Saturday, December 26, 2009

ES TIEMPO DE DARLE A LA DIGNIDAD HUMANA, EL VALOR QUE SE MERECE

Acabo de ver en youtube un video donde se sugiere que encontrar a la esencia, que nos envuelve y penetra donde mismo está que es, dentro de nosotros mismos; para así constatar su existencia y poder aceptar con humildad que es únicamente a ella, a la que le debemos nada más y nada menos que el existir y ser eternos; no es algo tan trivial como para desecharlo y postergarlo con la esperanza de algún día….hacerlo realidad. Tal como se enorgullecen de rebuznar aquellos que si estuvieran en un potrero, sólo habría que darles un ligero empujoncito para que se quedaran en cuatro patas y comiendo hierba. Aclaro que considero como una burrada, a una búsqueda que está encaminada a encontrar lo que se está buscando, justamente cuando encontrarlo ya no sirva de nada. Cual hacen los vivos que a pesar de que respiran, viven como si estuvieran muertos y se resuelven a valorar la vida precisamente cuando el último aliento está por llegar y no tienen otra opción que decirle a la vida: good bye . Y lo curioso es que estos son los mismos tarados (con aparente inteligencia) que cuando sienten hambre no dicen: - Siento un apetito feroz pero puedo ignorarlo y dejar lo de comer para otro día- . Y no lo hacen por la simple y sencilla razón de que, a pesar de que ignoran que son tan humanos como cualquiera; saben perfectamente que por más “elevado” que se sienta un ego alterado, canijo, descontento y chanflón; el hambre con tal de saciarse es capaz de pasar por alto cualquier disparate que provenga de algo con semejante altura.


Aunque sé que no me va a ver con buenos ojos y que no podré contar con el honor de que me declare su aprecio, al joven (aunque tenga más de 60 años y esté luchando por disimularlo) que lea esto confiando en su madurez pero, ignorando que madura es la persona que puede reflexionar sobre su vida en un profundo nivel y con eso quiero decir, que está infinitamente más interesada en saber lo que lleva adentro, que en lucir espectacular para que los demás crean que es lo que aparenta, le señalo a riesgo de caerle gorda que hay gente que se cree madura, por ignorar que su madurez era tan verde que se la comió un chivo. Y como el amor mientras más consciente es, más enérgico se pone con los que desechan aprovechar la chispa divina que los hizo humanos; por más prepotente y babosa que se me ponga la bestia con aspiraciones humanas, me le enfrento y le digo que para amor, el que me tuvo mi madre y tuve que dejarlo ir porque no me quedó de otra; ‘así que un afecto miserable no me sirve ni para comprarme un chicle. Y si no me entiende, simplemente porque el talento de una bestia no alcanza a para comprender un humano lenguaje, le explico más claramente apuntando hacia lo evidente al recordarle que no es gracias a él, que respiro y he respirado por casi medio siglo.

Se los hago notar porque son jóvenes ellos como yo también lo fui , y comprendo que tienen ya demasiadas frivolidades de las que preocuparse y suficientes bagatelas con las que perder el tiempo inútilmente, como para tomar conciencia, notar, darse cuenta, percibir o como quieras… que es precisamente con sus propias vidas con lo que pagarán el elevado costo de de vivir; con la pueril y absurda creencia de que Dios ha dejado en manos de unos ineptos, que no saben de Dios ni la D de divinidad, la subsistencia de seres humanos que se sienten dichosos y afortunados con ser de Dios, tan sólo una de sus partes. Cuando veo a estas parodias de seres humanos, que se ponen histéricas cuando un ser humano se niega a rebajarse a su “nivel” y a prestarle oídos a las rebuznancias que sueltan por el hocico; me recuerdan la historia de Pinocho, esa marioneta hecha con un tarugo de madera que creyéndose humana, se dejó timar por un lobo y una zorra que mientras le prometían las perlas de la Virgen lo llevaban directo, al lugar de donde saldría; siendo un perfecto borrico. Me pregunto si al señor Carlo Collodi en la Italia de 1882, además de que lo reconocieran como el autor de “Las aventuras de Pinocho”, no le diría Carlito el Excomulgado.

