Wednesday, January 20, 2010

LA MONA JACINTA.

Aunque a nadie le importe, porque este mundo tan lleno de gente hipócrita y gandul no está listo, para respetar la franqueza de la visión clara de un niño; a mí me gusta escribir sobre recuerdos que me sirven por la vigencia que tienen, a pesar de que ocurrieron antaño, cuando me escucharan o me ignoraran los animales que se creían superiores a un niño o a una niña; les llamaba monos con sobrehumanas ambiciones en sus mismas caras, sin tener pelos en la lengua e importándome una mierda cómo reaccionarían; porque sabía que cualquier cosa que hicieran; además de imponerme silencio de manera arbitraria y prepotente, sería tan bestial…como siempre… Y la remembranza de hoy me gusta porque incluye a mi bisabuela paterna, Petronila de nombre pero Petra para mí y los que decían quererla. La progenitora de mi abuela materna no la conocí pero por lo que pude observar, concluí que debe haber sido una mujer excepcional y una madre extraordinaria. Porque si yo hubiera tenido una hija como mi abuela materna, la hubiera llevado al Zoológico Nacional junto con una rastra cargada de: plátanos, cacahuates y frutas variadas; para poder convencer a una gorila que la adoptara. Aunque todos los meses tuviera que garantizarle una rastra de alimentos a la gorila.


Pero mi bisabuela Clara Luz en cambio, se metió a prostituta para que a la mona Jacinta no le faltara nada, pues como madre seguramente comprendería que ya con que su hija se abstuviera de mostrar sentimientos humanos; carecería de todo lo que el dinero nunca podría comprar. Por eso es que a esa bisabuela desconocida, le excuso el haber sido una cualquiera y manchar de esa manera el árbol ginecológico de su nieta. Pues más vergonzoso que tener como pariente a: una puta, a un chulo, a una lesbiana, a un gay, a un indígena y hasta a alguien de la raza negra que tal vez, por dentro sea mucho más blanco que esos monos racistas que sin importar el color de la piel, tienen negras las entrañas y por cerebro utilizan a una mohosa morcilla; es que cuando te pregunten por tu abuela tengas que decirle a tus amistades, que la mona está en la jaula y que si la quieren ver; tendrán que llevarles cucuruchos de maní porque sino se enfurece , y hasta a mi me expulsa de la jaula.

Como siempre tuve los ovarios de decírselo en su misma jeta y nunca se molestó porque le cantara la canción de la Mona Jacinta, pues comprendía que lo menos que una nieta podía ser con su abuela era decirle la verdad, sin importarle si la mona de su abuela le gruñe, le muestra los colmillos o le lanza una cáscara de plátano, entonces tampoco ahora me voy a detener para meterme con esa gente, que aparenta ser un ser humano pero que no puede comportarse como ser humano, simplemente porque unos y otros tienen muy diferentes hábitos de conducta. Y por eso ningún sacerdote que se respete mínimamente, llevaría eso de llamarles pecadores y engendros del demonio a las criaturas de Dios, al extremo de asegurarles que fueron a los Primates, los que creó Dios a Su Imagen y Semejanza. Pues no es lo mismo afirmar que Adán fue un mandilón, que Eva fue una ramera y que Caín y Abel eran dos hermanos que lo único que tenían en común, era el genoma humano, que aseverar que Adán y Eva eran un par de monos irresponsables que acabaron con el Paraíso, tal y como los simios humanizados acaban con el equilibrio ecológico de todo un Planeta; y que sus hijos eran un par de antropoides que no se podían ver ni en retrato.

