Saturday, January 16, 2010

SER O NO SER UN PARIA, HE AHÍ EL DILEMA.

Muchas gentes creen que el que los seres humanos sean capaces de destrozar sus vidas, y las vidas de sus hijos, y las de los animales, y las de las plantas y de subestimar el valor de todo lo que esté vivo y de rebajar la dignidad del Ser al nivel del Animal Humano, es simplemente porque pueden hacerlo. Sin preguntarse si todo es tiene o no tiene nada que ver con la Voluntad Divina del Creador, porque para eso le pagan a sus intermediarios. Y estos les consiguen un salvoconducto que les autoriza, a ser unos inconscientes sin preocuparse por las consecuencias. Algo que es tan prudente y conveniente; como el darle a un junior malcriado, arrogante, borracho y drogadicto, las llaves de un Hummer y venerable y piadoso como tirar Biblias con paracaídas en una ciudad; que acaba de pasar por un bombardeo aéreo.


Y si alguien se preguntara solo por curiosidad, qué dónde estaban los que tiraron las Biblias, antes de que empezara la bombardeada y no quedara ni un alma viva; pues la respuesta es bien fácil: leyendo para traducir la palabra de Dios y luego, poder leérsela a los muertos (empleando una lengua extinta que ya no es la lengua materna de nadie). Entonces contando con la anuencia divina de un Dios, que si les permite hacer lo que se les venga en ganas con un planeta, en cuya creación no aportaron ni un granito de arena pero que se reparten, como si le hubieran pagado al Supremo Arquitecto para que se los construyera; es porque tal Dios merece el mismo respeto que se merece una madre; que se deja mangonear por el pelele que parió y hasta le permite que la trate como si en lugar de madre e hijo, el nene fuera el chulo y ella la prostituta.

Y todo concuerda porque a una persona que no quiere ni a su madre y si la quiere, es para aprovecharse de ella sexual o metálizadamente, se le conoce popularmente por hijo de puta. Por otro lado es imposible que un hijo de puta, pueda saber quién es su verdadero padre. Siendo su madre una cualquiera y su padre un perfecto desconocido, no es extraño que el bastardo busque a una Madre adoptiva, por supuesto que superior a la que lo escupió a este mundo y si la encuentra él sería el bastardo más feliz de este mundo. Tanto que sería incapaz de cuestionarse jamás eso de que, si la puta que lo parió no supo ni quien lo engendró y la Madre adoptiva, no tiene ni la más puta idea de donde aterrizó el supuesto Padre Superior; entonces lo único que ha conseguido es disfrazar su condición de bastardo común, con un túnica sacrosanta para parecer un Divino Engendro.

Observando estas barbaridades, con la misma expresión que supongo tenga Dios si está viendo desde el Cielo; como Su Obra unos verracos se la convierten en un chiquero, hasta sería capaz de creer que a esta gente tan monomaniaca (manía de imitar a los monos), nadie le ha dicho nunca que “la mona aunque se vista de seda, mona se queda”, ni han escuchado jamás la canción de la mona Jacinta, que se peina y se peina y quiere ser reina. Y es que estas son las cosas que pasan cuando uno no tiene madre, y si la tiene esta es una cualquiera o una perdida, y encima al padre tiene que imaginárselo porque ni conoce al albañil, ni tampoco puede tener una foto del cosmonauta. Con un cuadro como ese, hay que usar la cabeza solamente para ponerse un tricornio y creerse que ya con eso uno es la Santísima Trinidad personificada; si se es capaz de suponer que el confundido bastardo desee saber algo, sobre el medio hermano por el que sólo puede sentir envidia porque su Madre fue nada m’as y nada menos que la archigloriosa y llena de gracia Virgen, y el Padre, una persona nunca vista pero tan astralmente influyente que pudo comprarse una nave espacial, solamente para viajar a la Tierra y convencer a la casta María de que no era un pecado ponerle los cuernos al carpintero. Y luego de tener relaciones con una mujer virginal, volverse a ir para esperar a que le mataran a su extraterrenal hijo, que después de muerto se sentaría a decidir por el Padre a qué medio hermano adopta y a cual el padre lo seguirá considerando un hijo de puta.