Estudiando por encimita la historia de la humanidad, se puede comprobar que la verdad nunca ha tenido muy buena reputación, en las sociedades clasistas. Siempre ha tenido sus detractores que para vilipendiarla y asegurarse de dar un escarmiento, se han pasado por sus reverendos genitales el mandamiento de “No matarás” y se han dado a la tarea de crucificar, quemar en una hoguera, ahorcar y hasta envenenar con cicuta al que se atreva a expresarla; sin temor ni medir las consecuencias. Lo cual resulta normal porque para que una suciedad pueda convertirse en sociedad, es imprescindible prescindir de la sinceridad y establecer a la hipocresía como una regla de cortesía básica. Pero estos monigotes que no saben lo que hacen, tampoco saben que la verdad es lo apropiadamente resplandeciente y lo suficientemente monumental, como para intentar ocular su luz y tener que limitarnos a decirla solamente entre personas, que ya la saben. Y si un grillo como Pepito, insistió en repetírsela a un títere con el fin de evitar que este, se convirtiera en burro y alentarlo a llegar a ser un niño; no veo por qué tenga que ser yo menos que un grillo. Por eso, es que prefiero decir la verdad aunque me arriesgue con ello a que más de un asno, me tire más de un coz. Debe ser que como Pepe Grillo, mantengo viva la esperanza de poder revertir el proceso porque sinceramente, si algo no he podido cambiar desde que era una niña es el sentirme a gusto, estando entre personas que se sienten tan personas como yo, y el considerar como una pesadilla al hecho de tener que vivir en un establo e intentar hacerme entender por una recua de pollinos arrogantes, que suponen ser algo más que eso tan sólo por poder orientar todo su alcance de miras, a hacer dinero y esclavizarse con todo lo que este tenga para ofrecerles, tener la posibilidad de, en lugar de arrastrar un carreta; asentar sus bestiales ancas en un automóvil, y haber tenido el honor de ser amaestrados por la catedrática Lic.. Tecnología, una señora muy mecanizada ella y sin un ápice de sentimiento humano; que tiene un doctorado en Ciencias Aplicadas o, “Know-how” (Conoce Cómo Perder tu Tiempo, en Todo lo Que No Reditúa).

Comprendo que expresarse de esta manera, no es el mejor modo de ganarse la aprobación de un extraño pero como con la mía, ya tengo bastante; mientras que la vida me acompañe la usaré para dirigirme en ese mismo tono y con la misma insistencia, a esos jóvenes que por noveleros e idealistas suponen que la realidad siempre se va a ajustar , a sus selectivas preferencias y por tanto, sin saber lo que se están haciendo no lo piensan dos veces para jactarse de sus remilgos y hasta alardean de no ser capaces de hacer por ellos, aquellas cosas que les proporcionarían cualidades espléndidas en lugar de aparentes beneficios.. Y lo más deplorable, es que lo realizan con la misma soberbia terquedad y pueril certeza con las que asumen, que vivir la vida con semejante nivel de superficialidad podría garantizarles un estado de madurez; que les conceda disfrutar de una satisfacción que no está sujeta al implacable caer de las hojas de un almanaque y que si llegan a la vejez , les permitirá que un niño los tome por ancianos sabios en lugar de percibirlos como viejos ridículos; tratando de simular una juventud que se les fue hace bastante y por si eso no fuese suficiente bochorno; haciendo gala de un conocimiento de la vida que bien se podría comparar; con la conciencia que tiene un erizo de mar del daño que pueden ocasionar sus púas.

