Friday, January 29, 2010

EL CAN CERBERO.

Hoy me siento algo mitológica, debe ser porque me considero una anciana medio bestia, habitando entre “dioses del Olimpo” que me aprecian muchísimo…como mascota, por supuesto. Y no sé por qué extraña coincidencia me vino a la mente, este monstruo mitológico que según los griegos era el perro de Hades. Este Hades era el dios del inframundo griego, que sería algo así como el Fidel Castro del infierno caribeño o, el Obama del Imperio Norteño.

Está científicamente comprobado, que un ser humano que se considere a sí mismo, como un animal superior; puede suponer tanto que es un macho cabrío, como una mula, como una zorra, como un lobo, como una hiena, o como una babosa, pero eso s’i, en la forma más humana que les sea posible. A estas bestias le encantan las mascotas, y tanto que hasta tratan de domesticar a los seres humanos, nada más que hay cada uno de estos… Esos son los que no se dejan domar por las bestias, ni quieren domarlas tampoco. Pero se pueden transformar en algo que no describen las palabras, si alguna bestia hace tan solo el intento de tomarlos por una mascota.

Hace mucho tiempo suponía, que cualquier mortal podía saber algo sobre mitología griega. ¡Bendita inocencia! También suponía que a cualquiera le gustaría leer ¡Bendita ignorancia! Ahora sé que no puede importarle saber de mitología griega, a los que viven en la cumbre del Monte Olimpo y conozco que los únicos que pueden aprender a leer, son los seres humanos. Pero como las apariencias me engañan y lo que escribo, se lo envío a los que supongo; sean tan personas como yo, mejor voy a comentar algo sobre el Cancerbero y su Amo. Como esos personajes son de la Grecia antigua, dudo que alguien se ofenda por describirlos. A menos que sean descendientes directos de Hades o de su mascota, y yo no soy adivina así que lo siento mucho. Por lo demás está bien que al que le sirva el saco, que se lo ponga. Y que se las arregle con Wikipedia que fue la que me pasó los datos:

En la mitología griega, Cerbero (demonio del foso), también conocido como Can Cerbero, era el perro de Hades, un monstruo de tres cabezas (aunque a veces se decía que tenía 50 o 100) con una serpiente en lugar de cola e innumerables cabezas de serpiente en el lomo. Cerbero guardaba la puerta de territorio de Hades (el inframundo griego) y aseguraba que los muertos no salieran y que los vivos no pudieran entrar. Era hijo de Equidna y Tifón, y hermano de Ortro (otro perro pero con dos cabezas, como algunos maridos…). La existencia de un perro infernal en la entrada de los infiernos, parece que ya estaba presente en la mitología indoeuropea original, pues aparece en los mitos de otros pueblos indoeuropeos, como es el caso del perro ensangrentado Garm en la mitología escandinava.

Los griegos que inventaron a los personajes y monstruos mitológicos, fueron simples y sencillos seres humanos, que vivieron en sistemas clasistas como los que imperan en nuestros días en los que el derecho a la libertad de expresión; no estaba a la disposición de los que se expresaban libremente y por tanto, no podían decir abiertamente que el Rey era un monstruo, casado con una Soberana Perra. Y mucho menos insinuar que todos los cortesanos y cortesanas, vivían en un submundo plagado de miserias humanas. En contraposición a este submundo, los griegos ponían al Monte Olimpo donde habitaban los mejores entre los dioses griegos. Por cierto, Hades, aunque el ultimo; también era considerado como un dios del Olimpo.

Eso fue nada más para ofrecer una información cultural y dejar claro, que desde la antigüedad existía un lugar para los que se consideraban unas bestias o unos monstruos, y otro lugar para los seres humanos ya sea que se sintieran simples mortales o, inmortalizados. Y eso es lo mismo que cualquiera puede notar en un Parque Zoológico (artificial o natural). De un lado están los animales y de otro el público que los observa. El público sabe cuál es su lugar y los animales aunque lo ignoren; de todos modos se tienen que quedar donde están. Esto no lo entendería ningún animal, porque los animales no se atreverían a leer y muchísimo menos a entender algo que esté escrito. De hecho los animales tienen un vocabulario muy reducido. Se reduce a graznar, croar, mugir, cacarear, relinchar, aullar, ladrar, rebuznar…etc., etc., según sea el animal e independientemente de lo superior; que el muy animal se sienta.

