Wednesday, January 27, 2010

LA DICHA ES UN ESTADO NATURAL DEL SER

Cuando el entendimiento de los más profundos y verdaderos sentimientos humanos, se encuentra al nivel de los conceptos; es muy fácil afirmar que cada cual ama a su manera, que cada cual tiene su verdad y que la dicha es algo que hoy está y mañana quien sabe. Lo cual hace que no sea extraño, que alguien te quiera hoy y mañana te quiera desgraciar la vida. Y permite que parezca natural, que sea el amigo el que te clave un puñal por la espalda y que la amiga, se convierta en esa perra que quiere acostarse con tu marido. Así las cosas, no tendría nada de malo procrear tan irresponsablemente, como dos orangutanes en celo para concebir mas monos; que incrementen el número de ejemplares en la manada. Y hasta se podría considerar un pecado, el que una mona desnaturalizada prefiriera abortar antes de criar a un hijo; como si este fuera un aborto de la naturaleza.


Me gustaría creer que una persona empieza a ser feliz a partir de los cuarenta, pero esto es mas falso que la apariencia de juventud que pretenden ofrecer; esos costales rellenos de silicona que parecen muñeconas de carnaval. Y eso por no decir que como madre, no me hubiera gustado esperar 40 años para poder ver a mi hijo feliz. De lo que deduzco que para Dios, debe ser infinitamente frustrante e incalculablemente trágico, contemplar a sus divinas criaturas no sólo haciéndose infelices a sí mismas, sino también arruinándoles la vida a sus hermanitos. Y lo peor es que se sienten tan perdidos los pobres; que ni conciencia tienen de que la Divinidad no es, un Supremo Aborto de la Naturaleza. Y por eso insisten, e insisten en llevar a un ser excepcional, que no es de este mundo; a creer que es una vulgar bestia del inframundo. Supongo que esa negación de la condición sublime del Espíritu Divino, les reportará colosales y suculentas ganancias materiales, para que el vacío existencial que genera esa blasfemia, lo puedan rellenar con paja.

Entonces y para que no se confunda la amnesia con la magnesia, debo decir que la tercera o cuarta edad, ofrece una oportunidad que de más joven también se da y que está incluida en la naturaleza divina de cada criatura que nace sobre la faz de la Tierra. Pero generalmente la persona joven desea relacionarse más con los demás, y el precio a pagar por la aprobación de los miembros de su manada; es que se vaya olvidando de sí misma con lo cual, su valor comienza a mermar sin que se note siquiera. Pues al relacionarnos con personas contemporáneas (existentes en la misma época) se nos presenta la disyuntiva de, encajar en un colectivo para de este hacer depender la autoestima o, mantener la autoestima y si encajo en un colectivo ¡Perfecto!, y si no encajo ¡Que me importa! Espero que esto se entienda, porque de entender eso, depende TODO lo demás.

Y entre lo demás incluyo, el hacer afirmaciones para generalizar algo que no está, ciertamente confirmado. Pues si fuese así de categórico que la felicidad llega después de los 40, entonces cómo se explica la alegría manifiesta y espontánea de un niño. Esa parece que nadie se la explica y precisamente por eso, cuando un niño llega a este mundo; con su autoestima en un nivel prefijado por la Conciencia Divina, que creó el primer ovulo fértil y el primer espermatozoide vivo del Universo, hay tanta gente interesada en que el niño ponga su felicidad, en manos de cualquier pendejo que se la pida.

Quien justifique las pendejadas que hace, con el argumento de que sus padres también fueron unos pendejos, mejor deje de leer esto, aquí mismito. Porque supongo que todo su pendejismo, no le permitió pasar por alto eso del primer óvulo y primer espermatozoide (gametos hembra y macho), y eso pone en evidencia que sus padres fueron unos pendejos, por lo mismo que lo es Ud. Porque les da su reverendísima gana. Pues lo que no se les va a poder hacer realidad, es probar que el Todopoderoso Hacedor, es m’as bien un Grandísimo Pendejo. Sería más fácil creer que el pendejo de su padre biológico, pudo tener inteligencia para crear uno, de los millones de espermatozoides incluidos en el esperma. Porque llegar a creer que todas esas maravillas, que la Madre Naturaleza expone a la vista de un ser humano, son creadas por un Perfecto Cretino; resultaría increíble.

