Monday, January 11, 2010

AL QUE LE GUSTE, BIEN; Y AL QUE NO, QUE ME IMPORTA.

Hoy escuchaba a dos personas conversando sobre la situación del mundo y resulta que uno defendía una posición y el otro la otra. Algo de lo más común entre gente no se ha dado cuenta, de que el problema no es que aquel sea capitalista y el otro comunista, o de que uno crea en Dios y el otro sea ateo, o de que a uno le sobre el dinero y el otro no tiene pero envidia al usurero. Porque esas clasificaciones son las que son un problema y lo peor es que otros se aprovechan de ellas. Esta tendencia a emplear el Yo Soy, de una manera tan burda y superficial no aparece por arte de magia, no, no, no, no. Eso es lo que nos gustaría creer simplemente porque desde muy pequeños, los que gobiernan a las masas populares o reses humanoides; establecen un programa en la educación escolar, que les garantice a sus futuros peleles que se dejen manipular y encima; crean que no pensar por sí mismos es algo natural y que no necesita cuestionarse. Y algunos se asombran cuando les digo que los científicos, han comprobado que el ser humano ordinario sólo usa de su capacidad cerebral, menos del 10%; durante toda su vida.


A mí lo que me asombra es que no todas las especies animales se hayan extinguido, y que las plantas no se hayan enterado de la tala indiscriminada e insistan en germinar, y que el mar no sea ya una gigantesca marea negra donde floten las criaturas marinas, y que los delfines (muchísimo mas inteligentes que esa gente que se cree inteligente) se dejen apresar para servir de payasos, y que el agujero de ozono no se haya convertido en un hoyo del tamaño del casco polar. De hecho hay tantas cosas que me asombran, que no dudo que cuando me muera me tengan que poner los globos oculares en una cajita aparte; porque se me salieron de las órbitas viendo tanta bestialidad humana. Y si hasta ahora los conservo en su lugar de origen, es gracias a mi madre que me advirtió desde que era yo muy pequeñita, pero igual de ingobernable; que si la sabiduría divina era infinita también la estupidez humana, podía ser ilimitada.

Supongo que se entienda que manipulando a lo bestia, las mentes de los hijos e hijas de seres humanos conscientes e inconscientes, es como los degenerados que se creen superiores a sus semejantes garantizan, obtener un poder que aunque ellos no lo puedan ver, les dura lo que un merengue a la puerta de un colegio; al menos visto desde una perspectiva como la que Dios debe tener, que es mucho más elevada que la de un reptil. De esa manera si naces bajo una dictadura (socialista, comunista o whatever), el dictador tendrá que asegurarse de hacerle a las fértiles mentecitas infantiles, que ya saben lo que necesitan saber; un lavado cerebral que le garantice a la bestia con complejo napoleónico, que esos niños y niñas serán los jóvenes que le obedecerán ciegamente y acataran sus órdenes sin chistar; aunque la orden sea la de ir a pelear a Angola para que el líder, pueda comerciar con marfil y diamante, y hasta reciba una parte del dinero que entra en un aeropuerto construido por manos de gente, que el gobierna para servirse de ellos como peones de un juego de ajedrez. Porque realmente hay que ser un tremendísimo comemierda, para creerse que un tipo que pisotea la dignidad de todo un pueblo y que no le importa si este come o se muere de hambre; pueda estar interesado por las vidas de los hijos de esa patria que destimbala, desgobierna y destruye simplemente, porque tampoco se va a quedar a vivir en ella eternamente.

