Aunque traten de ocultar los efectos de los recursos empleados, es evidente que la educación escolar en las sociedades regidas por estrictas normas de conducta y leyes susceptibles de ser violadas por poderosos intereses; está encaminada a la formación de un ser humano que no pueda tener criterio propio, pensar por sí mismo y reconocer que su verdadero propósito es Ser; en lugar de procurar llegar a ser alguien importante en esta vida.
Tal desviación de la natural condición humana, que se consigue inhibiendo las funciones del hemisferio derecho del cerebro; logra convertir al ser humano en una entidad anodina y manejable que no reconoce su propia esencia y por tanto, es capaz de renunciar al entendimiento que caracteriza al género Homo sapiens. Está de más señalar a los que se benefician directamente con este patrón de conducta, que permite que un ser humano no ponga ninguna objeción a renunciar a su inherente dignidad para convertirse, en un sumiso esclavo de aquellos que obedecen a mezquinos intereses.
Afortunadamente el sistema tiene sus fallas, al estar concebido por gentuza fría y calculadora que ignoran las consecuencias de que la inconsciencia; sea la que gobierne sus actos. Por eso es que no puede evitar la existencia de individuos, que poseen la certeza de que el entendimiento humano brilla con luz propia y que asumen las consecuencias de oponerse a los desmanes de aquellos que, para elevar a su importancia personal a niveles estratosféricos; se despojan de todo escrúpulo y son capaces de traicionar a los de su propia especie.
Sin paz en sus corazones estos seres patéticos y ambiguos, no atinan a hacer algo que vaya realmente a favor de las personas, y no pueden distinguir que el daño mayor es el que se hacen a sí mismos. Otra cosa muy distinta sería si renunciaran a la soberbia, que los convierte en paladines de las miserias humanas y aceptaran humildemente, que la vida necesita de la paz para ser plenamente sentida y apreciada; como el divino regalo que es. He aquí la importancia de sentir paz, en lugar de chacharear sobre la paz como hacen los mismos que no se tocan el corazón; antes de provocar un conflicto armado que les aportará sobradas ganancias materiales. La paz es una gracia que por divina, sólo puede habitar en un corazón noble y consciente de que las riquezas que posee no son de este mundo y tienen un valor, que no se puede equiparar ni remotamente con lo que el dinero puede comprar.
Si aspiras a sentir esa paz y tu compromiso es con la vida que hasta hoy te ha acompañado en las malas y en las buenas; entonces visita este enlace: http://www.youtube.com/watch?v=bIQvnzIcik0&feature=related y date la oportunidad de poder apreciar el valor de cada aliento que te permite existir, antes de correr el riesgo de despedirte del último sin sentir una sincera gratitud; por las bendiciones que cada uno de los anteriores le trajeron a tu vida.
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