me parece que para llamarles la atención, sobre tan estúpida manera de hundirse en el lodo creyendo que son velitas en un cake de cumpleaños, lo mejor es indicar de manera expresa y notoria el ridículo que estos pobrecitos hacen, obviamente de manera inconsciente. Y sé que son inconscientes, porque nadie se atrevería a hacer el ridículo a conciencia. A menos que reciba muchísimo dinero a cambio.
Como la línea sutil entre lo sublime y lo ridículo se traspasa tan fácilmente, con este videoclip: http://www.youtube.com/watch?v=-peDvmjkF6s&feature=related, podrá apreciar el potencial que tiene cualquier ser humano para saber escoger lo que más le conviene entre: dones supremos y poderes mezquinos.
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