Los jóvenes maduros sabrán entender que si lo hago, es solamente para evitarles que sufran si algún día tienen que extirparse aquello, de cuya posesión se pavoneaban como se jacta un adolescente de que le extirparon las amígdalas, por ignora para lo que le hubieran servido. Me arriesgo a ser considerada como un elemento indeseable y mas mala de tragar que un purgante, con tal de que bellas e inteligentes criaturitas de Dios acaben por aceptar que no es nada digno de admiración; jactarse de tener un garbanzo de oro en el interior de la bóveda craneana cuando pueden demostrar muy fácilmente, que saben que el cerebro posee una espléndida e inimitable red neuronal que Dios no concibió, para ser usada como foquitos navideños que decoraran el interior del cráneo. Mi mejor amiga, que resultó ser también la que se ofreció para darme a luz; me dijo un día con toda la confianza que llegué a merecer de ella: - Hijita, si alguna vez te figuraras que hacerte pasar por cretina te reportaría alguna ventaja, no te preocupes por mí que yo te puedo aceptar de cualquier manera; porque te amo tal cual seas. Solamente te aconsejo tener en cuenta que no todos los seres humanos tienen la misma opinión con respecto a la estupidez, y que así como hay gente que no tiene nada en contra de ir por la vida haciendo el ridículo, también hay otras personas como yo, que nunca entenderán la razón que puede guiar a un ser humano, mentalmente saludable; a despreciar el uso de su innata lucidez. Me considero afortunada porque además de amarme, nunca dejó de insistirme en la diferencia que hay entre lo sublime y lo ridículo, y en la posibilidad que siempre tendría para elegir entre lo uno y lo otro.

Esos jóvenes que saben muchísimo menos de lo que sabían siendo niños, seguramente saben que lo mismo que sucede con el hambre es lo que pasa cuando la sed aparece, y no precisamente pidiendo un refresco, una malteada o cualquier otra cosa que tenga agua, pero no la suficiente como para saciarla. No niego por haberlo comprobado, que la estupidez humana no tiene límites prefijados y por tanto, puede ser tan ilimitada como para hacernos creer que una coca cola en el desierto, podría sustituir al líquido que fue originado precisamente para hidratarnos. Otra cosa sucedería, si los seres humanos estuviésemos hechos de un 20% de arcilla y el otro 80 % de coca cola, pero como ese no es el caso puedo asegurar que toda esa pendejez, se esfumaría si llevásemos unos días perdidos en un desierto. Con los labios partidos, la garganta echando humo y el sol dándote más calor del que acostumbras a soportar, es incuestionable que no serías capaz de pensar en una coca cola sino que estarías clamando por agua, aunque la voz no te saliera más que desde tus mismas entrañas.

Y, ¿a dónde me lleva todo esto?, tal vez se preguntaría quien no tenga tiempo para leer porque el poco que cree tener, lo usa exclusivamente para embrutecerse más cada día. Pues nos lleva a primeramente, a intentar reconocer que por mas mentecatos que aspiremos a ser y por mas infinita que sea nuestra soberbia; así como nos vemos obligados a inclinarnos humildemente ante el hambre y la sed; tenemos que intuir que no podremos evitar por mucho tiempo, reconocer que somos lo que sea que creamos ser únicamente gracias a un Poder tan inconmensurable; que el ser humano que crea ser el más poderoso sobre la faz de la Tierra, ante esta Fuente cuyo imperecedero amor nos permite Ser; no sería mas que una molécula de carbono perdida en el espacio infinito. Espero que esto no afecte el nivel de importancia personal de los ilustres personajes, que aparecen en las revistas como las diez personalidades más pudientes del planeta.

A mí no me gustaría restregarle en la cara a un zarrapastroso, que tiene un nivel de indigencia que supongo que él conoce y tal vez, mucho mejor que yo. Y sería incapaz de dedicarme a pinchar egos inflados porque no deseo, que hasta mi nariz llegue el tufo del gas que usan estos para elevarse y poder contemplar por encima del hombro a seres humanos que llevan dentro de sí , la esencia de ese mismo Poder que a ellos no los puede tomar en serio simplemente porque al observarlos; con una perspectiva infinitamente más magnánima, tan sólo puede percibir a unas méndigas entidades que no pueden sentirse valiosas, por ignorar que podrían ser muchísimo más que un simple nombre en una lista que estando en un papel; cualquiera podría agarrar para otra cosa en caso de no tener a mano, un rollo de papel sanitario. Ya lo han dicho los sabios en todas las épocas que el ser humano ha pisado esta Tierra: “no hay nada mas sutil, etéreo e inútil que la vanagloria, pues no sirve ni para que un cristiano en apuros, pueda limpiarse las nalgas”.