Y los Primates cuentan con ello, precisamente por eso es que practican acciones humanitarias y aprenden a usar las cuerdas vocales para emplear el lenguaje articulado. Y si no comprenden absolutamente nada, de lo que un ser humano real es capaz de expresar tanto con sus palabras como con sus actos; no pueden perder el tiempo ni en aparentarlo porque ya bastante tienen, con tener que estar al tanto de que cuando abran el hocico en lugar de un gruñido incoherente, les salga al menos una palabra o una frase con sentido y que no los deje en ridículo ante el personal dentro del cual, nunca faltará el ser humano que pueda contemplar al orangután, vestido de persona decente; haciendo sus monerías como si estuviese debajo de un spot light. Y el espectáculo más que gracioso resulta bastante deprimente, porque ver a un mono imitando a una persona es chistoso pero ver a una persona; remedando a un mono que imita a los seres humanos, más que humorístico es horrendo. Y si a un ejemplar de ese tipo lo tienes que tratar, como si se tratara de un ser humano común; entonces olvida que te lo agradezca porque la experiencia directa me ha demostrado que un mono, con grandes pretensiones humanas nunca llega a humanizarse; y la gratitud forma parte esencial de las cualidades humanas que nunca, estarán al alcance de un mono que ansía a llegar a sentirse persona, algún día…

El día del supuesto milagro parece ser ese en que se venga Charles Darwin, y frente a las cámaras de televisión se retracte de todo lo que expuso en su Teoría de la Evolución de las Especies. Si no es que son primates religiosos y están esperando la Venida de Jesús, porque creen que Jesús fue un English’s Teacher que los primates que hablaban hebreo no le entendieron ni una palabra y por eso lo crucificaron. Y si no es ni lo uno, ni lo otro, entonces están esperando a que el milagro se los haga algún orisha africano que, por si algún ignorante aun lo desconoce; al tener negra la epidermis no soportan a los segregacionistas y muchísimo menos cuando el arrogante prejuicioso además de tener de mandinga, congo o carabalí, tiene unos modales de mono sin amaestrar que le ronca los cojones.

Este tipo de basura robotizada que sirve para rellenar un cuerpo humano, afortunadamente hasta que el cuerpo humano prefiera convertirse en polvo; antes de servirle de disfraz a un gorila arrogante y engreído, también suele ignorar que aunque la mona se vista de seda; mona se queda. Así que por si al menos cursó la educación primaria y con ese aprendizaje dentro de la cagada de mosca que tiene por cerebrito, se atreve a leer algo con este estilo tan claro que no deja ni la menor duda, entonces le aclaro que el término segregar hace referencia a apartar o separar a alguien de algo, o a una cosa de otra. Y no me refiero al empeño que ponen algunas nueras, que no se consideran lo suficientemente humanas; para intentar apartar a una madre de su hijo porque eso más que segregacionismo, es ni más ni menos que la cabronada de una mona que no sabe ni puede tan siquiera concebir; lo que es el amor de una madre que no es tan mona como Chita ni capaz de involucrarse con Tarzán; para parirle unos monitos con pretensiones humanas. El segregacionismo, por si a Chita le interesa saberlo para impresionar a alguien que no sepa que es ella una mona, es aquella política que separa, excluye y aparta a grupos tales como: las minorías raciales, las mujeres, los homosexuales (gays, lesbianas), las minorías religiosas, personas con incapacidades, entre otros; del resto de la población considerada humana al menos socialmente y basando esta actitud discriminatoria en argumentos de tipo racial, sexual, religioso o ideológico.

También ignoran que hay que ser muy gorila para ser segregacionista, porque solamente un simio muy fatuo puede considerar que en la escala evolutiva, está por encima de cualquier ser humano que se comporte como tal; en lugar de querer parecer un orangután educado por Luis XV en el Palacio de Versalles. Para los que creen que Luis XV es el hijo del famoso carpintero Luis XIV, aclaro que Luis XV fue Rey de Francia y Navarra desde el 1 de septiembre de 1715 hasta el 10 de mayo de 1774. Como cualquiera se muere aunque haya vivido en castillos y lo hayan adulado hasta las 14 mil vírgenes, su bisabuelo el rey Luis XIV cuando sintió que le quedaba poco para estirar la pata, colocó el destino de la dinastía en la supervivencia de un niño de cuatro años porque en solo tres años, había perdido cuatro descendientes varones. Y por eso llamó a su bisnieto de cinco años, Luis XV, a su lado, y le dijo estas palabras que pasarían a la historia luego de que a Luis XV le entraran por una oreja y le salieran por la otra : «Hijo mío, vas a ser un gran rey. No imites mis gustos por construcciones y guerras. Al contrario, trata de tener paz con tus vecinos. Vuelve a Dios lo que le pertenece; reconócele las obligaciones bajo las que te encuentras; haz que tus súbditos lo honren. Sigue siempre buenos consejos. Trata de solventar el sufrimiento de tu pueblo, que me aflige no poder solucionar. (...)».