Lo mismo pero más disimuladamente, sucede en los países gobernados por un régimen capitalista. Donde la libertad de expresión es tan relativa como el valor de una vida humana y la posibilidad de ganarse un salario decoroso trabajando honestamente. Solamente que en esos países, no solamente el gobernante se encarga de enviar vidas humanas a la muerte, para que un grupo de tarados que solamente dólares tienen en el cerebro; tengan más dinero del que ya tienen los muy hijos de puta insatisfechos forever. Sino que el gobernante en cuestión que sobre el capital, sabe muchísimo más que Marx y Engels; cuenta con el apoyo de esos negociantes o bisneros; como les dicen en Cuba, que emplean mano de obra humana al menor precio que humanamente se pueda; para que el empleado no se sienta como la bestia de carga que es. Y estos pobres tipos con dinero hasta para limpiarse las nalgas y que piensan con un chorizo conectado a una calculadora, porque se nota que cerebro no tienen; independientemente del partido en que militen aprovechan que hay personas, que también subestiman la importancia de una red neuronal, para exprimirlas tanto como puedan y cuando se les parece, les dan una patada por el culo y el empleado que hasta puede que sea de esos lambiscones; que se arrastran delante del jefe de una manera asquerosa, además de haber sido usado como si fuera cualquier cosa menos un ser humano, pasa de un día para el otro a engrosar la interminable fila de los desempleados.

Esto ha sido así por miles y miles de años y seguirá siendo así por la simple razón; de que a unos seres humanos Dios, en su infinita sabiduría, bondad y amor incondicional; los envía a este planeta con una piedra preciosa justo en el ojo del culo y a otras criaturitas, las lanza a la Tierra con una lata en la mano, para que sean unos limosneros miserables de por vida. Y nadie quiere cuestionar a un Dios que uno no sabe ni donde está, para aunque sea lanzarle un seboruco con un tirapiedras y decirle que ningún padre, de los que nacen y mueren como cualquier otro ser humano común y corriente; es capaz de darle a algunos de sus hijos privilegios y a los otros, tratarlos como si una puta se los hubiera regalado durante la Cuaresma. Y no debemos quejarnos, porque al menos trabajando como empleados podemos pagar un techo y un plato de comida; en el tiempo de los faraones a los esclavos los metían en una barraca sin ventanas y les daban de comer una bazofia que permitía que no se murieran de hambre y tuvieran fuerza para arrastrar gigantescos bloques de piedra.

Por eso yo no discuto con nadie sobre lo que sucede en este mundo. Ni me meto con esa gente del Vaticano, que parece no darse por enterada que mientras ellos rezan mirando para el cielo y nadando en riquezas materiales; millones de niños y niñas se mueren de hambre en varias partes del globo terráqueo. Los mismos niños a los que se refería el representado por esta gente tan distraída, cuando expresó eso de: “Dejad que los niños vengan a mí”. No deseo entrar en pique con esos viejecillos solemnes, que conciben a Dios como otro viejo resabioso que está pendiente; de lo que los seres humanos hacen con sus genitales. Total que a esos ancianos venerables, lo que lo que les queda en este plano son dos que tres afeitadas, que usan para predicar un evangelio cristiano aunque sepan que Jesucristo no predicó en una iglesia y que fue condenado precisamente por los Sacerdotes que adoraban a Dios en un Templo. Todavía no sé a cual dios pero debe haber sido a un dios vampiro con un hambre insaciable, porque para contentarse tenía que beberse la sangre de los animales; que se le ofrecían en holocausto. Este holocausto, supongo que no tenga relación con la descomunal matanza de judíos conocida como el Holocausto; perpetrada por gente muy católica que al parecer tenían a la vida humana tan devaluada, que decidieron imitar el ejemplo que les había legado la Santa Inquisición.