Supongo que este artículo no se lo podrán tragar aquellos que defienden su elemental derecho, a mostrarse tan bestias como lo prefieran. No niego que si uno convive entre animales, constituye un privilegio poder declarar que uno es un animal superior. Pero no lo escribí para ellos puesto que sé que a los burros, no les gusta ni leer ni escribir y a lo que más puede llegar un burro si está bien amaestrado por otro; es a sumar. Y eso porque necesitan estar al corriente de la cantidad de paja que tendrán para comer ellos más, la cantidad de forraje que les podrán dejar a sus descendientes para que estos borriquillos, también tenga la hierba garantizada Todos los animales tienden, de una forma menos amorosa que otras; a garantizar la supervivencia de la especie de manera que esta preocupación de los burros; bien podría tener algún sentido, bueno… al menos para los burros.

Volviendo a las personas que desde que era apenas un niña y reconociéndome en ellas, ciertamente me interesan mucho más que los animales de carga; puedo afirmar que cuando me relaciono con estas y detecto que alguna, se siente tan miserable como para no creer que por más que se siga hundiendo en el lodo de las humanas miserias, de cualquier modo seguirá siendo lo que era en un principio es decir: hijo o hija de un Poder que puede vestirle con mejores galas, y como hago a los demás lo mismo que me gustaría que a mí me hicieran estando en ese caso; les insisto en que perciban esa Verdad con el objetivo de que la petulancia del ignorante, cobarde y ruin alter ego, vaya disminuyendo paulatinamente y esto le permita aflorar a la humildad hasta que la persona con tendencia a mendigar, acepte que no tiene que seguir haciéndolo sencillamente porque contando con el apoyo incondicional y eterno; de ese Hacedor y Dador Supremo que es Omnipotente (los seres humanos no somos omnipotentes; necesitamos ayuda), nada debe temer y acerca de tener… está claro que si uno cuenta con un corazón para sentir y una red neuronal para examinar las ventajas de ello, le será muy fácil concluir que con tener de parte suya a ese Poder…¿podría alguien convencerle de desear tener alguna otra cosa? Y he aquí el motivo de que a los seres iluminados le llamen también renunciantes, aunque no hayan renunciado a otra cosa que a la estupidez pues sabiendo que son seres de naturaleza infinita, no se les ocurría dejar entrar dentro de ellos nada que no les convenga y que les haga juzgar de perfecto cretino, al que se les aparece cuando se miran en un espejo.

No será esto lo último que escriba, a menos de que ese Poder que me ha cuidado y me cuida como una Madre Perfecta, mañana concluya que ya estuvo suave y que ya aquí hice bastante con simplemente oponerme con toda mi vida; a todos los fantoches que abogan por denigrar a la especie Homo sapiens; hasta lograr que se asemeje al chimpancé que le dio origen; borrando así de los anaqueles de la historia los millones de años que le tomó evolucionar. Tal barbaridad tiene el sórdido propósito de satisfacer el megalómano anhelo de un antropomórfico ego; que desea sentirse superior a otros antropoides vulgares y ordinarios que se pelean entre si por cualquier pendejada. Antropomorfismo, es como se le conoce a un conjunto de creencias o de doctrinas, que defienden los cuasimonos que cuando se miran en un espejo, contemplar sus monas jetas los deja tan apendejados que le atribuyen a la Divinidad Creadora de Todo lo Visible e Invisible; la misma estampa y cualidades del ser humano. Sólo Dios sabe lo espinoso y extenuante que resulta, enfrentarse con el nivel de soberbia que dirige y manipula al que supone, en su infinita insolencia; que el Creador pueda parecerse a él. Como si un Fuente de Energía con la potencia para crear Sistemas Solares, Reinos Animales, Vegetales y Minerales, Seres Humanos y todo lo que el intelecto humano es incapaz de concebir que tenga existencia; pudiera acceder a desprestigiarse hasta ponerse al nivel del mequetrefe, que ha decidido no usar, aunque pueda disponer de ella cuando mejor le convenga; la misma chispa de inteligencia que le permite a una hormiga no intentar meterse en un oído humano, para tratar de convencer al hombre de que en realidad es una hormiga