Habrá gente que considere mucho más importante, investigar por donde le entra el agua al coco y dilucidar quién vino primero; si el huevo o la gallina, pero yo no tengo cabeza para eso y detesto complicarme la existencia averiguando lo que no me interesa saber. Pero en cambio me interesa saber de dónde salen esas personas tan aleladas, como para no darse cuenta de que no existe ni la m’as mínima concordancia entre lo que afirman creer y lo que hacen en la práctica que nada tiene que ver, con la creencia que defienden como gatos boca arriba. Te juro por lo más sagrado, que es la Vida porque yo misma no me la di y sin hacer nada para merecerla la he disfrutado hasta hoy; que si por mi fuera desistía de seguir escribiendo y si escribiera, fuera solamente para guardar los escritos con la esperanza de que mi hijo o, mis nietos lo leyeran y se beneficiaran al leerlos. Si lo que desearan fuera tener una vida plena, aunque otros que aparenten quererlos no estén de acuerdo con ello, y los lleguen a considerar unos parias o inadaptados sociales. Pero lo que de niño se aprende bien nunca se olvida, y mi madre siempre me insistía en que tenía que percibir que, más allá del inepto que tuviere enfrente soltándome una rebuznancia detrás de la otra, y esperando a que lo ovacionara por ello; había una alma que estaba sufriendo lo mismo o, tal vez mucho más que yo al no poder hacer nada para evitar; semejante burricidio (intento pueril de un burro de confeccionar compota de seso, pegándose repetidamente en el cráneo con los cascos traseros).

No aspiro a que sea bienvenido mi estilo de comunicar con palabras, lo que salta tanto a la vista que solamente un sapo que permanece debajo de una piedra; podría no haberlo advertido y mucho menos examinado con profundidad, pues qué capacidad de análisis se podría esperar de un batracio que prefiera subsistir debajo de un seboruco; en lugar de nadar aunque sea en una charca. Tampoco espero que se interesen por leer el contenido de lo que me dedico, a traducir en palabras; esas personas con una vista que no se cansa de ver la misma película porno; ciento cuarenta mil veces, pero en cambio no tienen a las pupilas entrenadas para leer y mucho menos para repasar lo que ellos sabían antes que se identificaran con sus genitales, y que no les serviría para conseguir placer mediante la manipulación de los órganos sexuales; pero les convendría recordar para no seguir comportándose como masturbados cerebrales.

Siento pena por esa gente porque si continúan con tanta puñeta mental, va a estar en chino que alguna vez se enteren de que el amor no se siente; precisamente en la punta del pene ni a nivel intrauterino. Y puede que cuando lleven respirando la mitad de una centuria, sean exitosos empresarios con: varios negocios puestos a su nombre, una cuenta bancaria con un número que detrás tenga seis ceros o más, una o varias mansiones lujosas, uno o varios autos del año, la esposa perfecta (pero con paja en lugar de cerebro), los hijos perfectos (pero futuros juniors irresponsables y drogadictos) y con todo eso con lo que muchas personas pretenden adquirir la felicidad que necesitan sentir, y que no sólo no garantiza la dicha constante sino que demuestra que el vacío existencial; no se llena con basura material que al morir vale menos que un bulto de aserrín, ni con el mezquino aprecio de seres queridos, que de tanto quererte llegan a querer que te conviertas en difunto y que hayas sido tan mameluco como para declararlos como tus herederos . Y si no tienes dinero o algo de provecho que puedan chuparte entonces, no vas a tener ni que preocuparte por la muerte porque aunque estés vivo, pueden considerarte como si fueses un fantasma.

Y pensar que toda esa parodia tan grotesca que hasta carece completamente de gracia, comienza cuando esa persona mediocre, metalizada y monomaniática; era una criaturita que no tenía un título universitario, más sin embargo sab’ia que no era en eso lo que deseaba convertirse; cuando su apariencia externa cambiara. Pero creció viendo a los adultos que no recordaban, haber sido niña alguna vez en sus vidas; hacer todo lo contrario a lo que él o ella ya sabían. Sin poder abrir la boca ni para ayudarlos, porque de cualquier manera sus palabras no eran tomadas en cuenta y antes de oponerse a esas personas “mayores” de las cuales dependía; eligió dejar de preservar su innata identidad , rendirse ante lo que parecía inevitable y unirse a la debacle para al menos poder ser aceptado en la manada. Estos son los personajes que prefieren; antes de ser audaces y declarar abiertamente que la porquería apesta y bastante, disminuir la capacidad olfativa hasta el punto de no percibir el mal olor y poder así nadar en la mierda y contar con la aprobación de la mismas personas a las que no les importa en lo absoluto, si es feliz o no existiendo en tan marranas condiciones porque se supone que el responsable de sentir la dicha real antes de morir; no sea otro que uno mismo.