Ahora que me quité a los pendejos de encima, porque las víctimas de la ignorancia apestan; voy a escribir con confianza. Aunque te la barrieron tus “seres queridos” para que no fueras raro/a, tengo que decirte que feliz ya eras cuando ni sabías que ese lugar tan cálido y protector, era el vientre de una criatura divina. Tan divina como tú aunque, así como tú no sabías que ese lugar era una matriz, ella bien podría haber olvidado que su felicidad, sólo dependía de ella. Lo tuvo que olvidar, para poder encajar dentro del núcleo familiar que por disfuncional; le exigía que desechara la dicha auténtica por una falsa y transitoria, que hiciera depender el aprecio por uno mismo, de la aprobación de los que ni siquiera intervinieron en la creación, del primer óvulo y el primer espermatozoide del Universo.

La disfuncionalidad de un ser humano, y que me disculpe el disfuncional que esté leyendo esto; está dada por el esfuerzo inútil que hace un ser humano íntegro para hacer coincidir, lo que ya sabe innatamente con lo que tiene que aprenderse a huevo, o sea que se lo mete o se lo mete, no hay otra opción. Bueno si hay otra…la de los valientes que no levantan ni medio metro del piso pero prefieren, quererse ellos a que los quiera esa gente disfuncional; que no se quiere a sí misma. Son los llamados “raros”, “ovejas negra”, “pervertidos”, “dementes”, etc., etc., que ni siquiera se juntan en los “Inadaptados Sociales Anónimos” para consolarse escuchando panegíricos al victimismo, porque les importa un carajo lo que otros piensen de ellos.

Estos disfuncionales sociales que permanecen íntegros, son la perfecta prueba de que la felicidad no depende de la edad, ni de tener los genitales que no puedan competir con el de un burro, ni de tener las tetas como la vaca Matilda, ni todas esas ridiculeces que los pendejos, suelen confundir con las añadiduras de que hablan las Sagradas Escrituras. Cuento con que ningún pendejo haya leído hasta aquí, porque no me voy a poner a explicar lo que son las ‘sagradas escrituras”. ¡Ya sería el colmo!!!! No chico, es que hay cada gente… Yo veo a esos jóvenes que les puedes decir asno en su misma cara, y hasta notas que se sienten orgullosos, de que los hayas reconocido. . Y si esa es la generación del futuro, entonces no es por ponerme pesimista ni para alarmar a nadie pero, según como yo lo veo la opción más viable, es morirse y cuanto antes mejor. Pero mejor todavía es esperar al 2012, a lo mejor por fin el Señor se viene y todo cambia. Siempre una venida lo ha podido cambiar todo.

Por eso, no solamente ahora que estoy doblando la curva de la media centuria, sino desde que me colgaron el cartel de “oveja negra”, me sigo riendo cuando veo a esos jóvenes ejemplares de cuasimonos; vestidos impecablemente con una ropa, que se las regaló el Mono guía o, que compraron sin dinero para pagarla al contado, sentados en un carro que creen saber manejar y juntándose en manadas, para intercambiar gruñidos totalmente vacios del mas elemental y humano sentido común . Si la gente supiera del espectáculo que ofrecen gratis, estos aspirantes a personas mayores; dejarían de tirar su dinero en las taquillas y las cafeterías de los Cinepolis.No tienen absolutamente nada que enseñar, que sea trascendental para el alma pero en cambio; sueltan más babosadas que si los hubiera creado la Divina Babosa Cósmica. Te rebuznan en la cara para ordenarte silencio, suponen que te vas a poner a acatar leyes arbitrarias, te exigen hasta las nalgas y para dar, siéntate a esperar a que te salgan canas en el trasero, tienes que aguantar que te confundan con lo que ven cuando se miran a si mismos, en fin…que en el zoológico te la pasarías mejor incluso si el león se encabrona contigo; porque no quiere que le hagas trencitas en la melena.