Afortunadamente para los que se sienten agradecidos por lo que Dios les ha permitido ser, ese Poder Divino por Sublime nunca se podrá comparar ni remotamente, con ese otro ridículo poderío que para poder ser eficaz; se despoja de todo valor humano e intenta, usando cualquier método y mediante artimañas; imponer un dogma estricto e incuestionable que facilite que el ser humano se sienta lo suficientemente culpable, temeroso e indigno de ser, como para aceptar que una recua de mostrencos le pisoteen su dignidad. El coraje que siento ante tal canallada que lleva siglos, es el que me inspira a escribir aunque tenga mejoras cosas que hacer. La infinita gratitud que le debo a ese Poder que me acepta tal cual soy , me permite proporcionarle al ser humano la misma prioridad que me ha concedido cada aliento que hasta hoy, me ha permitido estar viva. Solo por eso seguiré escribiendo sobre lo mismo, subrayando que una búsqueda tiene sentido solamente cuando el buscador anhela encontrar lo que busca, con todo su corazón. Del mismo que busca la comida que aplacará su hambre y el agua que saciará su sed, debería buscar el ser humano satisfacer ese anhelo de sentirse pleno y de reconocerse como una parte esencial de ese Poder Universal sin el cual; no existiría él ni absolutamente nada.

Para poder difundir un mensaje que sea capaz de llamar la atención de los meros terrícolas, sobre las urgentes necesidades del Planeta sobre el cual nos hemos establecido, durante incalculables generaciones; necesitamos conservar con nuestra poderosa esencia interior un contacto constante y, definitivamente real porque imaginariamente, sólo podremos relacionarnos con un “poder” que puede imaginar ser poderoso pero que realmente no lo es. Este poder minusválido y ruin viene siendo algo así como un pedo, que por estar dentro de una botella ya cree ser el mismísimo Genio de la Lámpara de Aladino. Por eso antes de ver el video debo advertirte que la causa, comprometida en librar al mundo de las garras de las bestias que pretenden repartírselo y devorarlo como si fuera un pastel cortado en rebanadas; está destinada a hombres y mujeres valientes que valoran dignamente lo que son y justamente por eso, es que no tienen pretensiones de llegar a ser un Don Fulanito de Tal , con la autoestima en tal estado de descomposición que debe ponerla en manos de la opinión pública; para que esta la convierta en importancia personal. Sin notar el presumido mamarracho, que con eso corre el riesgo de que sea precisamente con su rostro soberbio y solemne, en donde se perfila una plástica sonrisa y una expresión de felicidad que seguramente copió de una hiena; puede que muchos niños y niñas cubanos se estén limpiando el trasero porque donde no hay comida, mucho menos debe haber papel sanitario. Y si eres de los que en lugar de callarse cuando cualquier pendejo ignorante se lo ordena, tienes las agallas para expresar lo que sientes donde quiera que te plantes, entonces no te preocupes por eso que alguien dijo que otro dijo y así sucesivamente; sobre lo de no tirarles perlas a los cerdos. Si tú sientes que tienes perlas suficientes, entonces tíraselas que siendo estas perlas mágicas, cabe la posibilidad de que un marrano en lugar de pisotearla decida tragársela, y ya ese sería al menos uno más que dejaría de atiborrarse de bazofia y que podría comer como lo haría cualquier persona decente.

http://www.youtube.com/watch?v=UJNYkgRdi9s&feature=related  

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