Y no es que el elegir uno vivir a su mismo aire y pasarse la aceptación externa por el Arco del Triunfo (abre las piernas y sabrás lo que es), constituya un método efectivo para alcanzar la popularidad, que muchos jóvenes y adultos inmaduros desean conseguir y por la cual hasta serían capaces de pagar cualquier precio por una cirugía y arrastrarse hasta que no les quede pellejo en la parte frontal del tronco. Y cuando aún en medio de la inconsciencia, sienten que eso no les reporta la plenitud que están buscando sentir, en lugar de intentar cambiar la perspectiva que se los impide exigen el respaldo; empleando métodos que van desde la indiferencia total al abuso físico o psicológico, del que le otorga más valor a su dignidad humana y puede respetar los gustos del que tiene hábitos coprófagos pero no desea compartir con el otro comemierda; una natilla de excremento que este le brinde como si se tratara de un postre casero.

Y si quien tenga el que tiene el valor de rechazar tan apetitoso manjar, según la opinión del especialista en heces fecales; no posee ni un pedazo de tierra donde levantar una casa de campaña, sus bolsillos en lugar de billetes estén llenos de telaraña, transite en bici o use sus propias piernas para trasladarse de un lugar a otro, no tiene más amigo que él o ella mismo/a y un perro, sus hijos no lo quieran porque no hay nada de valor material que puedan chuparle, los que fingen apreciarlo; hipócritas y cobardes al fin al cabo al fin, lo subestimen y hasta se burlen de él o de ella a sus espaldas; no le quede ninguna otra opción que la de convertirse en un paria. Antes de seguir déjame buscar el significado de paria, porque no sé si esto lo esté leyendo algún licenciado que tenga un doctorado en lo que estudió; pero no sea más que un primate vestido elegantemente y repitiendo lo que se sabe de memoria como si fuera cotorra. Y esta gente que comúnmente presume de lo mucho que saben y también de todo de lo que carecen, resulta que no dominan la cólera cuando alguien; que no posee riquezas materiales pero si la visión que le permite ver, más allá de las apariencias; lo trata como el simio amaestrado que realmente personifica.

Así que tenemos que un paria, según el diccionario es: Persona de la casta ínfima de los hindúes: “los parias apenas tienen derechos”. Persona insignificante: es un paria en su empresa. Si eso es ser un paria entonces, aunque no sea hindú ni tenga ninguna creencia religiosa o política: Mucho gusto, soy Paria Gutiérrez y te aseguro de que si eres un inconsciente con la prepotencia de una bestia pero el valor humano de una lamprea, no vas a tener ningún gusto en conocerme. A menos que por un milagro, el dinero empiece a circular por mis manos como un río de billetes, porque si algo se sobra en este mundo son los peces metalizados que se mueren; por picar el anzuelo del interés material y tragarse como carnada un cheque de banco. Le agradezco a la vida y a mi madre; que respetó que fuese yo misma aunque esto implicase; algún tipo de desacuerdo entre nosotras que siendo dos éramos una; simplemente porque el amor real une, no divide; el que me haya ayudado a aprender cómo controlar el píloro (válvula inferior que conecta el estómago, con el intestino delgado).

