Es un hecho que la creencia no puede sustituir al Conocimiento que Uno tenga de Si mismo/a. Y cuando uno no se conoce a sí mismo, lo más natural es que crea en cualquier cosa o en cualquier gente que le diga, cualquier cosa. Simplemente porque somos crédulos por naturaleza. Estamos hecho de Conciencia y la Conciencia, no es una zorra vieja y astuta que necesita engañarte utilizando artimañas. Es más como un bebé con una capacidad infinita para amar y para ser amado. Algo de una sencillez que la mente no puede captar, sencillamente porque la mayoría de los niños y niñas; prefieren acatar los dogmas de los mayores que rebelarse contra aquellos que, sin saber quiénes son; exigen que un niño se les parezca y/o le rinda obediencia ciega.
Parece increíble pero pasa, que cualquiera puede aceptar a nivel mental; que llegará el día en su cuerpo ya no le acompañe. Más sin embargo la gente que cae más gorda, es precisamente aquella que nos invita a celebrar la vida mientras que estemos vivos. Esa gente sabe sobre la naturaleza eterna de la Vida y conocen que lo que los mantiene vivos no es el hecho de poseer un cuerpo humano, que resulta muy obvio que se queda en la Tierra. Y aunque eso para ellos resulta suficiente, a riesgo de obtener el rechazo de los ignorantes se unen a la causa común: el despertar de la humanidad. En un libro titulado “¡Despierta!” del gran Tony de Mello, hay un cuento que escenifica perfectamente lo que le sucede a la inmensa mayoría de los borricos, que trabajan como mulas para una minoría de primates que consideran que el dinero; vale muchísimo más que ellos. Y los animales lo saben pero no hacen nada al respecto. O si hacen, porque aunque es repugnante resulta común notar a esos orangutanes, con apariencia humana; sintiéndose orgullosos por conducir un auto, por tener un empleo bien remunerado, por habitar una casa que no parece una choza, y por lucir por fuera tan brillantes; como de cochambrosos están por dentro. Esto comenta Anthony de Mello en su libro, sobre esas personas que no sólo están dormidas sino que encima, tienen una pesadilla:
El año pasado oí en la televisión española una historia sobre un caballero que llama a la puerta de la alcoba de su hijo y dice:
- Jaime, ¡Despierta!
Jaime responde:
- No quiero levantarme, papá.
El padre grita:
- Levántate, tienes que ir a la escuela.
- No quiero ir a la escuela. – dice Jaime
- ¿Por qué no?- pregunta el padre
- Por tres motivos: el primero, porque es aburridor; el segundo, porque los niños se burlan de mí; y el tercero, porque odio la escuela.
- Bien, voy a darte tres razones por las cuales DEBES ir a la escuela -replica el padre-: La primera es porque es tu deber; la segunda, porque tienes cuarenta y cinco años; y la tercera, porque eres el director.
No fui yo la que inventó esa frase que afirma, que el sol no se puede tapar con un dedo. Y es la claridad la que permite distinguir la diferencia entre: limpio y sucio, íntegro y fragmentado, honesto y corrupto, sincero e hipócrita, etc. De manera que solamente alguien que esté claro o, iluminado por la Luz que la Conciencia derrama a todos por igual; será capaz de saber distinguir entre una persona que sabe que lo es y la otra que se siente un animal superior y por tanto; desprecia su condición humana con toda la bestialidad de que sería capaz: una insulsa marrana o un inmundo verraco. No es necesario dejar claro que esa persona, no tendrá ninguna popularidad cuando se asome en una pocilga. Ni será bien recibida por los marranos machos y hembras; si se dedica a tirar perlas en un chiquero. Esto de no malgastar el esfuerzo en algo que no lo merece, es una cuestión que dejó muy clara un Maestro Perfecto, que según los evangelios cristianos expresó: “No deis lo santo a los perros, ni tiréis vuestras perlas a los cerdos, no sea que las pateen con sus patas y, volviéndose luego, os hagan trizas”. El Maestro A. de Mello decía que: “No trate usted de enseñar a cantar a un cerdo. Pues usted pierde su tiempo y el cerdo se irritaría”. Y si lo quieres más claro…
A esa gente usted podría dejarle como tarea, responder estas preguntas, que al menos podrán ponerlos a pensar en mejores cosas que creer que un orgasmo, se puede parecer a una masturbación mental:
1.- ¿Crees que una mona con apariencia humana, puede parir a un ser humano que no desea parecerse a un mono?
2.- ¿Consideras que Dios incluyó la insensibilidad, la mezquindad, la codicia, la crueldad, la indiferencia, la ignorancia, la brutalidad y demás miserias humanas; en el ADN genético?
3.- ¿Te parece justo que los justos tengan que guardar silencio mientras que los animales superiores: rebuznan, gruñen, aúllan, mugen, relinchan, ladran, cotorrean, etc., etc.?
4.- ¿Consideras que estar en contacto con la realidad es, procurar verse de veinte abriles cuando el pellejo estirado; se nota que está carrereado?
5.- ¿Qué harías siendo doctor en un mundo lleno de gente saludable, siendo ingeniero en un mundo de seres creativos en un 100%, y siendo un experto en cálculo en un Reino donde Todos; somos Uno?
6.- ¿Cuántos millones de dólares, títulos nobiliarios, diplomas honoríficos y riquezas materiales se necesitan, para sobornar a la muerte?
Esas preguntas los mantendrán a los menos entretenidos y le darán al planeta un respiro. Todo lo que hago es hacer con los demás, lo mismo que quisiera que hicieran conmigo, si acaso me diera el lujo de apendejarme sabiendo que esta vida es única, irrepetible y que se me va a acabar en cuanto yo menos lo espere. Mi objetivo no es ganarme la popularidad de un público, pues para eso me hubiera metido a actriz. Simplemente que como este ser extraordinario que en vida se llamó, Tony de Mello; me dedico a decirle a los que, más allá de las masturbaciones mentales que se hagan; considero como simples seres humanos igual que yo:
¡Despierte! A mí me conviene hacer lo mío, danzar mi propia danza. Si a usted le aprovecha, ¡magnífico!; si no, que ¡lástima! Como dicen los árabes: "LA NATURALEZA DE LA LLUVIA ES LA MISMA, PERO HACE QUE CREZCAN ESPINAS EN LOS PANTANOS Y FLORES EN LOS JARDINES".
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