Seis días después, el hombre que había gobernado Francia durante más de 70 años murió (y luego la gente protesta por la longevidad de un dictador caribeño), y Luis XV fue coronado como el nuevo rey. En Wikipedia podrá ver un retrato de Luis XV en 1712, vestido de niña como era costumbre en aquel tiempo para los niños de la aristocracia. Desde que publicaron esa foto en la prensa parisina a la fecha, a la mayoría de la gente que ignora las excentricidades de los aristócratas, les dio por creer que todos los reyes son unos maricones reprimidos. No saben que los aristócratas, solo son miembros de una clase privilegiada que sobresale entre las demás, por alguna circunstancia inusual y misteriosa que puede ser; desde traerse al nacer alguna piedra preciosa incrustada en el orificio anal, hasta que de niño lo vistieran de princesa en lugar de ponerle un traje de marinero; para que llegara a convertirse en una elegante mariquita closetera. El concepto de aristócrata se puede encontrar consultando un diccionario, pero para mí un aristócrata no es más que un chimpancé maquillado magníficamente que, por ostentar exquisitos modales y tener un título nobiliario; piensa que un distinguido ser humano tiene que rendirle honores a sus soberanas ridiculeces.

Lo cual me recuerda a Petra, mi bisabuela paterna; anciana que mencioné al inicio que aunque permanecía en silencio la mayor parte del tiempo, con tan sólo mirarme sabía lo que no podían leer en mis ojos, aquellos que hablaban hasta y con los codos. Estando con ella un día, llegó a visitar su casa una mujer que vestía muy elegante y combinando el color de los zapatos con el del bolso, y el de la sombra de los ojos con el vestido; pero que cuando abrió la boca cada una de sus palabras eran una muestra, de los pensamientos que podría concebir un ser humano al que le vaciaran la bóveda craneana y le injertaran el cerebro de un mono tití. Sin poder creer lo que mis ojos veían y mis oídos escuchaban, a pesar de tener tan poco tiempo de haber sido estrenados; miré al esperpento parlante y luego posé mis pupilas en la vista ya cansada de la viejita, que me enseñó el cuento de “La Cucarachita Martina”, y que meneando su cabeza adornada con la nieve de los años me decía: - “La verdad que la mona aunque se vista de seda, mona se queda”.

Desde entonces hasta el día en que escribo esto, he tenido más de mil y una oportunidades de comprobar la veracidad de ese dicho popular, que debe su celebridad a una expresión del artista François Boucher, pintor francés que gustó del estilo galante; que la pronunció luego de terminar de darle los últimos retoques a un retrato de Madame de Pompadour, la amante oficial del rey Luis XV que lo inspiró para que sólo frecuentara a muchachitas jóvenes, a las cuales nunca hacía perdurar demasiado, y que a pesar de que para 1745 ya había dejado de frecuentar la cámara del rey, nunca dejó de ser tratada como la favorita. Históricamente los pintores se han prestado para dibujar a los ricos y poderosos, que les encargaban obras pictóricas destinadas a glorificar la vanidad de un primate, engalanado con sus mejore trapos pero ignorando estar hecho a imagen y semejanza de Dios, lo cual le haría exclamar a cualquiera que observara el retrato: ¡La mona aunque se vista de seda, mona se queda! En el enlace que se encuentra al final de este artículo, se puede ver un video con la canción que solía cantarle a mi abuelita materna; cuando yo era una niña y desconocía las consecuencias de expresarle a una mona con aspiraciones humanas, lo que un ser humano podía opinar de ella. Ahora que las sé las implicaciones ya no me importan, porque en definitiva si lo hice con la abuela que me aceptaba con mis defectos y virtudes; ¿cómo no voy hacerlo con esa gente que no es ni parienta mía y que si no me acepta tal como soy, es tan sólo porque me niego rotundamente a involucionar como ellas?

http://www.youtube.com/watch?v=yL-kVdiRL5U

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