Porque resulta que estando de otro lado, ese donde muy pocos quieren ir pero que yo, ¡me muero por ver!; con el infinito entusiasmo que tenía porque “alguien” me mostró el curriculum vitae, de la que me iba a parir, olvidé graduarlo al nivel de la hipocresía. Como siendo lo que uno ES, la sinceridad alcanza niveles estratosféricos (igual que la estupidez en la carne, don’t worry), y nadie se ofende; me había descuidado de ese simple detallito. Y el olvido estuvo totalmente justificado, porque si después de jugarle y jugarle al mismo número finalmente este sale premiado, uno no se va a poner a esa hora a pensar en una pequeña porción del estómago que sirve de puerta de entrada al duodeno (el principio del intestino delgado), cerrándose o abriéndose para impedir o dejar paso a los alimentos. Esta función permite que los alimentos sean digeridos por el estómago al evitar que por efecto de la gravedad, el alimento pase prematuramente al intestino. Cuando el proceso de digestión gástrica ha finalizado, el píloro se abre, dejando pasar el quimo (líquido poco denso, formado por el bolo alimenticio y los jugos gástricos hacia el intestino, donde tiene lugar un tipo de digestión distinta (obtenido de http://es.wikipedia.org/wiki/P%C3%ADloro), que ni siquiera uno lleva adentro todavía.

Sería como si se pusiera uno, imitando a esa gente mezquina con complejo de alcancía; a buscar una moneda de 25 centavos us (quarter) arrastrándose por el piso; sabiendo que acaban de nombrarlo oficialmente MULTIMILLONARIO, y tiene en sus manos una chequera que no habla pero le dice clarito: “Ahora sí que tienes dinero hasta pa limpiarte el culo, y pa bañarte en un jacuzzi con champán sin tener que usar la imaginación e intentar suponer; que una perra San Bernardo que tiene las tetas como una vaca de 150 años, es la mismísima Catherine Zeta Jones que sale con el Zorro, de Antonio Banderas”. En lugar de ponerse a dar saltos de alegría aunque los demás crean que está loco; porque tú sabes perfectamente que con mucho dinero es muy fácil comprar, hasta lucidez aunque alguien que lo quiere con toda su alma… haya estado a un suspiro de internarle en un manicomio y olvidarse de la dirección para no tener que visitarle. Y si te parece, puedes hasta limpiarse el culo con la opinión del que le dice a todo el mundo con orgullo; que él es la gran “Reverenda Plasta de Porquería”. Y hasta podrías mostrarte generoso con el reverendo papelazero y darle un dinerito, para que aunque sea se bañe como si fuera persona y coma algo m’as sustancioso y nutritivo que un trozo de pan ácimo; acompañado con sangre de Toro.

Y teniendo en lugar de la ilusión, la evidencia de poder mudarse al fin del mundo sin tener que dejarle, a absolutamente nadie; referencia alguna ya sea para saludarle y/o pedirle “un pequeño préstamo” , permitiera que una nube borrascosa nublara su entusiasmo y le obligase a preocuparse por lo que sucedería con: la esposa pedigüeña y desconsiderada que ya lo tiene harto con los celos, y encima le pone los cuernos con su amigo , con los zánganos que se echan en la golilla y, hacen gárgaras con la abeja reina que cuando lo miran piensan: “Ya llegó el zángano que trabajo para nosotros”. Con la hija resentida, inconforme y tan atarantada, como la que él creyéndose San Pepe confundió con la Virgen María y que con casi 30 años en las costillas y en la fruta bomba; todavía sigue preguntándose si es: puta, lesbiana, bisexual, transgéneros, palo de trapear, mula, coneja, gata, chinche, paramecio, garrapata, agarratetas… Cuando usted y yo sabemos que a toda esa gente, con gusto la puede meter en una limosina del año rellena de lingotes de oro y lanzarlas en el medio del Océano Pacifico, sin siquiera lamentar la pérdida de riquezas materiales y aunque se quedase como un paria, justo al día siguiente del que se sacó el billete premiado. Lo cual puede sonar increíble pero también puede ser muy cierto. Y la duda se disuelve rápidamente, en cuanto se experimenta la levedad por haberse quitado uno, tremenda carga de encima. Y entonces sabe que esta levedad no es tan desagradable como la que describe el escritor checo Milan Kundera en “La insoportable levedad del ser”.