A mí me divierten muchísimo, al menos antes de comer porque luego de alimentarme, me revuelven el estómago. Y eso que los estoy viendo desde que era tan joven, que hasta me cagaba en el culero; y gracias a que mi madre me hacía el favor de lavarme el trasero porque si apestaba, al menos a mi me salía valiendo madres. En cubano se dice, que me importaría un carajo y en español que me valdría un pito, pero yo lo digo como me lo enseñó la Santa Fruta Bomba que es la fruta, a la que yo le rindo culto y pleitesía. Lo dejo claro, porque ahora vivo en un país donde se permiten las libertades sociales y de creencias religiosas.

Entonces, expliquémoslo con peras y manzanas, porque esto no es algo que nos aporte dinero y entonces; los que buscan tener valor según los altibajos en la bolsa de valores, no lo van a entender ni se van a esforzar por comprenderlo. Me refiero exactamente a los que están imitando a uno o más monos pendejos, por olvidar que hay que ser un ser increíblemente evolucionado; para crear a una hormiga. Es bien sencillo y se me ocurre ponerlo de esta manera, porque de acuerdo al estado tan depauperado de este Planeta; ya no se puede uno dar el lujo, de insinuar las cosas de manera sutil y rebuscada procurando que un pendejo no se ofenda. Sobre todo sabiendo que hay ejemplares de burros y mulas con menos de treinta años, que no se sienten como tal simplemente porque se visten con ropa de marca y pueden colocar sus ancas de cuadrúpedos mal amaestrados y engreídos; en un carro deportivo marca Mercedes Benz.

En un libro escrito en 1882 por Carlo Collodi, se describe perfectamente este cuadro. Se trata del “Pinocho”, inmortalizado por Walt Disney en sus dibujos animados; y de la parte en que la zorra y el lobo lo convencen de no prestarle atención, a Pepito el grillo. Especialmente de esa escena en que el fanfarrón amiguito de Pinocho, jugaba billar sin notar que ya tenía orejas, cola y patas de burro. Y que se sentía tan importante por tener un tabaco en la boca, que no se dio cuenta de lo que estaba pasando, hasta que soltó el primer rebuzno, o que dijo la primera rebuznancia; que es como le llamo al ruido que emplean para comunicarse entre sí, esos cuadrúpedos que dejaron atrás su humanidad por considerarla absolutamente despreciable.

Algo muy comprensible para el que está convencido, de que no es lo mismo ser una mariquita que un tronco e yegua. Y que le viene como anillo al dedo, a la mula que prefiere estar pastando, dar coces al aire, rebuznar y que cuando esté en celo la monte un burro; a mostrar que tiene una chispa de inteligencia divina, adentro de ella. Hasta el verraco que vestía un uniforme militar y se ponía un habano en la boca, se hinchaba de importancia personal cuando escuchaban que le decían: “EL Caballo”. Y ahora queda contento y muere tranquilo por traspasarle el poder, a la yegua de su hermano para garantizar que el país pueda seguir siendo: patrimonio de las bestias irracionales. Y pensar que todo esto empezó, cuando un niño eligió dejar de ser para complacer a los que no sabían si eran seres humanos o borricos con apariencia humana. Estaban divididos y enfrentando a su parte auténtica con la brutalidad aprendida, y cuando el ser humano pierde o, da su integridad por perdida; entonces puede transformarse en cualquier engendro capaz de hacer cualquier bestialidad posible.