Por más que he buscado, no he podido encontrar los métodos que usaban los antiguos griegos; para poder socializar con tanta bestia y tanto monstruo, y eso es tremenda cabronada de los griegos. Porque le obligan a uno a improvisar y luego las bestias se alteran o se engorilan. Bueno, no me queda más remedio que ponerla como va, porque si los griegos dejaron algo escrito al respecto, seguro que las bestias lo quemaron en el Infierno o, lo enviaron al Cielo en condones inflados con pedos. Para aquellos que sin ser griegos ni tan antiguos, no saben cómo socializar con estos animales que se sienten dioses y si tienen dinero entonces; igualmente se tiran el pedo más alto que el culo, voy a dejar algunos métodos y espero que estos, si se conserven por los siglos de los siglos, como la Biblia, que tanta palabra sagrada tiene y no sé para qué la conservan si hasta los altos mandos del poder; se limpian las nalgas con ellos. Los métodos son estos pero se vale improvisar sobre la marcha:

1.- Lo primero es alabar a la bestia. No importa si la bestia está frente a usted o le envía una foto. Tampoco importa el animal que le traiga a la mente. Es importante que usted se lo trague, porque a ninguna bestia le importa en lo absoluto, la opinión de un ser humano. No exagere las alabanzas, porque serán muy bestias pero no son tan pendejas. En esto como en todo, se precisa de sencillez. Alabe algo que tenga la bestia que sea digno de alabanza y mírela como ella jamás lo vería: como si fuera una muñecona o un muñecón de carnaval.

2.- Es crucial no sentirse gallina. Las bestias les hacen cosas espantosas a las gallinas y si no lo sabe, entonces pregúntele a Kentucky Fried Chicken o a Mac Donald. Esa gente son expertos en gallinas. No le voy a negar que a veces la bestia es intimidante, pero el amor conmueve hasta las piedras. Por lo tanto si se siente aunque sea la menor pluma que le recuerde, que pueda pertenecer a una graja avícola; mejor renuncie y deje que la bestia se le encarame encima. Las bestias olfatean el miedo y lo aprovechan para los fines más bestiales que uno pueda imaginar. Como no conocen el olor de la valentía, cuando la huelen se van huyendo y con el rabo entre las patas. Puede que te ataquen a traición, pero es un riesgo que vale la pena correr, porque de las bestias nunca se ha escrito nada que sea al menos inspirador.

3.- Esto le va a ser algo difícil, sobre todo si acostumbra a expresarse desde el fondo del corazón. Pues lo autentico y lo falso no congenian y usted debe volverse un hipócrita al menos, por breves instantes. Si lo hace mas de esos pequeños instantes, lo de bestia se le aparecerá y Ud. en su inconsciencia; ni sería capaz de notarlo. Basta con pasar un mínimo técnico sobre la diplomacia. Este le permitiría decirle bestia a la bestia, pero sin que la bestia lo note. Algunas veces la bestia le preguntará, para que Ud. reconozca lo bestia que es: ¿Qué quisiste decir con eso de que mi cuadro me quedó bestial?, en caso de que la bestia se crea pintora porque las bestias son de lo más creídas. En ese caso tendrá que improvisar poniendo sumo cuidado en no mencionar el nombre de ningún verdadero artista (incluyendo al Creador) y mucho menos mencionar nada sobre Física Cuántica. Detestan el estilo realista y creen que son los esperpentos que ven; cuando se miran en un espejo. Si usted les sugiere que existe algo más, ya ese será su rollo. Lo único que puedo decir es que lo mismo se enamoraran locamente de usted, que lo mandaran a matar (aunque sea en el inconsciente que tienen de guardia).