Esta es una novela filosófica publicada en 1984 y ambientada en la Praga de 1968, que trata sobre un hombre y sus dudas existenciales en cuanto a las situaciones de pareja, tanto sexuales como amorosas. El libro relata escenas de la vida cotidiana, pero trazadas con un hondo sentido trascendental y atrae la atención sobre un tema abstracto y milenario; como el de la inutilidad de tratar a la existencia con una superficialidad asquerosa y la necesidad de retornar a valorar cada instante para, poder dotar a la vida de sentido. No estoy al tanto pero puedo sospechar que, a pesar de que Milan Kundera con este libro obtuvo en 1985, el Premio Jerusalén; de igual modo no faltaron los envidiosos aspirantes a literatos, que no saben que para agarrar la pluma primero tienen que quitarse las herraduras y que tuvieron que apretar los colmillos y sonreír; para disimular el bestial impulso de aprovechando su estancia en Tierra Santa, crucificar a Kundera y permitirle que celebrara su triunfo literario en el cielo; con otro que por señalar lo mismo recibió su merecido y al parecer, sigue en la cumbancha divina porque hace más de dos milenios que prometió que vendría, y todavía hay gente mirando hacia las nubes y esperando su venida.

Al parecer nunca falta el mentecato que está más pendiente de la satisfacción sexual del otro; que de ocuparse de garantizar la suya. Bueno, si hasta se llegan a creer el cuento del viejito que luego que les da un pito y una fruta bomba; se encoleriza porque la fruta bomba le insinúa al pito que se introduzca, como pajilla (En Méx: popote) dentro de un vaso de licuado de papaya, y los expulsa de su regia finca a patadas. Como mismo hace Fidel Castro, con los disidentes políticos que no lo reverencian tal como se merece un Señor Feudal; que sea propietario legal de un terrenito que mide 110 860 km². Y como si tuviera Alzheirmer, este viejito celestial se les aparece para decirle al pito y a la papaya, que podían armar todo el desparpajo que quisieran, pero tan sólo para que se multiplicaran y garantizar que hubiera muchos más pitos y papayas. Advirtiéndoles que si disfrutaban mientras reduplicaban a los pitos y a las fruta bombas, entonces no sólo nunca regresarían a la Finca de donde los había desterrado, sino que los lanzaría de cabeza o, sin cerebro a un lugar donde arderían por toda la eternidad.

Si se creen todo esto que no se lo cree nadie, que tenga al menos dos dedos de frente; entonces cómo no se van a creer que podrían ser: la reencarnación de algún emperador monomaniaco (moco de guanajo tan tarado, que cree pertenecer a las fosas nasales de King-Kong); como Napoleón Bonaparte, el pigmeo con complejo de inferioridad y manía de grandeza que todavía no se sabe, de qué parte de Bona salió, y si es del género femenino se vanagloria de tener el apellido Borgia y descender en orden decadente de la ilustre Lucrecia Borgia, hija bastarda del Papa Alejandro VI y autora del best seller: “La Viuda Negra”, donde relataba las relaciones incestuosas que llevaba con su padre y con su hermano César, describía los métodos que empleaba para disciplinar a sus sietes hijos cuando le gritaban: zorra cazafortunas y confiesa que para liquidar a sus maridos, luego de asegurarse de que estos la habían declarado Heredera Universal de sus bienes; empleaba un anillo hueco rellenado con un veneno que vertía, disimuladamente; en las bebidas. Como homenaje póstumo, en el “Festival de Cine de Venecia” inaugurado el 24 de junio de 1519; se estrenó el film: “La Tarántula del Vaticano”, basado en su best seller y que fue galardonado posteriormente con “EL HEREJE DE ORO”.

Una vez que ya me conoces y luego de haber leído todo esto; supongo que al menos puedas aceptar que si a mí me parece bien ser paria, eso a ti te puede importar un carajo porque no te afecta absolutamente en nada; a menos que me objetes por juzgar que más que paria, soy una malparía. Si ese es el caso entonces puedes objetarme todo lo que se te parezca, porque aunque con los ojetes que objetan no me vinculo muy fácilmente, por la estrechez de miras de sus orificios anales y porque si es por mí, mejor que se los meta un toro; al menos apoyo el derecho de los ojetes a escoger ponerse una paja en el ojo, en lugar de aceptar que tienen que meterse una tranca. A los ojetes que en vez de la paja, prefieren a la tranca en el ojo trasero; tampoco tengo nada que objetarles porque podré ser una malparía pero eso sí, no soporto a esa gente constreñida hasta del colon que siendo ojetes de closet, tienen el cinismo de objetar a los ojetes que al menos demuestran tener un punto de vista anal más flexible.