Los niños y niñas que maduraron usando la autentica dicha, que sabían perfectamente que nadie les podía robar; coincidirán conmigo y con Carlo Collodi en que el espectáculo que ofrecen esos jóvenes, que rechazan la posibilidad de vivir conscientes de su propia valía, es realmente patético. Y si ya pasaron cuarenta años contemplando la misma vaina; supongo que tengan concentrada la esperanza en el momento cumbre, que indica que aunque el espectáculo continuará’… al menos usted ya no tiene que seguir de espectador. Ni consentir en que un jumento vestido de paisano, le ordene guardar silencio.

Espero que, exceptuando a las bestias que pisotearon a su Pepe Grillo, todo esto haya resultado perfectamente comprensible. Y confío en que este escrito resulte mínimamente provechoso, independientemente de la puñeta mental que el lector o la lectora acostumbre a hacerse, para imaginar que vive su existencia intensa y plenamente mientras que tan sólo vegeta, y cuando está sobre la marcha es tan sólo para andar haciendo el ridículo con cada animalada que exhibe. Si no es así le queda el recurso de imprimirlo, cortarlo en tiritas y rumiarlo tal como hacen las vacas con el pasto. Total que las vacas son unos animales muy útiles por su cuero, por su carne, por su leche y por las ubres que alimentan al ternero y también atraen la vista del toro que la vaca necesita conquistar para que la invite, a cenar “rabo encendío”.

No voy a engañar a los que creen que, sintiéndose animales superiores a las bestias, son entonces seres humanos especiales. Pues la historia de la humanidad pone en evidencia que un animal por más superior que se sienta, a lo m’as que llega es a ponerse más bestia. La historia está llena de esos ilustres bárbaros, que no se detuvieron para aplastar a seres humanos, con tal de exhibir con arrogancia su nivel de barbarie y dejar patentizado su conflicto interno. Ese que se inicia dentro de un ser humano, por permitir que la felicidad sea un asunto ajeno y totalmente fuera de su control, que es mejor dejar en manos de cualquiera o de cualquier cosa, que no lo acompañe en su viaje de retorno a Casa.

Por mencionar sólo a unos pocos engendros que hicieron todo lo posible, por negar su naturaleza divina y por ocultar la claridad de la chispa de inteligencia sublime, que en sus corazones resplandecía , citaré a bestias aparentemente humanas que guiaron a otras, que también se consideraban bestias pero inferiores a su líder:

Atila el Huno (406 AC- 453 AC). Ultimo y más poderoso caudillo de los hunos, que gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte en 453 y fue conocido en Occidente como «El azote de Dios».

Alejandro Magno (356 AC- 323 AC) Rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado como uno de los líderes militares más importantes de la Historia (Fidel Castro es un bestial estratega militar), por su conquista del Imperio persa. Sus conquistas inspiraron una tradición literaria en la que aparece como un héroe legendario similar a Aquiles, o como el «maldito Alejandro» del libro Zoroastro de Arda Viraf; por su conquista del Imperio persa y la destrucción de su capital, Persépolis. Antes de morir pidió que sacaran sus manos del ataúd para que todos los que dejó vivos, vieran que se llevaba las manos tan vacías, como las tenía cuando nació.

Gengis Kan (1162 - 1227) Aristócrata mongol que unificó a las tribus nómadas de esta etnia del norte de Asia, fundando el primer Imperio mongol, que hasta hoy fue el más extenso de la Historia. Su nombre se escribía y se pronunciara distinto según las lenguas, pero igual era una bestia capaz de cortar cabezas con tal de que su potrero, fuera lo más extenso posible. Después de tantas conquistas y de matar y de robar y de hacer todas las bestialidades que se le ocurrieron, se murió como cualquier otro mongólico común y corriente.