Y tampoco discuto sobre política, porque por más que lo pienso y lo vuelvo a pensar, todavía no encuentro la diferencia entre Adolfo Hitler y José Stalin, ni tampoco considero que Fidel Castro sea distinto a George Bush. En todos los casos lo que observo, es el mismo desprecio por la vida que según dicen los textos sagrados; tenemos los seres humanos por estar hechos a Imagen y Semejanza de Dios. Esta diferencia entre un Dios y el otro dios, es la que hace que unos se parezcan al Dios vampiro de los judíos, de hace más de dos mil años y otros se asemejen a un Dios, que considera sagrada la vida de todos los seres humanos y no necesita sacrificio de ningún tipo para sentirse plenamente satisfecho. Yo sé que cualquiera que no tenga más de dos dedos de frente y lea esto, se puede espantar y hasta persignarse; pero antes de echarme con el rayo y condenarme, algo que no me serviría ni como papel sanitario, lo reto a que trate de establecer la diferencia entre un campo de concentración en la Alemania hitleriana y otro en la Siberia estalinista. También puede pensar, sin temor a sufrir de un derrame cerebral; en la diferencia que existe entre una guerra en Angola y la otra guerra en Irak. Si no puede pensar no importa, eso solamente significa que el “cocowash” que le hicieron cuando era un niño, cuando no sabía como defender su integridad humana; surtió el efecto deseado. Y esto es algo con lo que siempre han contado esos “pastores”, que un Maestro calificó de lobos disfrazados con piel de oveja y que necesitan pastorear un rebaño que pueda ser trasquilado mientras que bala y bala. Me refiero al bala de balar, que es como se le conoce al berrido de los carneros y, a los ¡Heil Hitler! que gritaban los soldados de las hordas hitlerianas, y a los ¡Viva Fidel! y ¡Viva la Revolución! que balaban otros carneros, que se congregaban periódicamente en la Plaza de la Revolución a escuchar como un discípulo aventajado de Napoleón, se burlaba de ellos quitándoles la comida para exportarla y la dignidad para usarla como alfombra donde limpiarse las patas.

Y esto seguirá así porque los seres humanos, en su mayoría y antes de usar todo el potencial que Dios les regaló; prefieren eso a comportarse como criaturas divinas que están encarnadas por un breve lapso de tiempo. Por eso no les importa (aunque lo aparenten) que se extingan todas las especies de animales del planeta, y que unos mueran en la miseria mientras otros llenan sus miserables vidas con cosas materiales, y que los niños y niñas sean descerebrados para servir en el futuro como carne de cañón y como esclavos, y que unos hijos de puta se crean que de verdad son especiales y que trajeron un diamante en el orificio anal cuando en verdad; lo único especial que tienen es que en lugar de cerebro, usan un garbanzo con un baño de oro capaz de generar brillantes ideas, que les sirven para convertir a este planeta, en el mejor chiquero del Universo. El Maestro Jesús nos advirtió que a estos, no hay que tirarles perlas. Por eso nunca me interesó conocer el lenguaje de los cerdos, a lo más que llegué es al “oink” pero no sé ni cómo se escribe, ni cómo se pronuncia…

Esos Maestros que como Jesús, deben su gloria y el calificativo de sabios iluminados, al hecho de admitir que la autoridad debe estar en manos de la sabiduría, y no puede estar en los cascos de un burro ni en las garras de una bestia salvaje; si uno se fija bien nunca se interesaron en posar sus regias nalgas en un silla ya fuera Episcopal o Presidencial. Eso a mí sí que me da en qué pensar, y tanto así que prefiero arrodillarme a los pies de un Maestro y besárselos; que doblegarme ante un miserable poderoso de estos que para tener poder, han tenido que cagarse la conciencia hasta más no poder. Como si ignoraran que es la misma conciencia que cuando eran niños, brillaba por su pureza. Yo no sé si cuando, ¡Gracias a Dios!, deje lo que queda de este cuerpo aquí; me toque ir para arriba, para abajo, para la izquierda o para la derecha; pero lo que si sé es que tengo que llevarme la conciencia, como mismo Dios me la entregó antes de encarnarme en esta existencia, que ¡A Dios gracias! es efímera. Porque dudo que la paciencia me alcance para no mandar a la mierda o al recontracoño de la madre que lo parió, a cualquier comemierda tarado con diarrea mental que en realidad se cree, que por haberse ensuciado la conciencia con tal de tener mucho de lo que no se llevará, cuando muera, tengo yo que hacerle reverencias y obedecer sin chistar a todas sus rebuznancias pendejas.

A los que este escrito les haya hecho gracia, les recomiendo ver el video que acompaña a este mensaje, y los felicito porque no a cualquiera se le da eso de poner a funcionar las neuronas. Pero a los que se hayan dado por ofendidos; les recomiendo que impriman todo el texto en una hoja de papel, que sea lo más suave posible; y hagan con este artículo que no escribí para que ellos lo leyeran, exactamente lo mismo que yo he hecho toda mi vida con ellos.

http://www.youtube.com/watch?v=-peDvmjkF6s&feature=related

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