Debo aclarar para que no me malinterpreten, más de lo que ya lo hacen los que no entienden ni que carajos están haciendo en este planeta y por eso, se la viven comiendo mojones y con los dedos metidos en la nariz, que la palabra ojete no tiene en este caso el significado que le dan los mexicanos, porque para ellos un ojete (hembra o macho) es una persona que por fuera parece humana, pero por dentro es un bicho miserable que sabe de valores humanos, tanto como un burro sabe deletrear las vocales. En este caso, este ojete lo uso para clasificar a esa gente que en lugar de masa encefálica; tienen un tenis y que si se hacen un electrocardiograma el equipo ni se da por enterado; porque no puede medir los latidos de un tubérculo. Que sin importar cuantos años hayan cumplido, mientras que no se enteran ni donde tienen puesta sus patas; tampoco pueden tener consciencia de todas las pendejadas que hacen, porque todavía no se han enterado que las ventanas del alma son para observar y que el ojo del culo es un orificio ciego que sólo sirve para cagar o, para meterse cualquier cosa en caso de que a uno, se le haga agua la canoa y necesite un tapón...

Y seguramente que después de leer hasta aquí, puedas entender mejor lo que me mueve a seguir escribiendo y, a enviar los videos que he enviado sin la menor esperanza de que los vean, los que miran con un ojo que se usa para descargar la mierda. Pero cuando uno acepta en su corazón que la autoridad pertenece a la sabiduría, no se puede doblegar ante las exigencias de un gorila, que aparenta tener sentimientos humanos adentro. Cada vez que le comentaba a mi madre, que prefería irme a vivir en una jaula en el Zoológico antes de tener tratos, con estos tarados que constituyen una parodia de Homo sapiens ella siempre me repetía que ellos no tenían nada que dar que a mi pudiera servirme pero en cambio yo podía darle de mi lo mejor aunque lo que viniera de mí, a menos que fuera plátanos o maní, no les sirviera ni para rascarse el pabellón de sus orejas de simios.

Siempre que yo estaba a punto de desistir y rendirme, la mejor amiga que he tenido en toda mi vida con esos ojos que destilaban amor y sin usar las palabras me decía; - “Tú hazlo mi amor, porque gracias a Dios puedes y deja que los demás hagan con eso que tu les ofreces de corazón, lo que ellos humanamente puedan”. Y como ella amablemente me recordó antes de abandonar este plano: “La mala noticia es que puede ser que no te entienda ni el que hayas parido, la buena es que tú vas a entenderte a ti misma y eso; te permitirá hacer coincidir tus pensamientos, con tus palabras y ambas cosas probarlas con hechos y con eso, tienes infinitamente mucho más que los que ni a ellos mismos se comprenden, y por tanto dicen una cosa y luego hacen otra. Y que además puede coger el cerebro para hacer compota y al menos así les sirva como alimento”. Hay gente que no entiende que con una madre de esa dimensión humana, se puede compensar el que cualquier aspirante a persona te quiera; pero sólo de dientes hacia afuera y cuando tu billetera esté llena.

Pero para no cansarte que el tiempo es oro o, como se dice en los Yunaites :”Time is Money” (o money is for monkey, si el que lo expresa habla su lengua natal con falta de ortografía pero puede pronunciar el inglés mejor que Shakespeare), termino con un saludo de ser humano a ser humano porque no puedo adivinar; si aún eres lo mismo que eras cuando tu madre te parió o, si ya te has convertido en todo un Animal Superior que no quiere ni a su madre; pero supuestamente sabe aparentarlo a la perfección.

Y si acaso te preguntaras, por pura chiripa, calabaza o casualidad; cómo es posible que un paria como el que escribió esto, pueda hilvanar una idea con la otra y escribir algo comprensible (excepto para las bestias), entonces mira el video que sale en el enlace. Encontrarás la respuesta porque este amigo mío que escucharás, sólo si te parece hacerlo puesto que no soy el vaquero Tim Mc Coy, ni te estoy apuntando al pecho con una Colt 45; es la única persona que he conocido en toda una vida de casi cincuenta años, que me recuerda a esa amiga entrañable que tuve el honor de tener por madre. Y que lo más seguro es que vuelva a ver algún día, ¡BENDITO DIOS!; cuando menos lo espere y, anhele más de lo que lo he anhelado cada día.

http://www.youtube.com/watch?v=FSi1bGV2JAE&feature=related   

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