Napoleón Bonaparte (1769 –1821) Caudillo militar y gobernante francés, general republicano durante la Revolución y el Directorio, artífice del golpe de Estado que le convirtió en Primer Cónsul en 1799; Cónsul Vitalicio en 1802, y ser proclamado Emperador de Francia en 1804. No satisfecho su ego enano y totalitario, se hizo coronar Rey de Italia en 1805 y perdió la corona en 1815. Sus soldados lo llamaban el Pequeño Cabo (Le Petit Caporal), en tanto que los ingleses se referían a él con el despectivo Boney y las monarquías europeas como el tirano Bonaparte, el Ogro de Ajaccio o el Usurpador Universal. Un psicólogo que lo visitó durante su destierro en la isla de Santa Elena, le diagnosticó manía de grandeza. Por eso se dice que los megalómanos son bestias humanoides con complejo napoleónico.

Adolf Hitler (1889 – 1945) Dictador militar y político alemán fundador del Partido Nacionalsocialista Alemán que estableció un régimen fascista en Alemania entre 1933 y 1945 conocido como Tercer Reich. Ocupó sucesivamente los cargos de Canciller Imperial, Jefe de Estado (Führer) y Comandante Supremo de las fuerzas armadas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Ascendió al poder durante un período de crisis económica, social y política, acentuada por los efectos de la Gran Depresión, estableciendo una dictadura totalitarista. Su régimen se caracterizó por la diferenciación racial, la supremacía aria y la persecución étnico-religiosa y política. Hitler asumió los planteamientos del fascismo italiano y en torno a su figura se desarrolló un intenso culto a la personalidad. Ordenó el exterminio sistemático y masivo de enemigos políticos y personas consideradas racialmente «inferiores» o «subhumanas», mediante la detención en una red de campos de concentración donde fueron exterminados unos seis millones de judíos así como también homosexuales, gitanos, eslavos, enfermos mentales, prisioneros de guerra soviéticos y opositores políticos a su régimen. Las estimaciones del número de personas que perdieron la vida, por esta bestia y sus secuaces; está entre 11 ó 12 millones de personas, de las cuales la mitad corresponderían al Holocausto.

Este fascista demente es un paradigma del salvajismo extremo, que ha sido considerado como un ejemplo a seguir por otros dictadores como Josef Stalin y Fidel Castro. Y constituye una evidencia de lo que puede pasar, cuando un ser humano no está en contacto con su esencia y entonces se le hace fácil considerar que la conciencia es un lujo, el cerebro un trozo de poliestireno expandido y el corazón una bomba de tiempo. Supongo que un espécimen de esa categoría, no tuvo una niñez muy feliz que digamos pero supo como compensarlo, desgraciándole la vida a millones de personas que ni lo engendraron, ni lo parieron. Pues eso es lo que los infelices pueden hacer, de una manera insensible y totalmente exenta de sentimientos humanos.

Ahora el lector tiene elementos suficientes para reflexionar y elegir si prefiere encontrar la dicha dentro de sí o, seguir buscándola afuera inútil e infructuosamente. Para ayudarlo, le dejo este video que tal vez le sirva para definir al menos; si conserva su naturaleza sublime o, la pisotea hasta convertirse en una Perfecta Bestia, como Adolf Hitler y su jauría humana. No sé como pudieron someterte y hacer de ti una mercancía, pero escucha este video que es el ruego más profundo de tu corazón, pidiéndote que seas tú mismo/a, en lugar de consentir en convertirte o cristianizarte o catequizarte o evangelizarte o trocarte o transmutarte o modificarte o alterarte o rectificarte o limitarte a ser un cuadrúpedo bovino o, borrego lanar que ayude a que funcione lo más corruptamente posible, el decrépito engranaje de un sistema putrefacto desde sus cimientos; hasta la más elevada cúspide del poder. En el fondo tú sabes que Dios te está viendo, no te hagas pendejo/a; porque no está sentado en una nube, sino dentro de ti. Al menos…y no por casualidad,  ¿no fue eso precisamente lo que afirmó, nuestro Señor Jesucristo?

http://www.youtube.com/watch?v=iAwgCNt2Kbc&feature=related

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