Saturday, January 30, 2010

SINCERIDAD ANTES QUE TODO.

Muchos lo consideran normal pero yo, no me acabo de tragar que una criatura divina, para en realidad ser ella misma; necesite negarse el ser consigo misma sincera. Me cuesta mucho trabajo entenderlo y, a veces me parece que para ciertas cosas soy muy bruta. Por ejemplo, hay gente que creen que una película es algo real y eso es algo que los actores saben que es mentira. Los actores y las actrices son los personajes de un drama que aunque se haya hecho realidad; en un momento determinado, ya no es algo que esté situado en el instante presente. Y todos los iluminados han insistido en expresar, que lo que no está vivo en el momento presente, pertenece al ámbito de la ilusión o maya. Lo cual no significa que ese algo no haya sido, sino que ya no es, y por tanto no es real. Es tan evidente, que habría que estar ciego para no notarlo.
 Esto no lo puede entender, por supuesto; alguien que afirme que la fotografía es real. Me gustaría ver si se queda conforme con tener a su madre en foto, porque a mí la foto de mi madre no me basta; me gustaría verla y escucharla y que me diga lo que necesito escuchar. Sería muy distinto a ver su foto y tener que escuchar esos diálogos, tan cotorronamente vacios de sentido que a veces, no me queda más remedio que meterle oreja. No se necesita ser un genio para saber la diferencia entre realidad e ilusión. Pero hay gente que se muere, mientras busca animalitos virtuales,  intercambia pendejaditas virtuales, hace amistades virtuales y se relaciona virtualmente con un Dios de cuya presencia, ni la más remota idea tiene. Toman toda una existencia que se les va a acabar, y no virtualmente sino de tajo; para sucintamente hablando: comer mojones a granel. Y ni se los señales, porque parece que les empujaste algo; que llevan atorado en el trasero. Porque ni tan siquiera saben que, los pájaros no le pueden tirar a la escopeta. Para ellos, así como para los que saben distinguir perfectamente la diferencia entre maya y realidad; dijo Buda que la respiración tiene el poder, de cambiar rápidamente el estado emocional.
  A eso le llaman meditar, y es el intento de ponerse en contacto con un sentimiento profundo, que la mente no puede concebir. Simplemente porque si tienes hambre y la mente trata de convencerte de lo contrario, sólo si ya se te fundieron los fusibles cerebrales; podrías hacerle caso. Segura estoy que no te pones a ver un film porno, sin llevar la teoría a la práctica y si lo haces; entonces nadie te va a criticar si agarras el teléfono y pides una ambulancia del sanatorio mental que te quede más cerca. Estaría de lujo que el iluminarse consistiera en colocarse un foco en medio de la cabeza, y lograr encenderlo con la energía que produce uno o varios gases intestinales. 
Pero no es así, ni será tampoco; algo que sucederá porque uno se repita a si mismo millones de veces; que dejó de ser un imbécil y ya alcanzó la budeidad. Y eso cualquiera lo sabría si fuera sincero consigo mismo. Yo sé que no es un asunto mío, pero si los hipócritas supieran lo fácil que resulta imitarlos; seguramente que probarían a ser sinceros al menos con ellos mismo. Este video argumenta mucho mejor este tema. Ahí te lo dejo sólo por si te interesa dejar de creer que estás vivo/a y alguna vez antes de  morir; deseas sentir lo que se siente estar vivo/a. Si lo haces, entonces agradécetelo  a ti mismo y si no, ya sabes que Dios te ofrece la vida también para que te la desgracies; sin límites ni medidas. Y CLARO, HASTA QUE VENGA A HACER POLVO DEL POLVO.

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