4.- Por nada del mundo contradiga a una bestia. Si la bestia le grita que usted es la bestia, debe asentir con la cabeza. Y si le insinúa que su madre fue una bestia, entonces sígale la corriente. Debe tener humildad para agradecer que usted no sea la hija o, el hijo de la bestia. Y si por casualidad depende de la bestia para su supervivencia, tiene dos opciones, una es meterse la lengua en el trasero y la otra, decir lo que le venga en ganas y sea aspirante a homeless. La buena noticia es que si los lirios del campo se visten como se visten y los pájaros encuentran un tronco donde meterse, ya Dios se ocupará de ubicarlo en alguna parte y mandarle una ropa barata pero decente. Dejarle las cosas a Papi Dios, nunca falla, pero se requiere de una fe que no esté ciega. Eso es un secreto que las bestias no conocen o, lo consideran un misterio. Ya sabes, son tan pendejas las pobres…

5.- Si ha leído lo suficiente como para tener un lenguaje amplio, le felicito porque puede hablar con la seguridad de que la bestia, puede aparentar que le entiende pero no le entiende ni un pito. Esto quiere decir que la bestia puede haberse fumado un porro de 30 cm, y ni así le va a entender ni media palabra. Si no es ese el caso, entonces para congraciarse con ella emplee expresiones del argot popular y si es posible, use todas las “malas palabras” que pueda. A menos que la bestia se las quiera dar de fina, en cuyo caso puede explicarle que usa las groserías, porque usted es la bestia ignorante. A las bestias les encanta sentir que hay gente más bestias que ellas todavía. Por eso se asocian en las “Bestias Anónimas”.

6.- Debe entender de una vez por todas, que las leyes están hechas por y para las bestias. Ya deje esa ridiculez de que va a defender sus derechos y todas esas mamadas. El único derecho que las bestias consideran para un ser humano, es el de trabajar como bestias y mantenerse callados, mientras se bestializan interiormente. Así que olvídese de saberse la Constitución o la Declaración que las bestias hacen, para usted se ilusione y se apendeje creyéndose que una bestia, va a tener los derechos de un ser humano en cuenta. Si desea conservar la vida, mejor póngase en cuatro patas y si va a expresarse mejor rebuzne. Y si no, entonces muestre que es un ser humano y confíe en que si las bestias no lo quieren en la Tierra, en el Cielo hay un Dios que es realmente misericordioso. Y no de colmillos hacia afuera, como las bestias que predican la misericordia divina.

7.- Para que tenga algo que ver con la Iluminación y los chacras, cosas que a las bestias les fascina tanto, que prefieren dejarlas en el misterio; este es el último punto. Si ha usado todos los métodos anteriores e incluso algunos de su propia cosecha, y nada le ha funcionado porque en lugar de disminuir, sigue viendo bestias a cada rato. Mezcladas afortunadamente con gente común y corriente como usted. Entonces olvídese de los métodos y haga lo que quiera con ellas. De igual modo haga lo que haga, diga lo que diga, y aunque le celebre los quinces a Jacinta por todo lo alto, lo que sí le puedo decir es que la mona aunque se ponga 15 trajes de quinceañera sigue siendo una mona. Así que arriésguese y haga lo que mejor le venga en gana. Lo peor que podría pasar es que la bestia no desee verlo ni en pintura y eso, no representaría ninguna desgracia, al menos para usted.

Por último le voy a dar un consejo que me dio una abuelita, que se veía monísima pero ella no estaba consciente de lo mona que se veía. Ella me dijo que cuando fuera a engorilarme, empezara a sacudirme como se sacuden esas jovencitas cubana bailando reggaetón; para que el gorila que se quería apropiar de mi cuerpo se me quitara de encima. Mi abuelita creía que lo de bestia, era como la diabetes, y pensó que de vieja yo iba a ser tan orangutana como ella. Y lo soy…pero no a ese extremo. En memoria a esa abuelita, que era muy buena cuando tenía alto el nivel de potasio y cuando yo le regalaba cucuruchos de maní, voy a dejar aquí una canción que sirve para no bestializarte porque te relaja bastante o, para que el gorila se convenza de que tú también eres una bestia. Y si amas a una bestia, entonces aprovecha y baila con ella, que tarde o temprano la muy bestia se va a dar cuenta de que dentro de ti late un corazón humano, y de que te va a patear el trasero puedes tenerlo por seguro. Pero por otro lado, no va a haber bestia tan bestial como para ser capaz de quitarte lo bailado…

http://www.youtube.com/watch?v=WVEuiWjkyJ0&feature=related

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